Cambios en la Fiscalía de Oaxaca

*¿Renovación real o la misma cara de siempre?
Oaxaca, Oaxaca, Jueves 29 de Agosto, 2024 (Fuente: Impacto Oaxaca).- En una ceremonia que se sintió más como un acto para las cámaras, que una verdadera transformación, el Fiscal General de Oaxaca, Bernardo Rodríguez Alamilla, nombró a Edith Morales Celaya como nueva Fiscal Especializada para la Atención a Delitos de Alto Impacto, y a Claudia León Santos como titular de la Unidad Especializada en Combate al Robo de Vehículos.
Estas acciones, que pretenden ser un soplo de aire fresco para la Fiscalía, se sienten más como un intento de maquillar una institución que sigue fallando a las víctimas.
Edith Morales Celaya, con 23 años dentro de la Fiscalía, sube a uno de los puestos más delicados del sistema de justicia oaxaqueño. Su experiencia no se cuestiona, pero su designación levanta dudas sobre si los mismos perfiles de siempre pueden realmente cambiar un sistema que ha demostrado estar más enfocado en discursos y ceremonias que en resolver los problemas de la ciudadanía.
El Fiscal General enfatizó la necesidad de que Morales Celaya trabaje con sensibilidad y eficiencia, pero para quienes han sufrido la indiferencia de la justicia, estas palabras resuenan como promesas vacías.
El mismo juego, con nuevas piezas
La realidad es que los oaxaqueños no necesitan discursos, sino acciones. El nombramiento de Morales Celaya, a pesar de su trayectoria y estudios en Ciencias Penales, plantea una cuestión dolorosa: ¿cómo puede alguien que ha formado parte del mismo sistema durante más de dos décadas representar el cambio que Oaxaca necesita desesperadamente?
Rodríguez Alamilla parece creer que la reconfiguración institucional es tan sencilla como mover a sus fichas en el tablero, pero la vida real es más compleja. En las calles de Oaxaca los ciudadanos siguen enfrentando la violencia, el robo y la impunidad. Los números no mienten, y la frustración se palpa en cada esquina donde la justicia sigue sin llegar.
Claudia León Santos, ahora responsable de combatir el robo de vehículos, se suma a esta narrativa de promesas y retos. ¿Será capaz de devolver la confianza a quienes día a día pierden más que un vehículo? ¿O seguirá esta área siendo otro archivo más en la lista de pendientes de la Fiscalía?
La urgencia de un cambio verdadero
El Fiscal General exhortó a las nuevas titulares a actuar con probidad y profesionalismo, pero estas palabras se diluyen ante una ciudadanía que ya no quiere escuchar más justificaciones. El verdadero desafío no está en los protocolos ni en los nombramientos de funcionarios, sino en el trabajo real y diario de proteger a quienes han sido vulnerados.
Las mujeres, los niños, las familias que han visto sus vidas destruidas por la violencia necesitan algo más que nuevas caras. Necesitan una justicia que deje de ser una promesa vacía y se convierta en un apoyo tangible, en un proceso que les devuelva, aunque sea un poco, la esperanza y la paz robada.
Oaxaca no necesita más ceremonias ni discursos, necesita funcionarios que pongan el alma en su trabajo, que entiendan que detrás de cada caso hay personas que sufren, familias que lloran, vidas que no volverán a ser las mismas. Si la nueva Fiscalía no se humaniza y trabaja con el corazón y la cabeza, estos nombramientos no serán más que una pantalla, otro capítulo en la larga historia de decepciones para el pueblo oaxaqueño.