Negocios y transas en SAPAO
Oaxaca, Oaxaca, Miércoles 19 de Septiembre, 2018 (Fuente: Agencias).- La verdad es que muchos funcionarios del gobierno priista que encabeza el “Junior” Alejandro Murat, no entienden, ven la tormenta y no se arrodillan, siguen prohijando la corrupción, nepotismo, abuso y la opacidad en la administración pública, parece que la encomienda es a ver quién roba más durante el sexenio del originario del estado de México. ¿Acaso no entienden que esa fue una de las causas que los llevó a perder la presidencia de la República, gubernaturas, diputaciones federales y locales, y muchos ayuntamientos en la elección pasada? Al grado de hundir al PRI por el hartazgo del ciudadano común ante la desmedida corrupción y abusos de poder.
Lo anterior viene a colación por los señalamientos en contra de funcionarios de SAPAO, principalmente del director de planeación y comercialización, Demetrio Ramón Cruz Hernández, a quien le ha cambiado la vida desde hace dos años aproximadamente, por sus manos pasan todos los contratos de obras, compras de insumos y pagos de la dependencia, lo cual ha sabido aprovechar muy bien para hacer toda clase de negocios.
Demetrio es el que hace los bisnes grandes con las constructoras, influye lo suficiente en las licitaciones a cambio de jugosas comisiones, después del arreglo, pasa por el jurídico y finalmente la autorización del director general Marcelo Díaz de León Muriedas, y firman como testigos: Zuri Nallely Rivera Santiago, jefa de la Unidad Administrativa; el director técnico, Guilebaldo Doroteo Mijangos Calvo, personal de toda la confianza de Marcelo.
Ahí en SAPAO todo mundo sabe los amoríos que se trae Demetrio con Zuri, tan es así que hasta carro nuevo ya le compró para que no suba caminando como cuando apenas había llegado a esa oficina, ahora dicen los que la conocen que se siente la divina garza.
Demetrio es el que triangula todos los negocios con las constructoras que son las que dejan más dinero a cambio de obras, mientras el director general se hace de la vista gorda y solo se concreta en firmar los contratos, por eso con justa razón las constructoras emplean materiales baratos y en muchos casos dejan tramos sin terminar porque el recurso no les alcanza para más, está a la vista de todos, basta darse una vuelta por la Noria donde el asfalto se hundido, en algunos tramos se ha levantado y en otros de plano fue abandonado porque el material ya no alcanzó por el moche al presupuesto.
Los datos revelan que la obra del drenaje pluvial en la Colonia Vicente Suarez quedó a medias y en los reportes oficiales se menciona que fue terminada. ¿Dónde quedó el dinero? Demetrio es el principal responsable y Marcelo el cómplice.
Con esos negocios y transas en SAPAO, el director general y su sequito de seguidores están dejando muy mal al gobernador Alejandro Murat, quien ya no ve lo duro si no lo tupido por la estupidez de sus funcionarios.
Para cerrar bien el círculo, Marcelo puso en el departamento de módulos y servicios a su yerno Arturo Giovanny García Beltrán, donde se recaudaban todos los pagos de servicios, dinero que no ingresaba a Finanzas del gobierno estatal.
De esto se dieron cuenta por lo que la Sefin tomó el control de todos los pagos, ahora lo usuarios tienen que pagar en bancos y tiendas de autoservicio, pero mientras tanto el yerno ya se hinchó de lana.
El director general de SAPAO debe responder por esos cuestionamientos e irregularidades, porque son muchos los casos de corrupción como el caso de la constructora Brandon SA de CV, quien le quedaron a deber 226 mil pesos después de terminado los trabajos de la línea de conducción de agua potable en la Calzada Héroes de Chapultepec, Avenida Porfirio Díaz y el parque de beisbol, donde hizo trabajos complementarios.
Entre Demetrio y Zuri se echaban la bolita, esto sucedió en junio del 2017, ambos hicieron perdediso el dinero, por lo que la constructora denunció la corrupción pero nunca se tomó cartas en el asunto, el director general solo hacía mutis, el error de la constructora fue haber firmado por adelantado el dictamen técnico de obra emitido por SAPAO y por la SCTG y la cédula de trabajo de inspección; por eso descaradamente el mentado Demetrio se lo llevó al baile, pues la obra ya había sido entregada, por supuesto con la anuencia de Marcelo. ¿O acaso nunca se enteró?