Mujeres, en la indefensión

Oaxaca, Oaxaca, Domingo 29 de Abril, 2018 (Fuente: Agencias).- La noche del pasado 18 de abril, tres mujeres jóvenes, de entre 23 y 25 años, fueron fuertemente agredidas con arma blanca por el conductor de un taxi colectivo en Zimatlán de Álvarez, Oaxaca.

Siendo aproximadamente las 11 de la noche, frente a la gasolinera de Zimatlán tres amigas hicieron la parada a un taxi colectivo con rumbo a la Ciudad de Oaxaca, el único transporte disponible en el lugar.

Al subir platicaban entre ellas divertidas sobre la fiesta de la que venían, cuando de repente el taxista, con quien no habían tenido interacción empezó a insultarlas y ellas con sorpresa escucharon “me tienen hasta la madre”, en un segundo se salió de la carretera por una brecha en los campos de cultivo, ya estaban ellas gritando y preguntando qué quería, a dónde las llevaba, y en cuestión de un momento el hombre se detuvo en el lugar totalmente despoblado, tomó una navaja filosa y la blandió con fuerza a la altura del vientre de la pasajera que había ocupado el lugar del copiloto quien solo alcanzó a cubrirse con las manos donde recibió las lesiones profundas, ella trataba de detenerlo y él  de herirla, en el forcejeo recibió heridas en diferentes partes del cuerpo, incluyendo la cara.

Las otras chicas gritaban desesperadas y una de ellas alcanzó a pegarle en la cabeza con su zapatilla, tratando de que soltara a su amiga, lo cual enfureció más al hombre que se bajó y se dirigió a ella para acuchillarla, para alcanzarla hundió el cuchillo a la tercera amiga y la derribó en el piso, se regresó con quien lo había golpeado y empezó a buscarle el vientre, esta chica se defendió y lo trató de contener pero en el forcejeo fue acuchillada en las piernas y a punto de la inconciencia, ella gritó a sus amigas sin saber que estaban derribadas y los gritos le hicieron reaccionar al agresor quien , la soltó, le cerró las puertas para llevársela, dejando a las otras dos.

Ella, al oír la marcha del taxi, abrió la puerta y se aventó y mientras él siguió avanzando al parecer para buscar un lugar donde dar la vuelta.

Como pudieron corrieron entre la milpa donde estuvieron escondidas hasta que sintieron que el taxi dejó de buscarlas y se alejó.

Después de un rato buscaron el camino de vueltas a la carretera, descalzas, heridas y muy asustadas llegando a un establecimiento donde recibieron apoyo.

Este testimonio de las tres chicas no les fue fácil darlo, el temor, la depresión, la impotencia prevalece, pero se hace con la finalidad superior de alertar sobre el peligro que sufren las mujeres en el transporte público en Oaxaca.

En ese servicio que contratas y en el que estás indefensa y a merced de quien puede ser un asesino feminicida, armado violento y con posible perturbación mental (aunque no necesariamente).

Después de esta terrible situación nos preguntamos ¿qué hubiera pasado si en lugar de tres hubiesen abordado el taxi dos o ¡una!? ¿Si en lugar de un arma blanca hubiera tenido otro tipo de arma? ¿Si ellas no se hubieran defendido paralizadas por el miedo? ¿Hubieran sobrevivido? Esto también nos lleva a alertarnos sobre ¿Quién controla, cómo y para qué el transporte público que utilizan miles de mujeres en Oaxaca y en donde un gran porcentaje, sobre todo las más jóvenes son agredidas y se sienten insegura? ¿Cuándo se nos garantizarán el Estado la libertad de vivir sin peligros? ¿Hasta cuándo participarán las autoridades, los gremios de taxistas a combatir la violencia feminicida que nos amenaza a todas?

Porque sí, pensamos que es violencia feminicida, porque el hombre las quería matar y se nota que nos es la primera vez que ha agredido, buscaba el vientre y aunque no haya una configuración legal del hecho, sólo sabemos que, de ir tres hombres en lugar de tres mujeres, a ellos no les hubiera hecho lo mismo.

Por último, mujeres nuestra libertad no está garantizada y la amenaza es constante, por lo tanto, no podemos escatimen precauciones. Cuando aborden un taxi, observen el sitio al que pertenece, el número económico que debe estar visible, manténgase vigilantes de los detalles. Repórtense con alguien de confianza dónde se encuentran y traten de hacer grupos de ayuda mutua, y en este caso, si dio resultado la autodefensa para salvar tres vidas.

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