Ya habían arreglado el asunto, ya se iban… pero inició el infierno

*Agresión la iniciaron policías de Tepuxtepec, precisan la líder transportista Guadalupe Díaz Pantoja y su esposo Irving Bedoya Arreola

Oaxaca, Oaxaca, Sábado 22 de Abril, 2023 (Fuente: Agencia Zona Roja).- En ningún momento se agredió de manera directa a los policías municipales de Santo Domingo Tepuxtepec y fueron ellos quienes iniciaron la agresión, precisaron este viernes Guadalupe Díaz Pantoja y su esposo Irving Bedoya.

En conferencia de prensa ofrecida la tarde de este viernes, detallaron la forma en que fueron retenidos desde la tarde del lunes y puestos en libertad el miércoles por la tarde, tras un pago en efectivo cuyo monto evitaron revelar, pero que habría sido 2 millones de pesos.

Especificaron, asimismo, que la población habría sido azuzada por un grupo de transportistas de la zona, para alentar a la población incluso a lincharlos, o en su caso pagar una indemnización de varios millones de pesos.

Definieron que arribaron a dicha comunidad, del distrito Mixe, región Sierra de Juárez, para retomar un problema con una persona de Tepuxtepec que había causado daños a una plataforma de un vehículo propiedad de ellos, de la Confederación Libertad.

Todo iba de manera pacífica, pero fue cuando un elemento bajó de las oficinas del palacio municipal cuando se desató una supuesta confusión, por lo que los policías municipales actuaron con violencia, agredieron al escolta y pretendían lincharlo.

En esa confusión, indicó Lupita Díaz, se generó cuando el conductor de ellos, May, se bajó de la camioneta, pues ya se iban tras acordar que el problema se resolviera en la sede de la Fiscalía de Tlacolula, en donde radica una denuncia por el hecho de tránsito que reclamaba la líder sindical y en donde le corresponde a dicha comunidad. May bajó por un refresco, bajó corriendo, eso generó que personas identificadas por Guadalupe Díaz, de agrupaciones transportistas contrarias, incitaran a los policías de Tepuxtepec, por lo que sometieron a May, lo empezaron a golpear, tratándolo de matar a golpes.

Entonces el elemento accionó su arma de fuego con disparos al piso, para tratar de liberarse del intento de linchamiento, lo que originó que al menos tres personas resultaran con lesiones menores producto de las detonaciones al piso.

Tras ello, fueron retenidas las cuatro personas y llevadas a celdas (Guadalupe Díaz Pantoja, Irving Bedoya Arreola, Sergio Antonio López López y May Lima Pérez López), mientras la población discutía incluso lincharlos y desaparecer los cuerpos, o que pagaran cuantiosas cantidades de dinero. Pedían desde 2 millones de pesos, hasta 12 millones.

En un momento en el que la líder de Libertad dijo que no contaba con esa cantidad de dinero, dijo que la turba ideó matarlos, llevarlos a “la cueva”, en donde han desaparecido a diversas personas. Pero sería una mujer de la zona, que habló al micrófono, la que los haría entrar en razón, porque les dijo que, si mataban a los 4, se cometería un delito, las autoridades iban a entrar por los responsables, “ella tiene mucha gente y van a venir por nosotros”, era lo que alertaba la mujer, siendo de este modo que bajaron los ánimos en esa pretensión.

Reconocieron el apoyo de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca, cuyo personal enviado en todo momento medió con la asamblea de la comunidad; también agradeció Guadalupe Díaz el apoyo de una señora del lugar, quien le prestó un suéter, pues para las casi 48 horas que llevaban retenidos y encarcelados, ya padecía frío, miedo y más inclemencias.

Reprocharon la nula atención por parte de la Secretaría de Gobierno que encabeza Jesús Romero López.

Guadalupe Díaz Pantoja reiteró que, todo se debió a un acto de corrupción, pues la persona que chocó su plataforma cuando iba tomado, les dio treinta mil pesos al de la Guardia Nacional que tomó conocimiento de ese accidente, así como al del seguro «Qualitas», a quienes estos últimos les habló pero les dijeron que nada podían hacer, ya que ellos sólo venden los seguros y no apoyan en lo subsecuente.

Además del acto de corrupción, también reiteró que otro punto importante para que se desatara todo lo que pasaron, fue actitud incendiaria de lugareños que están relacionados con otros sindicatos, entre ellos la misma persona que ocasionó el accidente.

Estas dos acciones, el acto de corrupción, y la incitación de personas relacionadas con sindicatos de transportistas contrarios, las que detonaron el secuestro, las vegaciones y el posterior pago para el rescate.

Indicaron que, finalmente, tras la liberación, que se complicó debido a que personas extrañas azuzaban a la población, finalmente la noche del miércoles pudieron interponer su queja en la Fiscalía General. Querían que ella, de rodillas, pidiera perdón, pero ya no se cumplió esa idea y sólo lo hizo de pie.  

Reiteraron que de parte de la autoridad municipal recibieron un trato respetuoso y sólo fue un grupo de personas que azuzó a la mayoría de la comunidad pues cada vez que se buscaba un arreglo, surgían voces que complicaban la situación. El lunes, cuando fueron retenidos y encarcelados los 4, era la mayoría de la población, pero para el miércoles ya sólo eran unos cuantos, todos ellos incitados por encapuchados y algunos que lograron identificar como transportistas.

Tras disculpa pública y pago de daños, liberan a dirigente de Confederación Libertad y acompañantes

Por otra parte, tras poco más de 48 horas retenida en la comunidad de Santo Domingo Tepuxtepec, Mixe, la dirigente del Sindicato Confederación Libertad de Trabajadores de México (CLTM), Guadalupe Díaz Pantoja, su esposo y dos de sus escoltas, fueron liberados tras obligarlos a dar una disculpa pública y pagar una indemnización no especificada.

“A petición de esta comunidad, pido una disculpa, también manifiesto que no fui secuestrada, y quiero darle las gracias a las personas que me prestaron una chamarra, que nos dieron agua y a quien nos llevó una cobija, ahí a la cárcel”, señala Díaz Pantoja, en un video que fue difundido en redes sociales momentos antes de ser liberada la tarde-noche del pasado miércoles.

Y es que, mediante una minuta de asamblea (misma que se hizo bajo presión), los habitantes de Tepuxtepec establecieron que Guadalupe Díaz Pantoja, Irving Bedoya Arreola, Sergio Antonio López López y May Lima Pérez López se encontraban detenidos, según la versión del pueblo, por irrumpir el orden público a bordo de una camioneta y lesionar con arma de fuego a policías municipales, electos por usos y costumbres.

“Los ciudadanos que se encuentran en la presente asamblea, piden a los detenidos realicen una disculpan pública a los ciudadanos de nuestra población y que realicen el pago de una indemnización por los hechos ocurridos en la población y por alterar el orden y paz de nuestro municipio”, sin embargo, en la minuta no establecen la cantidad que solicitaban como presunta indemnización.

Asimismo, exigieron que los detenidos, así como personal agremiado a su sindicato, “se abstengan de molestar a los habitantes, así como agredir, insultar, amenazar, lesionar, dañar o matar a alguno de los ciudadanos de nuestro municipio, lo mismo que a los ciudadanos que opinaron y que se comprometen a no volver a ingresar a nuestro municipio con armas de fuego o algún artefacto que pueda lesionar, lastimar o privar de la vida a un ciudadano de nuestra población”.

Finalmente, y luego de la disculpa de cada uno de los detenidos, les fueron devueltas sus pertenencias, menos la pistola calibre 9 milímetros que le fue decomisada a uno de los escoltas y la camioneta en la que se transportaba la líder transportista, “hasta que con documento idóneo compruebe ser el dueño”.

Sin embargo, sabedores del delito que cometieron al retener a las cuatro personas, establecieron que con dicha minuta y con su liberación, se daba por terminada cualquier acción legal que se pretendiera realizar ante alguna autoridad judicial por los hechos sucedidos.

Tras ser liberados y ya con su gente que permaneció a la expectativa a las afueras de la comunidad, Díaz Pantoja dio a conocer mediante un video, que se dirigiría a la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) y dio de viva voz una versión de cómo sucedieron las cosas.

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