“Violencia contra niñas y mujeres en pueblos ya no debe ser costumbre”

*Presenta diputada federal de Oaxaca reforma al código penal federal para tipificar como delito grave el matrimonio infantil forzado

*Se plantea cárcel de 2 a 5 años sin derecho a fianza y multas severas, además que, una vez aprobada la adecuación, se pide se homologue a los 32 estados de la república

Oaxaca, Oaxaca, Viernes 10 de Diciembre, 2021 (Fuente: Agencias).- La diputada federal de Oaxaca, Eufrosina Cruz Mendoza, presentó ante el pleno de la Legislatura federal una reforma al Código Penal para castigar con cárcel de 2 a 5 años sin derecho de fianza y multas económicas severas a quienes incurran en el delito de venta de mujeres o niñas u obligue a casarlas antes que sean mayores de edad en las comunidades indígenas del país.

La legisladora, en tribuna federal, presentó su iniciativa para que se reforme el artículo 209 del código penal y, en consecuencia, se homologue en todos los estados del país para que se eviten las violaciones a los derechos humanos que se cometen en agravio de muchas niñas y mujeres en pueblos y comunidades indígenas del país, principalmente de la zona sureste, con este tipo de matrimonios forzados que ya serán tipificados como delito grave y tengan la sanción como si se tratara de un secuestro.

Afirmó que las víctimas de matrimonio forzado sufren cuatro tipos de discriminación, ser mujer, ser pobre, ser niña y ser indígena.

En su exposición en tribuna, recordó a las víctimas por los agravios que se han cometido contra niñas y mujeres en los pueblos indígenas, muchas veces amparados en la tutela de las propias familias, lo cual, advirtió, debe terminar.

Precisó que, en México, los matrimonios forzados con menores de edad son una forma de violencia y de esclavitud que se esconde detrás de eso que “románticamente le llamamos usos y costumbres”, pero no es más de una burda manipulación del derecho de las mujeres, especialmente de las niñas, “y no verlo y distraer la mirada sólo refleja que México y el Estado son una sociedad hipócrita de doble moral que se niega actuar con todo el peso de la ley para sancionar a quienes cometen estos atropellos en las comunidades indígenas de Oaxaca, Guerrero y Chiapas, principalmente”.

La diputada, quien se dijo víctima de niña de estos abusos, porque de menor la querían obligar a casarse con alguien mayor en su natal Santa María Quiegolani (del distrito de Yautepec, región Sierra Sur de Oaxaca), pero escapó. Y lo mismo le pasó a su madre y a su hermana.

Y narró otras tragedias, recordando la violencia de género que se cometió en contra Angelica, la niña de la montaña de Guerrero, que la obligaron a casarse y, más aún, se escapó, pero la encarcelaron por defender su libertad.

También expuso: “la historia de Jacinta, la niña de la ranchería de la Cañada de Oaxaca, que sus hermanos la vendieron por 50 cartones de cervezas y 10 chivos; o la niña Fátima de Concepción Pápalo, que fue entregada por su padre por el pago de una deuda.

Agregó, también, el caso de Lucía, en la Mixteca alta de Oaxaca, que fue robada por un hombre mayor que ella, “así de absurda es la realidad que viven nuestras niñas en el país”.

Por ello, afirmó, esta situación debe parar, frenar y, para ello, presentó su iniciativa de reformas y adiciones al Código penal federal, para que quien cometa o fuerce los matrimonios de niñas, pague con cárcel.

“Porque ya que es tiempo que las instituciones asuman la responsabilidad que les corresponde y quien comete estos atropellos tenga una consecuencia, porque lo que hacen será ahora configurado como un delito grave”, dijo

Lamentó que, antes este de presentar esta reforma, ha visto códigos penales en el país donde se castiga con más años de cárcel a quien roba una vaca, que a quien fuerce o entregue a una niña a casarse no la tiene y goza de impunidad, porque se han amparado en los usos y costumbres de sus pueblos, “por eso ya es tiempo que la violencia contra las mujeres en los pueblos indígenas de México deje de ser costumbre”, finalizó.