¡Vivos los queremos!

*Al pueblo en general

*Al movimiento magisterial y popular de Oaxaca

*A las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos

*A los medios de comunicación

Oaxaca, Oaxaca, Lunes 26 de Agosto, 2024 (Fuente: Comunicado).- El 25 de agosto de 1974 Rosendo Radilla Pacheco fue víctima de desaparición forzada en el estado de Guerrero por el Ejército Mexicano, el mando supremo de las fuerzas armadas era Luis Echeverría Álvarez. Hace 50 años.

El 25 de mayo de 2007 fueron víctimas de desaparición forzada en la ciudad de Oaxaca Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, era gobernador del Estado Ulises Ruiz Ortiz y mando supremo de las fuerzas armadas Felipe Calderón Hinojosa. Hace 17 años con tres meses.

El 26 de septiembre de 2014 fueron víctimas de desaparición forzada 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural «Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa en Guerrero, era mando supremo de las fuerzas armadas Enrique Peña Nieto. Hace 9 años y 11 meses.

Desde el primero de diciembre del año 2018 es mando supremo de las fuerzas armadas Andrés Manuel López Obrador, durante este sexenio estos abominables delitos de lesa humanidad y demás crímenes cometidos a lo largo de estos últimos 50 años por el Ejército Mexicano han permanecido amparados por el manto de una aberrante impunidad.

Lejos de sacar el ejército de las calles como se nos había prometido se les ha otorgado más poder, incluso violando la Constitución, desde luego que quien tiene el poder de la vieja aplanadora priista puede modificar nuestra Constitución para hacer pasar como legales los más aborrecibles crímenes.

Entonces, los malos somos quienes nos oponemos a esas políticas de terrorismo de estado y de contrainsurgencia social, somos quienes podemos ser asesinados como Samir Flores Soberanes en Morelos, en Oaxaca cinco defensores del Río Verde asesinados de enero a marzo de 2021: Fidel Heras Cruz, Jaime Jiménez Ruiz, Raymundo Robles Riaño, Noé Robles Cruz, Gerardo Mendoza Reyes y Filogonio Martínez Merino. 

Ahora se implementa el Plan Puebla Panamá con proyectos como el Corredor Interoceánico o Tren Maya y sólo unos cuantos se oponen porque a los demás se les ha comprado con vistosas cuentas de vidrio o con el discurso de “Primero los pobres” mientras se sigue saqueando al país y se nos vende como una gracia el derecho a recibir las migajas del neoliberalismo.

Sin embargo, nuestros antepasados han perdido la libertad y la vida por conquistar el derecho a vivir con dignidad, derecho a no tener que pagar para encontrar un trabajo y disfrutar del fruto de ese, nuestro trabajo. No, no hay comparación entre lo que ganan los super ricos de México respecto a las migajas que se arrojan a los pobres para decirnos que a México le va mejor. Cuentas de vidrio mientras el oro se lo roban por toneladas.

No pueden decirnos que estamos mejor mientras se ocultan las cifras de las decenas de miles de personas desaparecidas y asesinadas, mientras aumenta la inseguridad y el crimen organizado manda desde las más altas esferas militares y policiales. Sí, también en Oaxaca.

Porque la memoria del incremento de la guerra de exterminio contra los indígenas zapotecos de la Región Loxicha desde 1996 por Diódoro Carrasco sigue viva, porque no olvidamos los crímenes de Ulises Ruiz Ortiz en el 2006, incluida la creación de la Sección 59, porque la sangre de la masacre de Nochixtlán en el sexenio de Gabino Cué nos refresca esa memoria, no es posible dejar de luchar.

No es posible dejar de luchar, aunque desde entonces nuestra cabeza tenga precio y hayamos sufrido la desaparición forzada, la tortura, prisión política, intento de ejecución extrajudicial y el exilio político.

Así, nos seguimos pronunciando por:

*Libertad inmediata del indígena zapoteco Pablo López Alavez

*Presentación con vida de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez

*Rosendo Radilla Pacheco, los 43 de Ayotzinapa y cientos de víctimas de desaparición forzada en Guerrero

No, no nos hemos olvidado de la desaparición forzada de las indígenas triquis Virginia y Daniela Ortiz Ramírez, junto con ellas queremos recordar a las otras mujeres víctimas de desaparición forzada en nuestro país. Víctimas para las que también exigimos justicia.

Tampoco olvidamos los miles de feminicidios en México y la manera en que, como en Oaxaca, se ha convertido en una política de estado negar su existencia en lugar de prevenir, investigar, perseguir y sancionar a los perpetradores.

Ante la falta de una política de estado de verdadera protección de la sociedad, necesitamos una sociedad que conozca, reivindique y exija sus derechos porque, sólo con justicia, con educación y amando la libertad podremos ser verdaderamente libres.

Desde un rincón del exilio

Juan Sosa Maldonado

Defensor de Derechos Humanos