El corazón de estas mujeres está roto e incompleto

*Durante el 10 de mayo, madres salieron a las calles de la capital de Oaxaca para exigir la aparición con vida de sus hijos, víctimas de desaparición forzada

*“Este día estamos aquí pidiendo y reclamando por nuestros hijos, porque nos falta un hijo, hay una silla y una cama vacía, pero lo más importante, hay un corazón roto de una madre que busca su hijo”

Oaxaca, Oaxaca, Martes 10 de Mayo, 2022 (Fuente: Agencias).- En la capital de Oaxaca, activistas, colectivos, junto con madres, salieron este martes a las calles para exigir justicia y para demandar la aparición de sus hijos, víctimas de desaparición forzada.

Con pancartas, gritos, consignas, las mujeres demandaron la intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador para que se presione a las autoridades de justicia en Oaxaca y se agilicen las indagatorias y se logre con el pronto paradero de las víctimas.

Advierten que han agotado varias instancias desde la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la Subsecretaría de Gobernación que preside Alejandro Encinas, pero no ha habido respuestas.

Afirman que están cansadas y desesperadas de tocar puertas de diversas instituciones de los gobiernos, estatal y federal, sin encontrar respuestas.

Abigail Cruz Ortega de la organización “Oaxaqueños Buscando a los Nuestros”, reclamó que los gritos de las madres no han querido ser escuchados por las instituciones encargadas de procurar y administrar la justicia en el país, que se han negado a dar cauce a las 150 carpetas de investigación que hay por las víctimas, a pesar que el delito de desaparición forzada es un delito de lesa humanidad.

Los casos

Unas de las madres en la protesta, Luz María Zárate Noyola, dijo que lleva casi dos años buscando a su hija Zayra Leticia Morales Noyola, que desapareció el 23 de octubre del 2020.

Sabe que salió de su hogar ubicado en Santa Maria Xochixtlapilco, en Huajuapan de León, región Mixteca de Oaxaca, donde salió a cancelar un pedido, pero ya no regresó.

“Salio entre las 22 y 22:15 horas y jamas volvimos a saber de ella, ya es casi un año 6 meses”.

-¿Qué le han dicho de parte de las autoridades?

-“Nada, no están haciendo nada”.

Dijo que ella tienen dos niños que dejó en la orfandad y al esposo de la víctima lo investigaron, pero según las autoridades no tuvo responsabilidad.

Otro caso es el de la señora Marina Fabián, madre de Jose Díaz Fabián, que lleva dos años desaparecido, tras viajar a Sonora para cruzar a los Estados Unidos de Norteamérica como migrante, pero nada se sabe de su paradero.

Otra madre desesperada es Inocencia Santiago del municipio de Santa Ana Zegache, del distrito de Ocotlán, región Valles Centrales de Oaxaca, que reclama la aparición con vida de Bruno Santiago Ramírez, a quien no lo ha encontrado desde hace 10 años; igual desconoce de su paradero, desde que le dijo que iba a cruzar a los Estados Unidos como migrante, “no sé si lo logró, pero yo aún lo estoy esperando”.

Un caso mas de es de una madre de un mesero que laboraba en clubes nocturno, que desconoce de su paradero.

Según la denuncia, desde el 25 de agosto del 2021 se desconoce su paradero.

“Este día, que para nosotros las madres debería ser un día de festejo, estamos aquí pidiendo y reclamando por nuestros hijos, porque nuestro corazón esta incompleto, porque nos falta un hijo, hay una silla y una cama vacía, pero lo más importante, hay un corazón roto de una madre que busca su hijo”, expresó.

“Si a nuestros hijos se los llevaron y les hicieron algo, que no los devuelvan como sea. Si a mí me van a entregar un puño de hueso, eso lo quiero, para llevarlo a un lugar digno y pueda tenerlo para llorarle, y si lo tienen con vida, también”, agregó.

“Mi hijo se llama Juventino Cruz y cuando desapareció tenia 35 años de edad, y yo le pido a las autoridades que volteen a vernos”, demandó.

Un caso más es el de Marino Bruno Alonso Avendaño, originario de Tehuantepec, que, según la denuncia, desapareció el 10 de mayo del 2018, y según su madre, fue hallado muerto, pero, después, en el registro civil en Santa Maria Colotepec, desapareció su acta de defunción.

“Él, mi hijo, el día que desapareció, íbamos a festejar juntos el 10 de mayo; me dijo que iba a buscar dinero al cajero porque le iban a depositar, pero jamás regresó, después de 2 años me reportaron que había muerto”, dijo sumamente triste.