Jalpan, hundido en la corrupción, la mentira y la división social

*Justicia electoral, tanto federal como estatal, finalmente reconocieron flagrante violencia política por razones de género

Mario GIRÓN

Oaxaca, Oaxaca, Viernes 31 de Mayo, 2019.- San Raymundo Jalpan no es el mismo poblado basado en la fe, apostándole a la paz, trabajo y el respeto desde que lo gobierna municipalmente Mariano Martínez Mendoza.

Ahora, el panorama es en el rubro de la desgracia, una sociedad municipal con antecedente histórico venido de más a menos, en donde la responsabilidad recae en la ambición desmedida del primer Concejal y cómplices.

La mentira, una profunda división social, el arraigo de la corrupción desmedida entre la autoridad municipal, el odio y la difamación convertida en deporte favorito, utilizada en aras de acabar con la honra de las buenas familias, poco a poco destruye la unidad de la célula básica de la población.

Sin embargo, no hay mal que dure más se cinco lunas con los soles respectivos y temporada de huracanes. 

Lo que el Congreso o el Poder Ejecutivo no castiga, llamar a cuentas a un abusivo presidente municipal, como el ejemplo de Martínez Mendoza, aficionado a un desenfreno de lealtad a todo lo que signifique ilegalidad, ganancia mal habida, terminaron haciendo: la Sala Regional Xalapa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), confirmando un acuerdo del Tribunal Electoral del Estado de Oaxaca (TEEO).

Por ejemplo, la máxima autoridad federal en el ámbito electoral coincidió con su homóloga de Oaxaca, en el sentido que el órgano municipal, encabezado por Mariano Martínez, es responsable de violencia política por razones de género en perjuicio de las regidoras de Educación y Salud, Blanca Mendoza Vásquez y Vanessa Benítez, respectivamente.

La historia no miente, las representantes populares fueron despojadas de sus cargos en septiembre de 2017. Se negaron a firmar actas de sesión de cabildos en donde, por ejemplo, en donde venían temas que no se trataron, como, por ejemplo, autorización de permisos para dos estaciones con venta de gasolina, fraccionamientos e importante suma de dinero por concepto de gastos diversos del edil y sus cercanos.    

En septiembre de 2017 se consumó la fechoría. El reidor de Hacienda, Francisco Javier Mendoza Matías, cumplió la orden de su entonces amigo y cómplice, el edil Mariano Martínez Mendoza, deshacerse de las dos regidoras negándose a “jalar” en materia de corrupción, por lo que de manera ilegal optaron por llamar a los suplentes de las regidurías de Educación y Salud.

Por negarse a la complicidad de corrupción, un movimiento ilegal encabezado por el edil, Martínez Mendoza, las mujeres regidoras fueron bajadas de su cargo y con mentiras, el primer Concejal se encargaría de acabarlas, destrozándoles, desacreditándolas como traidoras a la causa del pueblo, que habían recibido dinero, miles de pesos de Olegario Luis Benítez, en poder del palacio municipal actualmente, en protesta porque no le reconocieron la victorial electoral en el proceso reciente. 

De manera cobarde, el edil Mariano Martínez Mendoza echó más gasolina al fuego de la mentira, informando a la población que los suplentes de las regidoras mencionadas harían mejor el trabajo de las propietarias cobrando la dieta sin trabajar, prácticamente existiendo como aviadoras, sin devengar lo que se estaban llevando en dinero quincenalmente.

Finalmente se deshicieron de las regidoras Blanca Mendoza Vásquez y Vanessa Benítez. Sabedoras que sus derechos políticos electorales se habían violentado, recurrieron a la instancia de la justicia electoral, tanto federal como estatal, los que finalmente reconocieron flagrante violencia política por razones de género. Como se trataba de una injusticia, las afectadas con pruebas acreditaron la denuncia, al final, terminaron ganando el caso, la verdad se impuso y la mentira terminó exhibiendo públicamente a Martínez Mendoza.

La resolución de la autoridad Electoral Federal, confirmando el resolutivo del TEEO, fue contundente en septiembre de 2018, ordenándole al edil, Martínez Mendoza y demás integrantes del cabildo, convocar a una asamblea general comunitaria en donde los concejales solicitarían una disculpa por tanto daño causado a las afectadas, no sin antes, subrayar públicamente que se trata de personajes honestas, víctimas de la mentira, la venganza política y todo lo que derive en delito.

Sin embargo, el edil se negó, no acató la disposición del máximo órgano de autoridad electoral y prefirió pagar multas, superior a los 9 mil pesos, hasta que reventó y fiel a su costumbre, el 21 de enero de 2019, organizó una falsa asamblea general, con fotos montajes en donde supuestamente reflejaban la asistencia de 391 pobladores, con firmas falsas, en donde “habían solicitado la separación el cargo de ambas regidoras”.

Las afectas respondieron y en la máxima instancia electoral demostraron que se trató de una farsa un delito más, en donde el edil montó el escenario y falsificando nombres y firmas quiso cambiar el destino político ilegal de su gobierno.

Por lo que el órgano electoral ordenó contundentemente una verdadera asamblea general, la cual, ahora sí, se concretó el pasado 24 de mayo de este año. Asistió la población y los cuatro regidores llegaron divididos y se gritaron las verdades.

Juntos, el presidente municipal, Martínez Mendoza y el síndico Municipal, Orlando Hernández, contra la regidora de Obras, Evelin Natali Méndez y el otrora hermano del edil, el regidor de Hacienda, Francisco Javier Martínez.

Los representantes populares pelearon. Por ejemplo, Javier Martínez gritó contar con pruebas para demostrar que el ratero es el presidente Martínez Mendoza, que no puede explicar la honradez en la adquisición del vehículo, último modelo, de agencia, que ocupa en la actualidad, mucho menos el origen del dinero invertido para ampliar la residencia de su señora madre.

El edil guardó silencio, no pudo responder, se concretó a disculparse públicamente, diciéndole a la población que las regidoras, de Educación y Salud, Blanca Mendoza Vásquez y Vanessa Benítez, respectivamente, son honestas, que nunca cobraron sin trabajar, pero no tuvo el valor de explicarle a la población reunida, el por qué se atrevió a mentir y eliminar momentáneamente de su cargo a las representantes populares, quienes finalmente contaron con el respaldo de la máxima autoridad federal.

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