Ajuste de cuentas en los SSO

*¿Qué harán con los aviadores que ya se jubilaron?

Mario GIRÓN

Oaxaca, Oaxaca, Miércoles 31 de Enero, 2018.- El tema de los aviadores y trabajadores contratados de manera irregular en los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), no es más que un simple un ajuste de cuentas envuelto en la bandera de la legalidad en pos de justicia. Un plan mal trazado desde su origen y pesimamente ejecutado lo que hoy ha generado problemas y desgastes innecesarios.

En nombre de la ley, de la urbanidad, la buena regla administrativa, la honestidad y todo el peso de la ley a los tramposos, los oaxaqueños estamos observando un episodio más de una lucha contra la corrupción, protagonizada por buenos contra malos. Aunque el costo del boleto a la función es oneroso. La estamos pagando con bloqueos y paralización del sector salud.

Por ejemplo, la furia va contra mujeres y hombres ligados al Poder Ejecutivo en los últimos 12 años, los que ilegítimamente siguen como si nada, cobrando quincenas sin devengarlo y no es bueno. Se trata de un delito.

Están desfasado, lo siguen haciendo puntualmente en un presente que no es tiempo de ellos, una fauna de aviadores, depredadores del presupuesto los que para bien de la dependencia no debieron existir ayer ni hoy.

De paso, levantar un muro, inhabilitar moralmente, espantar a los del pasado reciente para que ni se atrevan a buscar una nominación a cargo popular porque no pueden, están salpicados, la cloaca de los SSO los manchó para siempre.

Al menos, hoy no es el tiempo de los hombres del pasado con su pesada carga; no pasarán, aunque sientan el respaldo del hermano del mismo establo político, despachando desde la oficina de Plaza de la Constitución 1 de la CDMX.

El tema de los SSO es complejo, digno de un análisis profundo para llegar a la raíz de la corrupción con nombres, datos en pos de llegar a un castigo parejo. Todos le han metido mano al patrimonio de la de la dependencia. Son mafia.

Todos le han faltado al respeto, tanto a los SSO como a los oaxaqueños dependiendo de ella para prevenir o aliviar sus males.

Todos la vapulearon.

De lo contrario, cómo explicarle a la inteligencia de los oaxaqueños la existencia de una larga lista con el nombre de importantes militantes de partidos y organizaciones políticas, aliados y cómplices, informadores, familiares y amigos del poder, hoy día convertidos en flamantes aviadores que alcanzaron jubilarse. El tiempo les alcanzó para salirse con la suya.

Gozan de una justicia laboral inmerecida porque no la desquitaron, un logro que se les debe retirar y hoy seguramente no los deja dormir bien con lo que están viendo

También deben ir por ellos, por los tramposos, aunque se trate de adultos mayores, están obligaos a rendir cuentas, reintegrar lo que nunca fue de ellos y sin embargo lo tomaron.

El listado con el nombre de los jubilados deben revisarla. Ahí está la clave de otro desfalco. Aviadores jubilados, sucede en Oaxaca, exclusivamente.

Por ejemplo, en el caso de los 836 supuestos aviadores cuyos nombres aparecen en una lista ya difundida, se debe llegar al fondo, ubicarlos perfectamente, saber quiénes son, que jabón los patrocina; no basta solo con correrlos, como se anunció pomposa e irresponsablemente.

Una vez bien identificados, para no cometer injusticias con inocentes, fincarles responsabilidad, denunciarlos, que la justicia federal se encargue de llamarlos a cuentas, los obligue a pagar por el daño originado al patrimonio de los SSO, devolviendo lo que ganaron sin devengarlo.

Si el plan de renovación moral y administrativa en los SSO estaba programado para concretarlo en un plazo no mayor a dos meses, mucho antes de la cita con las urnas en julio, el asunto se enredó, surgieron nuevos problemas, se perdió el rumbo, los días transcurren, el proyecto no avanza y los trabajadores con tambores de guerra.

Quitar a “Carlos para poner a Roberto”, pareciera ser una de las principales pistas del enredo que ya ganó la calle en perjuicio del respetable, el aficionado estatal acostumbrado a soportar el embate de la verdad y la mentira. El brazo de la justicia es fuerte, largo y poderoso, debe alcanzar a los responsables.

Que valga la pena tanto relajo y ausencia de calidad en las acciones.