PASANDO LISTA DE PRESENTE

Raúl Maldonado Zurita*

LA BODA CON UNA MUERTA

*El ruiseñor mexicano contrajo matrimonio en artículo mortis

Oaxaca, Oaxaca, Viernes 01 de Septiembre, 202.- PASANDO LISTA DE PRESENTE en el aula de la vida para para evocar a Ángela Peralta “El Ruiseñor Mexicano”, a quién Manuel Acuña dedicó su genio:

Hubo una selva y un nido

y en ese nido un jilguero

que alegre y estremecido,

tras de un ensueño querido

cruzó por el mundo entero.

Que de su paso en las huellas

sembró sus notas mejores,

y que recogió con ellas

al ir por el cielo, estrellas,

y al ir por el mundo; flores.

Sí, queridos lectores como dice el título de esta columna periodística se celebró la boda con una muerta, y Ángela Peralta en artículo mortis contrajo nupcias con su bienamado Julián Montiel y Duarte. Caso insólito, que se dice fue producto de un juramento de amor, ya que la artista padecía del rechazo por sus amoríos con el empresario.

La historia de la que un día

al remontarse en su vuelo,

fue para la patria mía

la estrella de más valía

de todas las de su cielo.

El 30 de agosto de 1883 falleció Ángela Peralta casándose en artículo mortis con Julián Montiel y Duarte. Un testigo, el señor Jiménez, narró los detalles de la impresionante ceremonia matrimonial: «Uno de los artistas, de apellido Lemus, sostenía a doña Ángela por la espalda y en el momento en que el juez hizo la pregunta sacramental” ¿Acepta a este hombre por esposo?”, Lemus movió la cabeza de la enferma en señal afirmativa. La cantante, prácticamente estaba ya muerta y tengo la seguridad de que no se enteró de la importancia del acto…»

Se vistió el cadáver con ropa de alguno de los personajes que en vida había interpretado la diva mexicana y, según se dijo entonces, también se le colocaron sus mejores joyas. El 11 de abril de 1937 sus restos fueron exhumados para ser trasladados al panteón civil de la Ciudad de México. Entre la tierra y trozos de madera no se encontró ni una sola alhaja, ni un simple dije. Sólo unas chinelas y restos de cabellera castaña.

Polvo, polvo, nada. ¡Angélica di voce e di nome!

La de aquella a quien el hombre

robara el nombre galano

que no hay a quien no le asombre

para cambiarlo en el nombre

de Ruiseñor Mexicano.

Y de la que al ver perdido

su nido de flores hecho,

halló en su suelo querido

en vez de las de su nido

las flores de nuestro pecho.

El ocaso del ruiseñor tuvo lugar en Mazatlán donde fue recibida con todos los honores, la fiebre amarilla, epidemia que llevó a la tumba a la voz privilegiada de México.

*PREMIO ESTATAL DE LA JUVENTUD BICENTENARIO 2010, MAESTRO EN LITIGACIÓN EN JUICIOS ORALES

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