Pueblo indígena Ayuuk condena violencia en Oaxaca
Oaxaca, Oaxaca, Viernes 24 de Junio, 2016 (Fuente: La Jornada).- Representantes de bienes comunales, regidores, cuatro alcaldes y el pueblo indígena Ayuuk de Oaxaca difundieron un pronunciamiento en apoyo a los profesores de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) y a la comunidad de Nochixtlán, en el que reprueban la violencia extrema ejercida por el gobierno estatal contra los maestros disidentes y pobladores de esa localidad.
En el documento mencionan que “por el simple hecho de existir y en ejercicio de los derechos fundamentales de las comunidades y pueblos indígenas plasmados en la Constitución y en instrumentos internacionales como el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), además de tomar en cuenta la cosmovisión y la forma específica de respetar la vida de los seres humanos y de la naturaleza toda, el pueblo Ayuuk:
“Reprueba la violencia institucionalizada ejercida por los gobiernos estatal y federal en el asesinato de profesores de la sección 22 de la CNTE, niños y ciudadanos de Nochixtlán ocurrido el pasado 19 de junio”.
Agrega que exigen la “liberación inmediata de profesoras y profesores de la sección 22, entre ellos el secretario general de la gremial magisterial, Rubén Núñez Ginez; el de organización, Francisco Villalobos; finanzas, Aciel Sibaja Mendoza y de ciudadanos y ciudadanas de Nochixtlán detenidos ese mismo día”.
A su vez, exigen al secretario de gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, el de educación pública, Aurelio Nuño y al presidente de la República Enrique Peña Nieto, la instalación inmediata e incondicional de una mesa de diálogo digno y verdadero con la CNTE, académicos y autoridades comunitarias para abordar el asunto de la abrogación de la reforma a los artículos 3 y 73 constitucionales.
Lo anterior debido a que lo único que está causando la mal llamada reforma educativa es la muerte y desprecio profundo por las comunidades y pueblos originarios, las comunidades campesinas y urbanas, así como todos los sectores marginados.
Pidieron también, se reconozca y respeten los acuerdos de San Andrés firmados por el gobierno federal y el Ejército Zapatista de Libración Nacional (EZLN), el 16 de febrero de 1996 como una forma concreta del ejercicio de la democracia y el respeto a la diversidad de México sustentada en las comunidades y pueblos indígenas.
Reitera su compromiso al diálogo digno y verdadero que constituye la vía para armonizar las diferencias y llegar a acuerdos.
Y finaliza con la intención de las comunidades indígenas de gozar educación, justicia, paz, salud y alimentación como ejercicio inalienable de los derechos fundamentales y no como productos que se compran y se venden.
