Los mixes no se esperan a la ayuda del gobierno

Oaxaca, Oaxaca, Jueves 14 de Septiembre, 2017 (Fuente: Agencias).- Los habitantes de los pueblos mixe, en la región Sierra Norte de Oaxaca, fueron golpeados por las lluvias torrenciales que provocaron grandes estragos, como desbordamiento de ríos que causaron inundaciones y desgajamiento de cerros, pero el jueves fueron rematados por el terremoto de 8.2 grados en la escala de Richter –el más fuerte de los últimos 100 años en México–, que derrumbó gran cantidad de sus viviendas.

Hoy, la región Mixe se encuentra severamente afectada por el desbordamiento de ríos, las intensas tormentas y el terremoto, que ha dejado daños en dos carreteras, la autopista Mitla-Tehuantepec que se encuentra cerrada a la circulación y la carretera libre 169 Ayutla-Choápam, donde se han registrado unos 70 deslaves, además de la caída de rocas descomunales, lo que incomunica a 40 rancherías donde hay más de mil 500 familias.

Mientras que, en unos 12 municipios, se informa que hay un censo de 500 viviendas dañadas por la caída de bardas, cuarteaduras y desplome de techumbres, mientras que también se reportan 3 iglesias con fisuras, 7 escuelas con grietas, además en su estructura.

El temblor causó, además, el rompimiento de rocas en algunos cerros, generando la caída de aguas naturales que ahora parecen cascadas e inundan parte de la carretera.

Tampoco hay telefonía, servicios de internet y energía eléctrica, además que los víveres y alimentos empiezan a escasear en los comedores comunitarios de 6 poblados.

 

RECONSTRUYEN SUS CASAS

 

Ante la desesperación y la falta de ayuda humanitaria, los pobladores de Santa María Zacatepec, en la región Mixe, se organizaron en apego a sus usos y costumbres y como faena y tequio comunitario, trabajan para retirar los escombros que han causado y dejado a su paso la tormenta y el reciente terremoto de 8.2 grados en la escala de Richter, que dejó un saldo 78 víctimas fatales y más de un millón de damnificados, en 41 municipios, principalmente de la región del Istmo de Oaxaca.

Los habitantes de las comunidades rurales e indígenas mixe no esperan la ayuda del gobierno, porque saben que nunca ha llegado y por ello ha optado por organizarse para auxiliarse mutuamente.

Principalmente, atender a los afectados por la caída de sus viviendas, apoyándolos en la reconstrucción de sus casas, elaborando adobes fabricados a base de tierra, abono, carrizo, lodo y arcilla.

“Aquí en nuestra tierra, la de los nunca conquistados, se nos ha enseñado desde niños a realizar adobes, los hacemos con tierra y lodo y vamos a trabajar en su elaboración para ayudar a nuestros hermanos en desgracia, ojalá y el gobierno apoyara con la entrega de láminas para colocar las techumbres que se desplomaron”, advierte Javier Cruz Sánchez, presidente de Bienes Comunales de Santiago Zacatepec.

 

LA VIRGEN DEL DESASTRE

 

En medio de la destrucción, en un tramo de la carretera que conduce de la población de Yacochi a Zacatepec, Mixe, se observa una capilla que, “de milagro”, advierten los lugareños no fue arrastrada, ni sucumbida al registrarse el desgajamiento de un cerro.

Los viajeros que cruzan el tramo la han bautizado como la virgen del desfiladero y se encomiendan a la imagen que quedó cubierta en una ermita de cemento, mientras alrededor se observan los vestigios del desastre.

 

EL CLAMOR

 

Maribel Alejo Cristóbal, regidora de Salud, y Cruz Romero, secretario municipal de Santiago Zacatepec, demandaron que los gobiernos, federal y estatal, volteen la mirada hacia las zonas de la serranía que están en condición de desastre por el sismo.

“La ayuda no sólo debe ser canalizada en el Istmo de Oaxaca, aquí también tenemos destrucciones y daños y no queremos que se nos olvide y se nos siga ignorando como ha pasado con otros fenómenos naturales en otros años”.

Aceptaron que luego de ocurrido el sismo alertaron a las autoridades estatales, principalmente a la Coordinación de Protección Civil, de la emergencia que viven los habitantes de sus pueblos, y se les notificó que ante la interrupción de las carreteras por los deslaves y desgajamientos de cerros, se pondría en operación un puente aéreo para trasladar ayuda alimentaria, medicamentos, agua y cobijas, pero jamás sobrevoló, ni aterrizó un helicóptero por zona.

Por ello, la presidenta municipal, Estroberta Ramírez López, partió con una comisión de ciudadanos a la Ciudad de México para presentar ante la Secretaría de Gobernación (SEGOB) una solicitud de ayuda humanitaria para la región Mixe.

En tanto, Victoria Vásquez Jiménez, secretaria municipal de Santa María Yacochi, demandó la presencia de peritos especialistas en la zona alta de los mixes y de personal de la SEDATU, para evaluar y censar los inmuebles dañados, a fin de que sean tomados en cuenta en la declaratoria de desastre y puedan realizarse su reconstrucción.

Después de lograr retirarse los escombros de uno de los tramos carreteros, tras 6 días arribaron tres vehículos homer del Ejército con una banderola que alertaba que pertenecía a la brigada del Plan de Emergencia DN-III.

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