Crónica de las veredas y el camino en busca de una paz digna

*Los ataúdes y el encadenamiento en la SEGOB

Efraín Solano Alinarez / Primera parte

Oaxaca, Oaxaca, Lunes 19 de Septiembre, 2022.- El pasado 1 y 2 de agosto, con las autoridades agrarias y ejidales de San Sebastián Nopalera, instalamos un plantón en las afueras de la Secretaria de Gobernación en la CDMX.

El primer día los compañeros se encadenaron en las rejas ubicadas en la entrada principal de la dependencia ilustrando con ello el olvido al que ha estado encadenado la comunidad desde siempre; el segundo día se colocaron 3 ataúdes a la que se irían sumando más, hasta llegar a 30, que es igual al número de muertos que ha dejado un conflicto de tierras con el poblado de Zimatlán de Lázaro Cárdenas y que los gobiernos estatal y federal fueron omisos en atender dejando una historia violenta llena de sangre y que a lo largo de 12 años ha sumado también doce desaparecidos, decenas de viudas, huérfanos y cientos de heridos entre ambas comunidades.

Quizá ésta haya sido la última protesta de nuestra comunidad hacia el estado mexicano en torno a esta problemática, dado la atención que le ha puesto el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López, quien instaló una mesa de trabajo para dar cauce institucional a nuestras demandas.

El Secretario, de voz pausada y afable reconoció la legitimidad de nuestra protesta ratificando su compromiso y que el Estado Mexicano acompañaría a ambas comunidades en este último tramo del camino que vienen recorriendo desde hace un buen tiempo.

Esta historia de tumbos y dolores, Zimatlán de Lázaro Cárdenas y San Sebastián Nopalera tenían la opción de aguardar y esperar con los brazos cruzados y entumidos mientras sumaban a la lista los muertos, los heridos, las viudas y los huérfanos, esperando quizá una solución impuesta por el gobierno; pero ellos no esperaron, decidieron transitar en la obscuridad erguidos y con convicción para alcanzar su anhelo de paz, siguiendo la luz del entendimiento, la sabiduría la paciencia y la hermandad.

Porque la paz es como un mañana, hay quienes duermen y esperan que llegue, otros se desvelan y valientes caminan infatigables en su busca. En este azaroso andar, el espíritu que reinó entre los dos pueblos mixtecos, fue dialogar aún en medio de las balas y en medio de la orfandad institucional.

En esta historia los dos pueblos creen en un futuro más humano y luchan por conseguirla y a pesar de estar impregnada de la sangre que les costó a muchos y a muchas, a pesar de su intenso matiz impetuoso, también está repleta de riqueza cultural y es ejemplo en un estado donde cerca de 500 conflictos agrarios siguen siendo fuente de violencia e ingobernabilidad y donde la única oferta del gobierno de Alejandro Murat fue la mentira y la simulación.

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