La marginalidad del reportero oaxaqueño
Oaxaca, Oaxaca, Domingo 27 de Febrero, 2022 (Fuente: Agencias).- El oficio de reportero nunca ha sido fácil, su libertad de informar ha sido los intereses políticos y económicos de los propietarios de los medios en que labora.
En Oaxaca, en los últimos seis años, casi el cincuenta por ciento de los reporteros se quedaron sin empleo, pues la prensa, la que muchos llaman escrita, dejó de ser negocio para sus dueños y por ello cerraron, otros redujeron su plantilla laboral.
Lo mismo con los noticieros radiofónicos, donde los reporteros ya no fueron necesarios y fueron sustituidos por las redes sociales.
Además, ha surgido una nueva figura en la comunicación: los “youtubers”, quienes, además de entretener, también informan. Por si fuera poco, también están los editores de noticias en Facebook o en radios por internet.
En los últimos diez años hemos visto la forma cómo han fallecido reporteros, sin asistencia social y cuyas familias quedan a la deriva.
Es triste decirlo, pero han terminado en la miseria, sin un patrimonio o futuro para sus seres queridos.
Otros actualmente se encuentran enfermos, sobreviviendo al día y a como se pueda, sin asistencia social.
En los gobiernos priístas ha habido apoyo para todos los sectores, menos para los periodistas.
Quienes están ingresando a este oficio están peor, porque lo hacen por su cuenta y carecen de toda protección.
Hoy nos enteramos de reporteros con problemas de salud a merced de un fatal destino, una agonía de sufrimiento y decepción y la impotencia de la familia a quien no se habrá dejado nada.
Presuntamente el gobernador del estado, Alejandro Murat, anunció hace pocos días, tras el asesinato del periodista Heber López Vásquez en Salina Cruz, Oaxaca, un fideicomiso para apoyar a los periodistas en Oaxaca.
Esta idea ya tiene mucho que se cocina y se proyecta en el estado, pero nunca ha sido una realidad. Los integrantes de la Asociación de Periodistas de Oaxaca (APO) ha hecho esfuerzos en este tema, pero poco se ha logrado.
Reporteros, fotógrafos, editores y compañía se encuentran en la indefensión: cuando enferman en poco o nada, las medios para los que trabajan los apoyan o los ayudan; ya nada qué decir cuando trabajan por su cuenta. Es la misma situación cuando sufren accidentes o se ven envueltos en situaciones legales difíciles. Como lo indicaron los periodistas el pasado viernes 18 de febrero en el zócalo de la capital de Oaxaca: es hora de unirse y de hacer frente, juntos a todas estas situaciones adversas a las que se enfrenta el gremio; sin unidad será muy difícil salir adelante y poder triunfar frente a este tipo de obstáculos.