Mujer narra cómo, hijo de empresario oaxaqueño, abusó sexualmente de ella

Oaxaca, Oaxaca, Martes 02 de Febrero, 2021 (Fuente: Estado 20).- “Hoy hace siete años fui violada por Armando J. y esta es mi historia”.

Es el preámbulo de la narración de Atenas Neymar, una joven violada por el hijo de José Luis Jiménez, un poderoso y millonario empresario de Oaxaca acusado de vender uniformes y zapatos de mala calidad a diferentes gobiernos estatales, proveedor de la Fiscalía General de la República, dueño de la Ex Hacienda San Antonio y de la Comercializadora JID, entre otros negocios.

La crónica del delito fue narrada por Atenas Neymar, a través de su cuenta en Instagram y posteriormente publicada en Facebook, el pasado 28 y 29 de enero de 2021, precisamente cuando se cumplieron siete de años de su violación y en el que Armando J. continúa en libertad, pese a las denuncias en su contra.

“Yo siempre fui la típica alumna promedio de la universidad, la cual le echaba ganas, era amiguera, pero no era una chica que llamara la atención, ni que anduviera buscando novios, me la vivía haciendo ejercicio y estudiando. ¿Por qué se los digo?, se los digo porque lo que voy a hacer puede sorprender a muchos y muchos no se lo esperaban. Siempre fui la que se esforzaba con estudiar, ser una directora, más allá de tener un novio, tener familia o casarse.

“Y entonces eso es importante, hoy es 28 de enero y he pensado mucho en hacer esto. Pero creo que es necesario hacerlo, hoy hace siete años fui violada por Armando J. y esta es mi historia”.

Atenas Neymar, después de realizar estudios en la Universidad Anáhuac México Norte, regresa a Oaxaca y empieza a trabajar en el periódico “Noticias”. Sus ingresos eran bajos y mejorarlos dependían de las ventas que lograba realizar. Armando J. debía entregarle una factura y con la cual podría tener un bono; este, quedó de llevársela al diario a las cuatro de la tarde de ese 28 de enero de 2014, pero no lo hizo.

Alrededor de las 7:40 de la tarde, ella le llama para recordarle de la factura que le tenía que entregar. Le respondió que no lo había llevado porque estaba ocupado, pero que fuera a donde se encontraba para que se la diera.

Atenas Neymar, vestida con un pantalón de mezclilla, un suéter y bufanda alrededor de su cuello, toma un taxi –porque entonces había peleado con su novia, quien era la que tenía vehículo y quien regularmente la llevaba a su casa– y se dirige hacia “El Asador Prieto”, un restaurante-bar que se encontraba en Santa Lucía del Camino, a cinco minutos de El Rosario –una zona de este municipio conurbado a la ciudad de Oaxaca–.

El taxi se estaciona frente a la entrada, desciende del vehículo e ingresa al restaurante bar en el que las mesas de servicio estaban separadas por un estacionamiento, en el que alcanza a ver cuatro vehículos.

En una de las mesas de encontraba el chef Marco, de Banquetes Tanivet y propietario de un restaurante, Moctezuma y Armando J. junto a cuatro mujeres y una más, que se encontraba en estado de ebriedad frente a la barra de bebidas alcohólicas.

Armando la ve y la saluda, porque, además de cliente del periódico “Noticias”, era su amigo. “Permíteme, deja ir por la factura”, le dice. Pero antes, le da un mezcal y le insiste que lo beba, Marco y Moctezuma lo secundan, hasta que la convencen.

Inmediatamente de tomar el mezcal, empieza a sentirse mareada, su bolso lo sostiene en su vientre, se levanta y se dirige a la barra para pedir algo de comer por ese repentino mareo. Le dicen que no tienen nada que comer porque ya se había cerrado la cocina y que sólo había chicharrones. Dámelos, les dice, a los que atienden la barra. En ese momento entra un vehículo Mini Cooper, cargan a la chava que está ebria y la suben al carro. ¿A dónde se la llevan?, pregunta Marco, el chef. No le hacen caso, cierran la puerta y se la llevan.

Atenas Neymar regresa a la mesa con Marco y Moctezuma y pregunta dónde está Armando, a quien no ha visto desde que el dio el caballito de mezcal. ¿Y mi factura, y mi factura?, repetía hasta que se desvaneció y perdió la conciencia.

“Yo pongo unos puntos al aire. Yo vivía en ese entonces en El Rosario, “El Asador del Prieto” está a menos de cinco minutos, el chef Marco es mi vecino de la misma calle, a diferencia de seis casas. Y estaba Moctezuma que es otra persona pensante. Que los tres son unos mierdas, capaces de ver a alguien así y aprovecharse de ella. Le pregunto yo porque son sus amigos, de verdad, eso es lo máximo que pueden pensar alguien que también tiene hermanas.

“Porque Marco, yo te lo digo, y la gente que me conoce, si alguien está borracho le doy agua, lo cuido y ni siquiera dejo que se vaya ahogado y tu no pudiste llevarme a mi casa siendo tu vecino, no pudiste cuidarme, porque créeme, yo en tu lugar si cuidaría a tus hermanas. ¿Tan difícil era Marco, cuidar a tu vecina?”, cuestiona y recrimina.

Lo que sigue son “flashazos” en la memoria de Atenas Neymar y parte de lo que, después, tras interponer una denuncia, le contaría Moctezuma.

Completamente inconsciente la cargaron y la metieron al vehículo Smart de Armando J., la llevan a la casa de la mamá de Moctezuma, en la que había una sala rústica de madera con cojines de tela. La madre de Moctezuma le dio a beber leche con el fin de vomitara para ver si era posible que recuperara la conciencia. “Mi amor toma agua, vomita, vomita, le decía la señora”. A siete años, aún desconoce que sustancia le echaron al caballo de mezcal para que la pusiera de esa manera, completamente inconsciente.

Armando J. se ofrece a llevarla a su casa (el hogar de Atenas Neymar, el cual se ubicaba en El Rosario, a menos de 10 minutos de donde se encontraba “El Asador Prieto”). La mamá de Moctezuma accede a entregársela en ese estado de inconsciencia, y la suben al asiento del copiloto del Smart del hijo del empresario José Luis Jiménez.

Mientras Armando J. conduce el vehículo, Atenas Neymar intenta reincorporarse, despertar. Cuando medianamente logra abrir los ojos, está en el estacionamiento de una farmacia y ve a Armando J. salir de ella con una bolsa y con condones. Vuelve a desfallecer. Armando la lleva a su departamento en Guadalupe Victoria, una agencia municipal de la ciudad de Oaxaca; abre la puerta de su departamento, en el para entrar hay que bajar una corta escalera y abrir otra puerta; el sitio tiene en la entrada una cocina en forma de L, con una mesa negra en medio y una sala, también color negro, la cual está frente a la habitación con un baño. Armando J. la saca del vehículo cargándola y la mete en su departamento. Y la viola.

Atenas Neymar despierta adentro del baño con su pantalón de mezclilla y ropa interior hasta sus pies; el resto de la ropa, de la parte superior no se la había quitado. Junto a la cama, un condón. Dormido en el sofá con un pijama azul, sin la camisa puesta.

“Solamente tengo flashazos donde le estoy diciendo que por favor pare porque me duele, la verdad no sé si me violó solo Armando o si me violó también Moctezuma o si me violó también Marco, pero con quien yo desperté era Marco en su casa”.

Desconcertada y en shock, sale del departamento, toma un taxi para que la lleve a la casa de su mamá.

“Porque las mujeres, por si ustedes no lo saben, cuando son atacadas de esa forma, entran como en shock, pánico y tratan de entender, es como una pequeña locura que te dura mucho tiempo, en donde no sabes cómo están tus emociones y no, no entiendes. Básicamente tratas de encontrarle la lógica a lo que acaba de pasar, así como cuando te rompen el corazón y te corta la persona que tú creías que te quería y tratas de entender el por qué”, explica.

Al día siguiente, destrozada va a su trabajo en el periódico “Noticias”; pero el llanto no la deja trabajar. Pide permiso para salir, compra cigarros, camina hacia el parque Conzatti, donde se sienta a llorar, su novia la alcanza y trata de consolarla, le cuenta todo, lloran juntas.

Durante todo el día del 29 de enero de 2014, trató de confrontar a Armando J. y exigirle una explicación, primero a través de llamadas, luego mensajes; pero la bloqueó. Entonces le envió mensajes por correo electrónicos, donde Armando J. reconoce que la violó, pero trata de excusarse que ella también quería. Algo difícil, imposible, porque Atenas Neymar es gay.

“Lo de las series de mail que nos mandamos, él justifica que yo quería, porque él no sabía que yo soy gay. Entonces para poder tomar esta decisión de contar mi historia, por eso era complicado, porque abiertamente les estoy contando que soy gay”.

Para Atenas Neymar, lo que siguió fue la decisión de contarle a su mamá, de pedirle apoyo, de denunciar a Armando J., de tener que ir a terapia en estos siete años, de intentar obtener justicia y que no quedara impune la violación sexual de la que fue víctima, de tener que ir a revisiones médicas dolorosas.

Su abogado intentó que diera la cara Armando J., pero este inmediatamente se fue de Oaxaca: estuvo en Estados Unidos, en Guadalajara, en Chiapas. El único que se presentó fue Moctezuma. Eso es todo, el crimen queda impune. Armando J. nuevamente se pasea en Oaxaca, impune. Atenas Neymar tomó valor y decidió hacerlo público.

“Podrás intentar cambiar y llegas a tu casa y te cambias de ropa, pero no Armando, eres la misma mierda de violador que fuiste. Les agradezco a todas las que me han mandado mensajes y que han sido atacadas en Oaxaca con los nombres de los violadores… esto es un ejemplo, háganlo (denuncien).

“Me da mucha tristeza ver mensajes de niñas violadas por hombres que conozco, pero háblalo, dilo, sé ejemplo, puedes evitar otra violación o maltrato a otra mujer. Si nadie te cree, yo sí te creo”, sentencia Atenas Neymar.

En el siguiente enlace de Facebook puedes ver y escuchar su historia completa, narrada por ella:

https://www.facebook.com/101406221330462/posts/273963607408055/.

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