La carne de cero acaba con el agua dulce

Oaxaca, Oaxaca, Lunes 16 de Noviembre, 2020 (Fuente: Agencias).- China ya era el mayor consumidor y el más grande productor de carne de puerco en el mundo. Pero esa autosuficiencia se acabó en 2018, cuando un brote de gripe porcina africana, letal y sin cura, detuvo la producción y provocó que millones de animales fueran sacrificados en un intento de detener el virus. En 2019 China redujo su producción hasta en un 40 por ciento.

En los últimos años se han instalado cientos de granjas en la Península de Yucatán para satisfacer las necesidades del mercado asiático. Estos criaderos de cerdos han traído conflictos ambientales y sociales en distintas comunidades.

En esta zona de México existen 257 granjas porcinas, de las cuales 222 se encuentran en el estado de Yucatán, 21 en Quintana Roo y 14 en Campeche, según un registro de la organización Greenpeace México en un informe publicado este año.

Sin embargo, la abogada Lourdes Medina, de la organización no gubernamental Indignación, dice que en la Península hay 400 granjas que no tienen ningún tipo de registro en la península.

La industria porcícola necesita mucha agua para poder operar, se necesitan miles de litros de agua para lavar los corrales y para alimentar a los cerdos. Y la Península es el reservorio de agua dulce subterránea más rico de todo el país.

Se calcula que para producir un kilo de carne de cerdo se requieren 6 mil litros de agua y 3.5 kilogramos de granos.

Uno de los alimentos más utilizados para alimentar a los animales es la soya. En la península existen diversas acusaciones por el uso de este cultivo transgénico.

Para China, con sus mil 400 millones de habitantes, es un asunto de seguridad alimentaria; para Latinoamérica es una carga para varias poblaciones y, también, para el medio ambiente.

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