Hermano de dirigente de la COCEI, murió por Coronavirus

Oaxaca, Oaxaca, Jueves 16 de Abril, 2020 (Fuente: Agencias).- Un trabajador del área de mantenimiento del Hospital Civil de Juchitán de Zaragoza fue la quinta persona que falleció en Oaxaca, infectado por el virus del COVID-19.

Se trata de Cuauhtémoc de Gyves de la Cruz de 65 años de edad, hermano del dirigente político de la Coalición Obrera Campesina Estudiantil del Istmo (COCEI), Leopoldo de Gyves de la Cruz. Bajo protocolos sanitarios y medidas de sana distancia fue inhumado el cuerpo del extinto.

Cuidando las medidas correspondientes al manejo de un cadáver con Coronavirus, al cuerpo de Cuauhtémoc de Gibes, se le rindió un homenaje en el Hospital “Macedonio Benítez Fuentes” de Juchitán, donde laboraba como técnico de mantenimiento y quien presuntamente se infectó de COVID-19.

De acuerdo al reporte médico, estuvo 12 días hospitalizado, pero al agravarse su cuadro clínico, falleció en el momento que pretendía ser trasladado a un hospital en la ciudad de Oaxaca.

Cuauhtémoc era el segundo paciente positivo diagnosticado, según prueba de laboratorio por COVID 19, el primero había sido el doctor Daniel López Regalado, ex jefe de la Jurisdicción sanitaria.

El cuerpo fue inhumado después de ser llevado en una carroza propiedad de una funeraria seguido de una caravana de vehículos de sus familiares que no descendieron de las unidades.

Los médicos y enfermeras del hospital de Juchitán donde fue atendido, desde la puerta principal de la clínica le ofrecieron aplausos.

El homenaje duró unos cuantos minutos, de ahí fue llevado al panteón de Domingo de Ramos, donde lo sepultaron.

Un familiar informó que Cuauhtémoc habría recibido buena atención en el Hospital del ISSSTE de Tehuantepec, sin embargo y, a pesar de no sufrir ninguna enfermedad crónico degenerativa, su condición agravó por falta de oxigenación en sus pulmones, por lo que se realizaban los protocolos necesarios para trasladarlo a un hospital de la capital oaxaqueña para una mejor atención con respiradores artificiales, sin embargo, ya no puedo ser posible, ya que alrededor de la una de la mañana dejó de existir.

Autoridades del Hospital dio dos opciones a la familia: cremar el cuerpo o ser traslado de inmediato al panteón para ser inhumado, optaron por lo segundo y bajo los protocolos de seguridad de los empleados de la funeraria, el féretro fue sellado y llevado al panteón, en donde sus familiares los despidieron desde lejos para evitar un posible contagio.

El titular de los Servicio de Salud de Oaxaca, Donato Casas Escamilla, confirmó que, durante el traslado del cuerpo hacia el panteón de Juchitán, el féretro iba completamente sellado, para evitar así un posible contagio del COVID-19.

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