En Tlaxiaco, fin a 12 años de corrupción

*El Presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo un regreso triunfal en la región Mixteca de Oaxaca

Oaxaca, Oaxaca, Jueves 02 de Abril, 2020 (Fuente: Agencias).- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, respetó por primera vez el protocolo sanitario en medio de la crisis por la pandemia del COVIC-19, ya no saludó de mano al gobernador en turno y se dejó, incluso, tomar la temperatura, la cual reportó 36.5 grados y aceptó ponerse gel antibacterial en las manos para salir del aeropuerto, respetando la sana distancia que la mantuvo hasta llegar a Tlaxiaco en carretera, donde en el acto público ya no tocó las manos de nadie, se tocó sólo el corazón para fraternizar.

El hombre de las grandes audiencias por primera vez se le vio tímido, callado, respetuoso de los lineamientos y sólo saludó muy a su pesar, de lejos a sus seguidores que, aunque ahora pocos, siempre le aplaudieron.

López Obrador se vio comprometido a regresar este miércoles a la región Mixteca de Oaxaca, luego que en su última gira no pudo inaugurar formalmente el hospital del IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social) de Tlaxiaco, por la falta de equipo.

Se argumentó que, por la coyuntura de la crisis sanitaria por la epidemia, no llegaron a tiempo las 20 toneladas de equipo que se requerían, lo que provocó que funcionarios federales del IMSS en Oaxaca rentaran equipo y ello molestó al presidente, que le pidió al Zoé Robledo que en 10 días se cumpliera hasta con la entrega del equipo para no defraudar al pueblo mixteco.

Finalmente, y como lo dijo en su discurso el director del IMSS, la ambigüedad de la política del ya mero y ya casi, fue superada con ya listo, al entregarse hasta el último equipo e insumo necesario para que la unidad hospitalaria quedara funcionando.

Hasta una noche anterior, en la víspera de la llegada presidencial, nació una bebé, la pequeña Rosalinda, con lo que se pone fin a 12 años de corrupción.

Y es que, según el gobernador Alejandro Murat, el hospital de Tlaxiaco era un monumento a la corrupción, porque desde que él asumió el cargo, la obra estuvo abandonada.

Desde que se colocó la primera piedra en el régimen del ex gobernador Ulises Ruiz, que se dejó abandonado y tardo mucho más tiempo en terminarse, hasta más de 12 años.

Recordó que, al revisar el antecedente, el hospital primero se ubicó en una zona de conflicto agrario, que tuvo que desahogarse en los tribunales para avanzar en su construcción, hasta que se quedó en obra negra y luego no se pudo operar porque no había recursos en las finanzas estatales para pagar la plantilla de personal, que implicaba un gasto anual de 90 millones de pesos.

Pero, finalmente, llegó la mano amiga y el compromiso del Presidente Andrés Manuel López Obrador de terminar con la corrupción y se logró que el gobierno federal se haga cargo del tema y del equipamiento y surtimiento de medicamentos para la unidad médica, además del pago de nómina del personal.

El presidente quiso festejar, pero se aguantó las ganas porque el evento final de inauguración del evento fue casi a puerta cerrada, por las medidas preventivas causadas por el COVID-19.

Pero optimista, saludó de lejos, tras la reja y la ventanilla de su camioneta a sus seguidores, tocándose el corazón, advirtiendo que los buenos tiempos regresarán.

Anunció que, una vez que se supere la contingencia por la pandemia, habrá que realizar una gran convocatoria, una gran fiesta nacional, porque vamos a invitar al zócalo y todas las plazas públicas de México a que participen para que sea felices y se vuelvan abrazar y besar.

El evento público fue realizado bajo estrictos controles, con sillas ubicadas a sana distancia, e ingresos sujetos a controles de temperatura.

No faltaron, afuera del evento, algunos líderes que llevaron acarreados para recibir al presidente, pero fueron invitados a dispersarse para no estar juntos.

Los que entendieron se separaron, los que no, lanzaron consignas, argumentando acciones de represión.

Mientras que, en este pueblo mixteco, semi vacío, aún ´había gente desconcertada con los anuncios de dispersión y aislamiento, pese a que una camioneta del ayuntamiento cruzaba la calle, llamando a la gente a mantenerse en sus domicilios.

Al menos, en las paredes del palacio municipal hay anuncios de cancelación de la verbena y del día de mercado de cada viernes.

Contingencia por el COVID será transitoria, dice el presidente

Pero, por otra parte, y al cumplir con la entrega del hospital de especialidades del IMSS en el municipio de Tlaxiaco, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, afirmó con optimismo que la crisis que vive México por la contingencia del COVID-19 será transitoria y “pronto nos levantaremos, saldremos a la calle y pronto va comenzar reactivación económica para regresar a la normalidad productiva y laboral”.

Aseguró que en esta ocasión la emergencia sanitaria está siendo dirigida, ya no por políticos “sabelotodo o todólogos” sino por médicos, especialistas y científicos, de gran trayectoria, “todos ellos eminencias” que están actuando para que la curva y los contagios no crezcan.

Aceptó que sólo el 10 por ciento de la población en el país tendrá que ser hospitalizada y para ello se mejora la infraestructura hospitalaria existente.

“La mayoría puede resistir y salir adelante en sus hogares”, por eso adelantó que se va aplicar en su momento el Plan Marina y DN-III, como refuerzo para fortalecer las medidas sanitarias.

Dejó claro que sus próximas giras serán para visitar hospitales federales, estatales y militares, donde verificará que estemos preparados.

Pidió mantener los protocolos sanitarios de larga distancia y de aislamiento preventivo, “porque no debemos confiarnos para que no sean rebasados los servicios de salud frente a la emergencia”.

Dijo que no debe sorprender el desarrollo exponencial de la pandemia y del virus, como ha pasado en otros países que ha crecido el número de pacientes que llegan a saturar los hospitales.

“Nosotros estamos haciendo las cosas para que se pueda ir administrando en la medida de los posibles el contagio y para ello las medidas preventivas, a fin de que la curva de contagio sea horizontal y no vertical, a fin de tener los ventiladores suficientes”, recalcó.

Apostó a las culturas que hay en el país, “no hay que olvidar que la cultura siempre nos ha salvado y cuando hablo de cultura, no hablo de algo lejano, extraño, abstracto, es lo que somos los mexicanos, lo que hemos heredado de las grandes civilizaciones que florecieron en México, por esas culturas tenemos mucha fortaleza, por ello hay cohesión y fraternidad en nuestras familias. Las familias mexicanas son la institución de seguridad más importante del país, más que el IMSS, El ISSSTE o el INSABI, y el ejemplo es que ahí se cuide con amor, con solidaridad, siempre en tiempos difíciles hay ayuda mutua, ahí es donde se sabrá y tendrán que cuidar a los adultos mayores, que son el segmento de mayor riesgo en esta pandemia.

Confió que, al tener una familia solidaria en México, no hay gente de la tercera edad abandonado en asilo de ancianos, “y en el país son pocos estos, a diferencia de otras partes del mundo, donde se desatiende a los adultos mayores”.

Además, dijo que México tiene suerte hoy, porque su gobierno se anticipó a lo peor de la contingencia, porque se recuperó el sistema de salud pública, una vez que afirmó que “lo heredamos en condiciones deplorables; no había médicos, ni medicamentos y había obras inconclusas hospitalarias, “dejaron un tiradero de obras sin terminar por todos lados”.

“Yo, desde que asumí mi gobierno, actué para enfrentar como prioridad los dos grandes problemas de México: la violencia y el problema de salud, y estamos avanzando para atenderlos y levantarlos, la prueba es que antes del Coronavirus creamos el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), con lo que avanzamos en cuatro acciones, que no faltaran los medicamentos, ni los médicos; tercero, que se mejoraran las instalaciones, que se concluyeran las obras inconclusas y se mejoró la situación de los trabajadores, se basificaron en el sexenio a médicos y enfermeras que trabajaban bajo contrato o de forma eventual, además que aumentó el presupuesto para el sector salud en más de 40 mil millones de pesos”.

El presidente aceptó haber regresado a Tlaxiaco a abrir en definitiva el Hospital de Alta Especialidad del IMSS, que ya quedó terminado, con 20 toneladas de equipo y personal necesario trabajando, ahora hasta tendrá capacidad de atención para los enfermos graves contagiados por el COVID-19.

El nosocomio reporta una historia negra de larga corrupción, desde que se colocó la primera piedra en el régimen del ex gobernador Ulises Ruiz, que se dejó abandonado y tardó mucho más tiempo en terminarse, más de 12 años.

Hace unas semanas, el presidente fue informado que el hospital estaba listo, pero no se equipó, sólo se rentó el mobiliario, argumentándose que por la pandemia del COVID-19, el equipo no llegó, pero, por fin, se terminó y equipo.

En ese sentido, el gobernador Alejandro Murat agradeció el respaldo presidencial para fortalecer la infraestructura médica y demandó la unidad, al lado del liderazgo del presidente Andrés Manuel López Obrador para enfrentar y salir adelante de la crisis sanitaria que vive México con la pandemia mundial del COVID-19, dejando a un lado las luchas políticas y los intereses de grupo.

“Es tiempo de sumar, no restar, ni dividir, hay que multiplicar para hacer fuerte a México, que debe sacar nuevamente su solidaridad para enfrentar este gran reto”.

Recordó que el hospital de Tlaxiaco tiene una larga historia, que terminó convirtiéndose en un sueño cumplido, dejando de ser un monumento a la negligencia.

Detalló que el hospital primero se ubicó en una zona de conflicto agrario que tuvo que desahogarse para avanzar en su construcción, hasta que se llegó a no poder operar porque no había recursos para pagar la plantilla, que implicaba un gasto anual de 90 millones de pesos, que finalmente se logró cuando el gobierno federal anunció que se haría cargo del tema y del equipamiento y surtimiento de medicamentos para la unidad médica.

En tanto, el director del IMSS, Zoé Robledo, dijo que con la entrega definitiva del hospital de Tlaxiaco se terminó la ambigüedad del lenguaje en México, de “ahorita, tantito, o ya casi”, que esta vez se trasformó en “ya está listo”, y presumió que el nosocomio ya empezó a atender consultas, cirugías y hasta partos, evidenciando que nació una niña, que se llama Rosalinda.

Adelantó que este hospital quedó tan bien preparado, que hasta tendrá espacio para atender a los pacientes del COVID-19, evidenciando que el hospital ya tiene 44 camas y 8 especialidades.

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