El origen de los bailes de la Guelaguetza

*¿Por qué nació la gran fiesta, el Homenaje Racial?

Oaxaca, Oaxaca, Martes 18 de Julio, 2023 (Fuente: Agencias).- La historia hace mención que un 14 de enero de 1931 los habitantes de la capital de Oaxaca habían sufrido el impacto de uno de los más devastadores temblores que se hayan registrado en el curso de su historia, duró cuatro minutos, fue trepidatorio y oscilatorio, dejando las ruinas y una alta migración del solar oaxaqueño, rematando bienes al por mayor, quedando una ciudad desolada, lúgubre, hostil y con olor a muerte.

Al año siguiente, el gobernador Francisco López Cortés, viendo con sentimiento una ciudad casi en ruinas, se dio a la tarea de conmemorar el IV centenario de la elevación al rango de ciudad de la Villa de Antequera, por cédula Real expedida en Medina del Campo, España, por el Emperador Carlos V de España y I de Alemania. Convocando a artistas intelectuales y personas distinguidas de la ciudad, para que le sugirieran que hacer y ellos dieron la idea de la realización del Gran Homenaje Racial a la ciudad de Oaxaca, con el fin de reanimar a los oaxaqueños que habían quedado.

Para ello se creó un comité organizador que tuvo la encomienda de, no sólo realizar el programa general de actividades, sino también de promoverlo, lo impulsaron en otros: don Alberto Vargas, Alfredo Canseco Feraud, Lauro Candiani Cajiga, Heliodoro Díaz Quintas, Guillermo Bonilla, Cutberto Flores, Gustavo B. Mendoza, Guillermo Reimers Fenochio y Jorge Fernando Iturribarria.

En aquel día se escribió lo siguiente: Se trata de una grande y solemne fiesta Oaxaqueña; fiesta de la luz, fiesta de color, fiesta de fraternidad y regocijo. Las regiones del estado acuden, lo más simbólica y significativamente representadas, vistiendo sus mejores galas, con sus atributos más preciados y más genuinos, en son de espléndido agasajo, llevando sendos regalos y homenajes para ofrendarlos a Oaxaca, la Perla del Sur, que vive su vida típica y generosa y que en esta ocasión celebra el IV Centenario de su exaltación a la categoría de ciudad.

Estamos en el teatro al aire libre sobre la falda del Cerro del fortín, arriba nuestro incomparable cielo azul con bambalinas de celajes y rompientes de arrebol; al fondo el panorama de la Vieja Antequera, reclinado sobre el macizo montañoso de San Antonio de la Cal y perdiéndose en la lejanía por la verde bocana que conduce al Tule y a los palacios de Mitla, hacia un lado, la hermosa montaña de San Felipe del Agua y por el otro, Monte Albán, misterio y enhiesto y el río Atoyac, corriendo camino de la Costa con sus aguas mansas, en medio de sus vegas siempre verdes y lozanas, Mástiles, grimpolas, banderolas, festones y gallardetes circundaran artísticamente el amplio escenario.

Pero debía existir quien representará la belleza, gracia y simpatía de la mujer oaxaqueña y rememorando a la época prehispánica, fue la persona de Margarita Santaella, Señorita Oaxaca, la ganadora del certamen.

No fue sino hasta el inicio de la década de 1950 cuando se decidió incluir un espectáculo de bailes y danzas ya debidamente organizado, lo cual fue un éxito, pues no tardó en convertirse en la parte relevante más relevante de las tradicionales fiestas costumbristas en el estado, de tal forma que en la actualidad se conoce hasta en los rincones más apartados del mundo.

Hasta antes de 1973, se realizaba en una gran explanada que rodeaban los asistentes, denominada Rotonda de las Azucena, pero las danzas y bailes se presentaban al aire libre, posteriormente se empezaron a colocar gradas de madera e igualmente un lugar destinado para las autoridades, banda de música, integrantes de las delegaciones y la gran mayoría del público asistente utilizaba la ladera del cerro en donde colocaba el público e inclusive en las copas de algunos árboles, no podía faltar la convivencia con amigos y familiares disfrutaban de un refresco, una buena jícara de cerveza de piña, pulque, tepache, empanadas, memelitas, frutas como el cuajinicuil, tuna verde y muchas otras. Cuando se deseaba se hacía un paseo por el cerro y se cortaban las azucenas que en racimo se entregaban a la novia o a algún ser querido.

A partir de 1953 el gobernador en turno, el General Manuel Cabrera Carrasquedo, es entonces cuando se toma un mayor interés por el lucimiento de la fiesta, con el Lic. Alfonso Pérez Gasga y, gracias al entusiasmo del secretario general del despacho del ejecutivo estatal, el ingeniero Norberto Aguirre Palancares se nombró un comité organizador, participando; Efrén Díaz Cervantes, Arcelia Yañiz de Gutiérrez, Juan I. Bustamante y Manuel Zárate Aquino.

Al ocupar el poder ejecutivo del estado, el ingeniero Víctor Bravo Aguja participó como gobernador en la Guelaguetza de 1969, e ideó que podía construirse un foto digno de este espectáculo para el deleite de propios y visitantes, para rememorar la figura central de la fiesta se retomó esta actividad para enriquecer los ya citados Lunes del Cerro, para ellos se convoca a las autoridades municipales de las distintas regiones del estado para que seleccionen a una joven que reúna los requisitos expresados en una convocatoria emitida por el Comité Organizador de la Fiesta, debiendo exponer en el certamen antecedentes históricos de su comunidad o región, gastronomía y el significado de su vestimenta, debiendo hacerlo en su idioma nativo y en español, la que mejor lo hiciera, sería seleccionada como Centéotl y presidir junto al gobernador del estado, todas las actividades de los Lunes del Cerro, a partir de ese momento a esta actividad se le denominó, elección de la Diosa Centéotl, en aquel entonces resultó ganadora la representante de Santiago Pinotepa Nacional, Dora Rodríguez Baños. La figura de Centéotl ha venido siendo parte importante, ya que está divinidad agrícola era venerada en la época prehispánica gracias a la fertilidad que le daba a la tierra y brindar buenas cosechas.

Retomando la década de los años 70 se dispuso la edificación del majestuoso coloso de cantera, inspirado en los antiguos teatros griegos, se ocupó la hondonada natural del Cerro del Fortín, obra dirigida por el Arq. Raúl Corzo Llaguno, al terminar la construcción, el gobernador Fernando Gómez Sandoval acompañado del presidente de la República Luis Echeverría Álvarez, presenciaron una mañana del 24 de noviembre de 1974, la inauguración del recinto que coincidía con el término del mandatario estatal, en el que participó el Grupo Folclórico Universitario que varios años diera sustento a la fiesta así como los grupos del Instituto Tecnológico de Oaxaca, el de la Escuela Normal Mixta para Profesores y el grupo folclórico del DIF cuya titular era Martha Audifred de Gómez Sandoval.

La Fiesta de los Lunes del Cerro o como comúnmente se le conoce «Guelaguetza», se lleva a cabo los dos últimos lunes del mes de Julio, posteriores al 16 del mismo mes esto como referencia con el calendario de festividades de adoración que realizaban nuestros antepasados, a su vez no debe coincidir con el día 18 debido al aniversario luctuoso del Lic. Benito Juárez García.

En la actualidad se ha dado paso a la denominada Fiesta Cultural más grande de México e incluso llamada de América Latina, fiesta de hermandad, La Guelaguetza como actualmente se le conoce constituye los lazos de hermandad y reciprocidad, cada delegación muestra parte de su patrimonio cultural a través de sus bailes, música, cantos, indumentaria y productos típicos, al término de su ejecución reparte esta Guelaguetza y los asistentes les brindan su propia Guelaguetza mediante el aplauso y el reconocimiento de sus valores culturales expresados.

Es así como de un hecho que marcó la historia trágica en la Ciudad de Oaxaca, dio paso a la fiesta que nos da identidad y de la cual debemos de sentirnos orgullosos y decir que vivimos en la Tierra donde Dios nunca morirá….

Nos despedimos con una décima, en alusión al Homenaje Racial y la Guelaguetza, compuesta por el C. Daniel H. Acosta López, músico y versador de Loma Bonita, de la Región del Papaloapan.

Cursaba el año de mil

Novecientos treinta y dos

Cuando los ojos de Dios

Le dieron vida a un huipil.

El veinticinco de abril

Es una fecha especial.

Y el homenaje racial

En todo el mundo se expande

Porque es la fiesta más grande

De un encuentro cultural.

Atte. Su amigo Lalo Güendulain

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