Francisco Toledo mitiga hambre de juchitecos
Oaxaca, Oaxaca, Viernes 29 de Septiembre, 2017 (Fuente: Agencias).- A casi un mes del terremoto del pasado 7 de septiembre y a una semana del reportado el sábado pasado, la zona de desastres de Juchitán de Zaragoza, el matriarcado, se hace valer a toda ley en la operación de 39 comedores comunitarios que son organizados por mujeres, que cocinan y despachan, además de tener el control de la seguridad ante los actos de pillaje y los atracos por parte de saqueadores.
En estos espacios se ofrece comida gratuita a los habitantes de colonias populares de bajos recursos de la octava y séptima sección.
Estos lugareños no reciben ayuda ni apoyo del gobierno estatal ni federal, fueron creados a iniciativa de los propios ciudadanos y bajo el financiamiento del pintor juchiteco Francisco Toledo, principal benefactor de Oaxaca.
La ayuda que ofrece el artista plástico es altruista, sin protagonismos, ni publicidad a su estilo, sobrio y austero.
De lo que se trata es de mitigar el hambre de nuestra gente que lo perdió todo después del terremoto del 7 de septiembre y la onda sísmica del pasado sábado, refiere José Luis, quien hasta un corrido ha creado, donde reprocha la falta de acción de la presidenta municipal perredista Gloria Sánchez, quien prácticamente dejó el puesto al ser rebasada por la emergencia, porque ya está “blindada con el recurso de los ventiladores”, como narra su canción.
En los comedores se da de comer arroz con pollo, tamales de maíz negro y café con pan en la mañana y huevos al gusto, refiere Micaela.
Sus cocinas están en la calle, en la vía pública, bajo lonas y plásticos, la gente se acomoda y se sienta en banquitos, como puede, en la banqueta, en sillas de plástico y madera para recibir sus dos suministros de alimentos.
A veces la lluvia moja el carbón con el que cocinan, pero ni eso les quita las ganas de alimentar a su gente.
En otros lugares, quienes abusan, hasta 15 pesos cobran un café con pan.
Francisco Toledo tiene más de 30 años que emigró de Juchitán, pero su presencia se mantiene, al igual que el respeto de su pueblo, es su hija Natalia Toledo la que da la cara y está en la zona de desastre ayudando a organizar el abasto y operación de las cocinas comunitarias.
Cada comedor puede atender a cerca de 200 personas, y aunque hay que hacer fila, vale la pena porque el sazón del matriarcado, dicen, siempre sanan el alma.
RÉPLICAS Y LLUVIA DE TODOS LOS DIAS
En Juchitán hay réplicas y llueve ahora día y noche sin cesar. Desde las siete de la mañana y con el termómetro supera ya los 35 grados llueve, ha caído agua durante más de 30 horas y la gente sufre y duerme en las calles, pero ahora lo primero que siente al amanecer es el agua estancada sobre sus pies.
Los zapotecas, oriundos de este pueblo bravo, siguen pidiendo ayuda, además de dinero, ya que tampoco tienen trabajo. Pero unidos, platicando y conviviendo, juntos retoman fuerzas para salir adelante y olvidar todo lo que está pasando.
Los habitantes de estas colonias piden que se baje el precio de los combustibles, porque traer la ayuda de lejos a estos pueblos, cuesta caro.
“Si pudiéramos dirigirnos al gobierno o a la presidenta municipal, le exigimos que nos apoyen, porque el viaje sale muy caro, sí, sale muy caro, el flete nos cobra hasta 10 mil pesos, si bajaran el precio del combustible, saldría más barato y llegaría más ayuda”.
En tanto, autoridades del gobierno estatal y federal en la comisión gubernamental anti desastre, reportaron que ya ha repartido 17 mil lonas y en las próximas horas distribuirán más de 2 mil 500, aunque la demanda es alta, porque se estima que son más de 35 mil las familias que están en las calles, bajo la lluvia en espera de una lona.