Patrimonio edificado del Istmo permanece de pie
*En Tehuantepec, la rehabilitación del Templo de San Blas Atempa tiene 95% de avance
*Mientras la recuperación de su ex convento lleva 30% y ha dado lugar al hallazgo de pintura mural
Oaxaca, Oaxaca, Viernes 20 de Septiembre, 2019 (Fuente: Agencias).- Hace dos años, los estertores de la tierra despertaron a Santo Domingo Tehuantepec en medio de la noche, revelando un escenario de pesadilla al amanecer: cuatro mil 321 casas afectadas parcial o totalmente, entre ellas una parte representativa de las 175 clasificadas como monumentos históricos, aparte de iglesias y conjuntos de gran valor patrimonial, como su ex convento que tuvo severos daños. En este lapso, los avances han sido lentos, pero significativos, alcanzado la rehabilitación casi total de espacios como el Templo de San Blas Atempa.
Así lo constataron, en representación de Alejandra Frausto Guerrero, secretaria de Cultura; la escritora Natalia Toledo, subsecretaria de Diversidad Cultural, y Diego Prieto Hernández, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), durante una gira de trabajo por los municipios oaxaqueños de Tehuantepec y Juchitán, los más perjudicados por el temblor del 7 de septiembre de 2017 y las más de 23 mil réplicas que se registraron hasta junio de 2018 en el Istmo.
La poeta Natalia Toledo dedicó unas palabras de fe a sus coterráneos, las cuales llevó del zapoteco al español: San Blas, como dijo ta Mau Hui’ni’, hoy vamos nombrar y a despertar la palabra, como es lo correcto, como es el camino, como nos dejaron dicho los viejos. Llamar a los principales, a los mayordomos y todo el bejuco que conforma a nuestra familia zapoteca. Pongan sus pies y vengan a festejar, a bailar, porque muy pronto estará lista la Iglesia de San Blas, pueblo altivo que se levantó en 1660, el que defendió y cuidó las salineras, que defiende la palabra zapoteca, el que cuida y vela por la memoria de nuestros pueblos.
Tras las gestiones del INAH con la aseguradora, se destinaron aproximadamente cuatro millones de pesos para la recuperación del Templo de San Blas Obispo, tareas que llevó a cabo Tzapotecatl Arquitectos S.A. de C.V.
Como expresó el sacerdote Eduardo Martínez García, “para los pueblos indígenas, los templos son su alegría, por eso estaban adoloridos después del temblor”. Los corazones de los feligreses de San Blas volverán a sonreír cuando el próximo 3 de febrero, vuelvan a celebrar la fiesta patronal en su iglesia.
El residente de obra, el arquitecto Omar Pérez Benítez, detalló que en esta parroquia se consolidaron más de 300 metros lineales de grietas, específicamente en bóvedas, muros y bardas; y se integraron aplanados mediante masillados y pintura a la cal. También se colocó una cubierta de más de 400 m2 en enladrillado, además de atender detalles como faltantes en molduras y cornisas, o el desfase en columnas.
Un caso complejo de restauración es el que compete al Ex Convento de Santo Domingo de Guzmán, inmueble que la orden dominica erigió en el siglo XVI y al paso de los siglos experimentó diversas ampliaciones y modificaciones en su arquitectura y decoración.
El titular del INAH, el antropólogo Diego Prieto Hernández, explicó que se trata de una rehabilitación en la que vale la pena invertir tiempo para que este espacio vuelva a funcionar como casa de cultura, toda vez que ha dado lugar al hallazgo de vestigios que refieren a la ocupación prehispánica del sitio, e incluso a la rica pintura mural que adornó sus gruesos muros.
Detalló que para el conjunto que se extiende en toda una manzana y que comprende el citado ex convento, la Catedral de San Pedro Tehuantepec (capilla abierta), la Parroquia de Santo Domingo y el Obispado, se logró gestionar con la aseguradora un monto aproximado de 130 millones de pesos, presupuesto que también contempla los trabajos en la iglesia de San Vicente Ferrer, en Juchitán.
Los arquitectos Ilán Vit Suzan y Gerardo Virgilio López Nogales, directores del Centro INAH Oaxaca y de Casa de la Ciudad y Taller de Restauración, respectivamente, explicaron que, pese a que todo el conjunto presenta daños, el ex convento cuenta con afectaciones mayores, entre los más representativos el ala poniente del primer nivel y planta baja, esto debido al colapso parcial de la cubierta de bóveda de cañón corrido. Asimismo, se observaron fracturas estructurales en el campanario y en los contrafuertes, disminuyendo la capacidad de carga y generando el desplazamiento de los muros, pretiles y antepechos.
Los estudios abarcaron la revisión estructural, mecánica de suelos, sondeos geofísicos y se generaron modelos que muestran los resultados obtenidos ante cargas gravitacionales y accidentales. Destacaron que los resultados de las calas estratigráficas realizadas como parte del diagnóstico previo, revelaron varias capas pictóricas superpuestas que corresponden a cambios en la decoración del inmueble entre los siglos XVI y XX, y que se hallan ocultas bajo capas de pintura de diferente naturaleza.
En el recorrido por Tehuantepec, la subsecretaria de Diversidad Cultural y el director general del INAH conocieron los esfuerzos de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO) en el rescate de las viviendas afectadas en Tehuantepec. A través del Programa “Apoyo inmediato a las afectaciones por los sismos de septiembre a Oaxaca” y de su Taller de Restauración FAHHO, ayudó en la preservación de 21 casas tradicionales.
Gerardo Virgilio López Nogales, director del Taller de Restauración FAHHO, comentó que se rehabilitó la Casa Guietiqui, donde se realizan actividades culturales, siguiendo la normatividad del INAH, además de avanzar en la recuperación de la imagen urbana de una de las calles céntricas de Tehuantepec mediante la intervención de cinco fachadas, y la mejora de un área de juegos en el Parque “Amado Chiñas”, del barrio Laborío.