Proponen a Toledo para la medalla “Belisario Domínguez”

*Reconocen el inagotable don del artista juchiteco y, sobre todo, su labor en favor de las distintas causas sociales, artísticas y ambientales

Ciudad de México, Sábado 14 de Septiembre, 2019 (Fuente: Agencias).- El artista plástico, promotor cultural, filántropo y activista por el derecho de los pueblos indígenas y del medio ambiente, Francisco Toledo, fue homenajeado durante las sesiones de este martes de las cámaras de Diputados y Senadores.

Todas las facciones parlamentarias en ambas cámaras expresaron sus elogios, admiraciones y reconocimientos a la obra y la labor altruista del maestro juchiteco. Algunos más le dedicaron odas, como la senadora del grupo parlamentario de Morena y presidenta de la Comisión de Cultura y Cinematografía del Senado, Susana Harp, quien intentó un par de décimas:

«Volaremos papalotes / con alas de dignidad / y tendrá tu inmensidad / cielos, monos y coyotes / nos volveremos quijotes / entre canteras labradas / y volveremos en madrugadas / de belleza sin igual / como tú que sabías dar / hasta quedarte sin nada”.

Por su parte, su compañero de facción, el senador Salomón Jara Cruz, originario de Oaxaca, instó a dar continuidad a sus acciones: “que se abone el respeto de la cultura y de su diversidad, que se garantice el acceso a la cultura de cada vez más mexicanas y mexicanos; que se haga de nuestro patrimonio histórico un instrumento de identidad”.

Declaró que la obra del maestro Francisco Toledo representa el alma del pueblo mexicano y una invaluable actividad cotidiana de vida que debemos mantener como guía y referente de valores universales. Por último, propuso al maestro zapoteco como “serio candidato” al otorgamiento de la Medalla Belisario Domínguez de manera post mortem.

Por su parte, el diputado morenista Porfirio Muñoz Ledo destacó la coyuntura de que en este 2019, en el Año Internacional de los Pueblos Indígenas, “voló, como uno de sus papalotes el genio de Francisco Toledo; coincidencia astral, tal vez.

“Pacho Toledo no perecerá en la memoria de los mexicanos ni en la impronta universal del arte. El último de los grandes de nuestra inmensa tradición plástica: Rivera y Tamayo, pero, sobre todo, Orozco y Siqueiros. Nunca trabajó para el lucimiento formal. Más que un arte comprometido, fue una vida comprometida y una creación pluridimensional: grabador, dibujante excepcional, pintor, escultor y ceramista; el Pablo Picasso de América; pero también activista social, defensor de los derechos humanos y amigos de los mártires. Inolvidable su homenaje solidario a las víctimas de Ayotzinapa. Fue impulsor de talentos oaxaqueños y nacionales; un hombre del renacimiento. Lo conocí en París en 1965, siendo consejero cultural de México; huraño y explosivo. En su inmensa cultura plástica habitaban Durero, Paul Klee, Chagall y Kandinski. Transitó de la lucha social, desde la coalición obrera campesina y estudiantil del Istmo a la fama mundial”.

Por su parte, el diputado Sergio Mayer Bretón, también de la facción de Morena, envió sus condolencias “no solo al pueblo de Oaxaca sino también a una compañera y amiga, la subsecretaria de Diversidad Cultural del Gobierno de México, Natalia Toledo. Estoy convencido que en otro cielo seguirán volando los papalotes y construyendo utopías, pues la obra del hijo pródigo de Juchitán quedará para siempre en las memorias de nuestro corazón”.

Propuso la creación de una presea que lleve el nombre de Francisco Toledo para reconocer a lo mejor de la cultura en el país.

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