¿Y la soberanía?

Oaxaca, Oaxaca, Martes 11 de Junio, 2019 (Fuente: El Economista).- La semana en que la Cuarta Transformación estuvo al borde de la zozobra concluyó con un acuerdo dudosamente favorable a México. Donald Trump atendió la petición de los representantes de Andrés Manuel López Obrador y accedió a suspender temporalmente la aplicación de los aranceles.

A cambio, el gobierno mexicano tendrá que corregir su política migratoria con el despliegue de tropas en la frontera sur y una drástica reducción del número de migrantes en tránsito por México hacia a los Estados Unidos. Por razones humanitarias, México acogerá a los miles de solicitantes de asilo —hospedarlos, alimentarlos, educarlos y darles trabajo mientras esperan en el lado mexicano de la frontera— por periodos que podrían extenderse hasta cinco años.

El bando negociador de la administración lópezobradorista ganó, cediendo. Y aquellos que propusieron asumir los costos de los primeros aranceles de 5% y dejar que el Congreso estadounidense, los gobernadores fronterizos y la Iniciativa Privada forzaran a Trump a retroceder, quedarán excluidos.

Los duros se habían impuesto, incluso antes, de acuerdo a la historia dominical publicada por The New York Times que exacerbó al mandatario estadounidense. Y es que el cierre de la frontera sur habría sido pactado entre Kirstjen Nielsen, exsecretaria de Seguridad Interior, y la ministra Olga Sánchez hace tres meses, en conversaciones secretas ocurridas en Miami.

Antes, en el arranque del sexenio de AMLO, la cancillería estadounidense y la SRE habrían intercambiado sendas notas diplomáticas con los detalles del nuevo protocolo de protección al migrante, como Nielsen informó durante una audiencia del Comité Judicial de la Cámara de Representantes cinco días antes de Navidad.

En la mesa, desde un principio, estuvo la propuesta de convertir a México en “tercer país seguro”, que le hubiera dado a Estados Unidos la capacidad legal de rechazar a los solicitantes de asilo, si no hubieran buscado refugio primero en tierras aztecas. Ni Luis Videgaray ni Marcelo Ebrard accedieron a tales exigencias.

Fake news, reviró Trump. “Habían tratado de conseguir algunas de estas acciones fronterizas desde hace mucho, al igual que otras administraciones”, estableció ayer en sus redes sociales, “pero no pudimos obtenerlas —parcial o totalmente— hasta que firmamos un acuerdo con México.

“Ahora habrá una gran cooperación entre México y Estados Unidos, algo que no existió durante décadas”, festejó el presidente estadounidense. AMLO y Trump sostuvieron una conversación telefónica antes del mitin en defensa de la dignidad y a favor de la amistad entre ambas naciones, convocado por el mandatario mexicano.

En la víspera había ocurrido el llamado de AMLO a participar en una manifestación por la unidad nacional y la firma del acuerdo, cuyo contenido —según tuiteó Trump— no fue divulgado completamente. Un tema, en particular, quedó bajo reserva.

¿Acaso serán los detalles sobre el nuevo tratado de libre comercio? ¿O la compra masiva de productos agrícolas anticipada por Trump? De ser esto último, quedaría trastocada la promesa de autosuficiencia alimentaria de AMLO.

El abasto de granos en México requiere de las importaciones desde Estados Unidos. Los fabricantes de alimentos balanceados, por ejemplo, requieren un volumen de 21.7 millones de toneladas de granos forrajeros y 8.4 millones de toneladas de pastas proteínicas para este 2019, de las cuales 45% proviene del extranjero. En el caso del maíz forrajero, particularmente, sólo 4,500 de las 16,000 toneladas empleadas como materia prima son de origen nacional y el resto, de Estados Unidos. Los industriales del ramo también importaron 118 toneladas de sorgo, 1,318 toneladas de pasta de soya y 1,795 toneladas de grano seco de destilería.

Para la cadena lechera y frutihortícola, igualmente es un mercado clave. Pero eventos disruptivos, como la nueva política de precios de garantía que será operada por Segalmex o el atraso de la siembra de cereales —particularmente maíz— en Estados Unidos habían disparado la incertidumbre.

La imposición unilateral de tarifas arancelarias a los productos mexicanos en Estados Unidos quedó congelada, por el momento. Pero la cuota compensatoria aplicada al tomate —de 17.5%— sigue incólume.

Los productores de la hortaliza acudieron a la Corte de Comercio Internacional en Nueva York para demandar al Departamento de Comercio estadounidense, por haber terminado sin razón suficiente el acuerdo y haber reiniciado una investigación antidumping suspendida desde 1996. A la negativa del amparo responderán con un recurso en el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos, que será tramitado esta misma semana.

EFECTOS SECUNDARIOS

PRIORIDADES. La noche del viernes 7, el bullicio en el sótano de la Metroplaza —la zona comercial aledaña al Cetram Zapata— era intermitente. El equipo de After Life Films trabajaba a marchas forzadas en una zona cercada por la policía. ¿Montaje o vida real? En los accesos a los andenes están colocados sellos de suspensión, con fecha del 31 de mayo, de la Secretaría de Protección Civil, pero una semana antes la Secretaría de Movilidad, a través del Órgano Regulador del Transporte, había decretado el cierre parcial de esa terminal de transportes colectivos tras de haberse descubierto daño estructural, atribuido a los sismos de hace 20 meses. El sitio permanecerá cerrado a los usuarios del transporte colectivo por lo menos un semestre, pero sus concesionarios —como fue notorio con la filmación y la permanencia de los locales comerciales en funcionamiento— no están dispuestos a más pérdidas.

ADVERTENCIA. Desde Redwood, California, llegó el reporte de la firma Anomali, especializada en seguridad energética. “Nuestros investigadores descubrieron un ataque de phishing que hacen piratas informáticos contra empresas en México, Perú y Uruguay”, reveló su director, Joe Franscella. Los piratas informáticos están configurando sitios web gubernamentales falsos, en un intento de engañar a las víctimas para que proporcionen sus contraseñas y datos personales.