Oaxaca, crecimiento sin beneficio

*El presunto crecimiento económico no se refleja en mejor calidad de vida para la población

Oaxaca, Oaxaca, Lunes 04 de Febrero, 2019 (Fuente: nvinoticias.com).- El atraso que Oaxaca arrastra desde la década de los setenta obliga a que el desarrollo económico de 4.8 por ciento que se reportó en el trimestre de julio a septiembre de 2018 se mantenga las cuatro décadas siguientes.

La estimación la realiza la ex directora de la Escuela de Economía de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, Ana Luz Ramos Soto, para quien poco representa lo reportado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), ya que el crecimiento no representa un desarrollo regional.

Para hablar de desarrollo, éste debe verse en las condiciones de vida de la población: “Vemos inversión extranjera en una región de Oaxaca, pero eso no se ve reflejado en la calidad de vida de la gente, si acaso en empleos, pero muchas veces son sueldos raquíticos”.

Sí Oaxaca reportó un crecimiento de 4.8 por ciento en el tercer trimestre de 2018 que incluso superó a la Ciudad de México y Nuevo León, se explica en la inversión que hacen empresas extranjeras que poseen los parques eólicos en el Istmo de Tehuantepec.

Crecimiento sin beneficios

Gracias a ello Oaxaca se convirtió en el estado que más energía eólica genera, pero los beneficios no se reflejan en la población, ni siquiera en la disminución de la tarifa que pobladores de esos municipios o la región del Istmo tienen que pagar a la Comisión Federal de Electricidad.

“Sólo es una economía de enclave, no hay un mejoramiento en la vida de la población”, y advierte la actual coordinadora de la Agencia de Desarrollo Integral de la UABJO y profesora de tiempo completo:

“Para poder alcanzar un desarrollo regional necesitamos tiempo, un crecimiento sostenido por las cuatro décadas de atraso que enfrenta Oaxaca”.

Además, ese desarrollo económico debe ser “homogéneo y no polarizado”, porque actualmente se centra en la región del Istmo de Tehuantepec.

Carecer de una economía independiente que evite que los principales recursos provengan del Gobierno Federal es también un punto en contra para el desarrollo de Oaxaca.

Puede haber “desarrollo regional” en cuanto a infraestructura, con más hospitales, escuelas y carreteras, pero si la población sigue siendo analfabeta, carecen servicios o viven en hacinamiento, el desarrollo social no se alcanza.

El reto, insiste Ramos Soto, es vincular el crecimiento económico con el desarrollo social, lo que implica que Oaxaca siga reportando personas en situación de pobreza, pobreza extrema o alimentaria, sin servicios básicos, sueldos raquíticos, desempleo o analfabetismo.

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