Cártel de Sinaloa pagó millones en sobornos a Peña y Calderón, dice abogado

Foto: ADNPolítico

*El abogado Jeffrey Lichtman dijo al jurado en Nueva York que el cártel de Sinaloa ha pagado al actual y al anterior presidente de México millones de dólares en sobornos

*Felipe Calderón respondió en Twitter que esa acusación es falsa y temeraria

Oaxaca, Oaxaca, Miércoles 14 de Noviembre, 2018 (Fuente: Agencias).- El abogado del narcotraficante mexicano Joaquín “el Chapo” Guzmán, cuyo proceso comenzó este martes en una corte de Nueva York, aseguró que el cártel de Sinaloa pagó millonarios sobornos al actual presidente de México, Enrique Peña Nieto, y a su antecesor Felipe Calderón.

El abogado Jeffrey Lichtman le aseguró al jurado que el verdadero jefe del cártel de Sinaloa es Ismael “el Mayo” Zambada, que nunca pasó un día en prisión y sigue prófugo, y que ha pagado “al actual y al anterior presidente de México… millones de dólares en sobornos”.

De acuerdo con AFP, Lichtman le dijo al jurado que el verdadero jefe del Cáartel de Sinaloa es su coacusado Ismael El Mayo Zambada, que nunca pasó un día en prisión y sigue prófugo, y que ha pagado «al actual y al anterior presidente de México (…) millones de dólares en sobornos».

«Se lo acusa de ser el líder mientras los verdaderos líderes viven libremente en México», dijo el abogado Jeffrey Lichtman, según reportó la agencia Reuters. «En verdad no controlaba nada. Mayo Zambada lo hizo».

El abogado argumentó que su cliente es un “chivo expiatorio” del verdadero líder del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada.

Los comentarios de Lichtman, detalla Reuters, se dieron después de que el fiscal asistente Adam Fels expusiera el caso, en el que la fiscalía busca demostrar que Guzmán pasó de ser un traficante de marihuana de bajo perfil en la década de 1970 a encabezar el Cártel de Sinaloa.

El Chapo es juzgado en una corte en Nueva York donde se le acusa de haber liderado a una de las organizaciones criminales más grandes del mundo; como jefe del Cártel de Sinaloa durante 25 años, se le atribuye haber introducido a Estados Unidos al menos 200,000 kilos de cocaína.

El gobierno de Peña recapturó al Chapo en enero de 2016, y Guzmán fue extraditado a Estados Unidos un año después, el último día del gobierno de Barack Obama y en vísperas de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.

Lichtman dijo que, en los últimos dos años, desde que El Chapo fue extraditado a Estados Unidos, «el flujo de drogas no ha parado». «El negocio continúa como siempre», afirmó.

En Twitter el ahora expresidente, Felipe Calderón, dijo que es falso lo dicho por Lichtman.

“Son absolutamente falsas y temerarias las afirmaciones que se dice realizó el abogado de Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán. Ni él, ni el cártel de Sinaloa ni ningún otro realizó pagos a mi persona”, publicó Calderón.

El vocero del gobierno de México, Eduardo Sánchez, también publicó un mensaje negando la acusación.

“El gobierno de @EPN persiguió, capturó y extraditó al criminal Joaquín Guzmán Loera. Las afirmaciones atribuidas a su abogado son completamente falsas y difamatorias”, indicó.

Chapo Guzmán es acusado de liderar el cártel de Sinaloa y convertirlo en la mayor organización criminal del planeta, con el envío de más de 155 toneladas de cocaína a Estados Unidos durante 25 años.

“Este es un caso emblemático para el gobierno, no sólo por los supuestos crímenes del acusado sino porque es un caso para dar el ejemplo en la guerra de Estados Unidos contra el narcotráfico internacional”, dijo a AFP René Sotorrio, un abogado de Miami que defiende a los hermanos Rivera Maradiaga, exlíderes del cártel hondureño Los Cachiros, que podrían atestiguar contra el Chapo.

Por considerar que puede escapar u ordenar ataques contra testigos que colaboran con el gobierno, el juez federal Brian Cogan rechazó el pedido del Chapo para saludar y dar “quizás un abrazo” de unos segundos a su joven esposa Emma Coronel este martes, al comenzar el proceso.

Los abogados del Chapo, que se escapó dos veces de prisiones mexicanas, en 2001 y 2015, habían solicitado al juez que permitiese este “gesto humanitario” entre los cónyuges, a quien el gobierno prohíbe hablar por teléfono o verse personalmente desde su extradición a Nueva York hace casi dos años.

Durante el proceso, que durará más de cuatro meses, el jurado deberá decidir si el Chapo, de 61 años, considerado el mayor narcotraficante del mundo tras la muerte del colombiano Pablo Escobar, es culpable o no de 11 delitos de tráfico y distribución de droga, posesión de armas y lavado de dinero.

Su condena puede acarrearle la cadena perpetua.

La fiscalía, que prepara el caso desde hace años, asegura que el imperio criminal del Chapo, con tentáculos en América, Asia y Europa, facturó unos 14,000 millones de dólares. Las autoridades nunca pudieron incautar un peso.

El Chapo se declara inocente, pero el gobierno ha presentado montañas de evidencia: más de 300,000 páginas de documentos y al menos 117,000 grabaciones de audio, más centenares de fotos y videos.

El Chapo, vestido de traje oscuro, camisa blanca y corbata, escuchó los argumentos de apertura tranquilo con la ayuda de una traductora. Al entrar a la corte parecía contento y lanzó un beso a su esposa, Emma Coronel, de 29 años, sentada entre el público, según la agencia AFP.

 

EL AS BAJO LA MANGA DEL CARTEL DE SINALOA MIENTRAS EL ‘CHAPO’ ES JUZGADO

 

Los reflectores del mundo están puestos sobre el mayor proceso por narcotráfico en la historia de Estados Unidos, que durante meses dilucidará si Joaquín el Chapo Guzmán, considerado el capo más peligroso del mundo, es culpable del envío de 155 toneladas de cocaína a territorio estadounidense durante un cuarto de siglo, de posesión de armas y lavado de dinero.

Cofundador del trasnacional cártel de Sinaloa, el Chapo, de 61 años, se juega la cadena perpetua.

Pero el narcotraficante podría tener un as bajo la manga lejos de este juicio de costo multimillonario, y que se desarrolla bajo extrema seguridad y secretismo.

«La captura y extradición de Guzmán fue bueno para la justicia mexicana y de Estados Unidos, pero en realidad es más simbólico porque el cártel de Sinaloa sigue siendo el más potente del mundo», gracias al liderazgo del también cofundador Ismael el Mayo Zambada, último capo veterano en México, comentó Mike Vigil, exjefe de operaciones internacionales de la agencia estadounidense antidrogas DEA.

Javier Oliva, investigador en temas de Seguridad y Defensa de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), coincide en que «ese juicio realmente parece más un espectáculo que algo de fondo».

Mientras no se realice una «fiscalización de dinero, los juicios no tienen mucha utilidad. La esposa, los hijos, los cómplices podrán seguir usando las decenas de millones de dólares que dejó este delincuente», añadió.

 

Sinaloa avanza sus peones

 

Aunque la extradición del Chapo debilitó al cártel de Sinaloa en un principio, la DEA asegura en su última Evaluación de Amenazas Nacionales por Narcóticos que nuevamente «mantiene el mayor dominio en Estados Unidos», mientras que el rival que le viene pisando los talones, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), «ha expandido significativamente su presencia en los últimos años».

Considerando que «los hijos del Chapo son unos juniors que nunca trabajaron en su vida y no saben hacer ese negocio», Zambada ha podido imponerse hasta ahora sin mucho afán al frente del cártel de Sinaloa, explica Raúl Benítez Manaut, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM.

En contraste, el CJNG de Nemesio Oseguera -alias el Mencho- padece una cruenta lucha intestina, que ha debilitado el vertiginoso avance que logró a punta de extrema violencia y un temible arsenal que incluso derrumbó un helicóptero militar.

Quien fuera el brazo derecho del Mencho, Carlos Enrique Sánchez -alias el Cholo-, conspira para quedarse con el trono del cártel, asegura Vigil.

Sánchez «se ha aliado con el cártel de Sinaloa, que lo está apoyando con fondos y con sicarios para que pelee contra el Mencho y entonces, si logra obtener el liderazgo, se va a aliar con el cártel de Sinaloa. Lo va a tener que hacer para poder sobrevivir», explica.

Durante esta guerra interna, Sinaloa aprovechará para también arrebatarle a su rival un máximo de territorio. Así, sea cual sea el desenlace de la guerra entre el Mencho y el Cholo, ya «es beneficio para el cártel de Sinaloa», subraya Vigil.

 

Capo zen

 

Además de la fría estrategia, en esta jugada reluce una historia familiar.

La esposa del Chapo, Emma Coronel, una reina de belleza de 29 años y quien ha asistido a casi todas las audiencias en Nueva York, es sobrina del abatido Ignacio Coronel, un astuto capo que hizo prosperar al imperio de Sinaloa en Jalisco.

Aprovechando su muerte en 2010, el Mencho, acérrimo enemigo del cártel del Chapo, usurpó el lugar de Coronel.

Si el Cholo logra su cometido de dominar al CJNG, «sería una reintegración del grupo originario de Jalisco a la organización principal, que es la de Guzmán», puntualizó Oliva.

Sin duda, el cártel de Sinaloa aprovechará las debilidades estructurales del CJNG: el terror con que lidera el Mencho y que, al exponenciar la cifra de homicidios en Jalisco atiza el asecho de las fuerzas federales, así como su jerarquía piramidal, donde todos los movimientos pasan forzosamente por el capo.

«El Mencho controla todo, es una sola persona (…) Si se le captura sería un golpe duro» para su cártel, explica Vigil.

Al contrario, Zambada goza de una fama de hombre de negocios con cabeza fría, más que de matón. Además, su negocio «tiene una estructura horizontal, como un McDonalds», con subsidiarias independientes en más de 40 países que no se verían afectadas por el arresto del jefe en turno del cártel, asegura Vigil.

El septuagenario Zambada «es un hombre supremamente inteligente, muy capaz, que ha estado en el narcotráfico toda su vida y nunca ha pasado un solo día en una cárcel», gracias a que -contrariamente al Chapo- guarda un bajo perfil y nunca sale de la sierra, explica el experto.

Desde su trono, Zambada sigue moviendo las fichas.

«Me pueden agarrar en cualquier momento… o nunca», desafió el capo en 2010, en una inusual entrevista para el semanario Proceso.

 

Cártel de Sinaloa sigue siendo el rey, según la DEA

 

Los cárteles del narcotráfico de origen mexicano continúan controlando el trasiego de drogas hacia Estados Unidos e, incluso, la distribución de las mismas en ese país, según el más reciente reporte de la DEA: 2018 National Drug Threat Assessment (Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas 2018), fechado el pasado 2 de noviembre.

La agencia antidrogas estadunidense señala que las organizaciones mexicanas mantienen el control de los lucrativos corredores de contrabando y “continúan expandiendo su influencia criminal”, con alianzas con otros cárteles y pandillas trasnacionales.

El negocio principal de los cárteles mexicanos es el trasiego de heroína, cocaína, metanfetaminas, marihuana y fentanilo. El documento advierte que aunque siguen surgiendo nuevas organizaciones, las que controlan todo son seis cárteles: Sinaloa, Jalisco Nueva Generación (CJNG), Juárez, Golfo, Zetas y Beltrán Leyva.

El documento reconoce al Cártel de Sinaloa como “una de las organizaciones de narcotraficantes más antiguas y mejor establecidas de México”. Señala que controla toda la actividad del narcotráfico en varias regiones del país, particularmente a lo largo de la amplia costa del Pacífico. “Además, mantiene la huella internacional más expansiva” en comparación con los demás cárteles mexicanos.

En su último reporte, la DEA señala que el Cártel que liderara, hasta su última detención, Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, “exporta y distribuye cantidades al por mayor de metanfetamina, marihuana, cocaína, heroína y fentanilo en Estados Unidos, al mantener centros de distribución en ciudades que incluyen Phoenix, Los Ángeles, Denver y Chicago”. El contrabando se realiza a través de los puntos de cruce ubicados a lo largo de la frontera de México con California, Arizona, Nuevo México y el oeste de Texas.

La Evaluación confirma el ascenso del CJNG como el segundo en importancia. Con sede en Guadalajara, cuenta con centros de distribución en las ciudades estadunidenses de Los Ángeles, Nueva York, Chicago y Atlanta. “Contrabandea drogas ilícitas a Estados Unidos mediante el acceso a varios corredores de tráfico a lo largo de la frontera”, como Tijuana, Juárez y Nuevo Laredo.

Señala el documento que la “rápida expansión” del CJNG se debe a la violencia que ejerce y a que está dispuesto a sostener enfrentamientos con las fuerzas de seguridad del gobierno mexicano y con los cárteles rivales. Agrega que tiene presencia en 22 de los 32 estados mexicanos.

Una sorpresa en el documento es el resurgimiento del Cártel de Juárez. Si bien esta organización nunca desapareció, su poder estaba menguado por la lucha que había establecido con el Cártel de Sinaloa. La DEA señala que ahora ocupa el tercer nivel de importancia de los cárteles mexicanos.

Lo ubica como una de las organizaciones mexicanas del trasiego de drogas “más antiguas” que “tradicionalmente” ha ocupado el estado mexicano de Chihuahua y el sur y oeste de Texas y Nuevo México, Estados Unidos.

“El Cartel de Juárez sufrió una guerra de varios años con el Cartel de Sinaloa, que en su apogeo a mediados de 2010 resultó en muchos asesinatos. Aunque no es tan expansivo como el Cártel de Sinaloa, el Cártel de Juárez continúa impactando en los mercados de consumidores de drogas de Estados Unidos, principalmente en El Paso, Denver, Chicago y la ciudad de Oklahoma”, se asienta en el documento.

El Cartel de Juárez principalmente transporta marihuana y cocaína, aunque recientemente ha incursionado en la distribución de heroína y metanfetamina. Además, “informes recientes de la policía indican que el cultivo de opio supervisado por el Cártel de Juárez ha aumentado significativamente en el estado de Chihuahua desde 2013, superando el cultivo de marihuana en algunas regiones”.

El Cártel del Golfo es otro de los que ha estado en funcionamiento durante décadas. En el reporte de la DEA señala que “tradicionalmente” se ha empoderado en el estado mexicano de Tamaulipas. Se concentra principalmente en el tráfico de marihuana y cocaína, pero también ha expandido sus negocios recientemente a la heroína y la metanfetamina.

“Debido a su influencia sobre las áreas en el noreste de México, el Cártel del Golfo contrabandea la mayoría de sus envíos de drogas al sur de Texas a través de la región fronteriza entre el Valle del Río Grande [Río Bravo] y la South Padre Island. Este cártel mantiene su presencia en Atlanta y posee centros de distribución clave en Houston y Detroit.”

Con respecto de Los Zetas, la DEA recuerda que este cártel se formó como una organización independiente a principios de 2010, cuando se separó oficialmente del Cartel del Golfo. Lo que no dice la agencia estadunidense es que la “guerra” que le impuso al gobierno de Felipe Calderón hizo posible esta independencia y lo convirtió en una masiva máquina de matar.

En el momento de la ruptura, Los Zetas controlaban el tráfico de drogas en gran parte del este, centro y sur de México. “Sin embargo, debido a la presión de los cárteles rivales, la aplicación de la ley mexicana y los conflictos internos, la influencia de Los Zetas se ha reducido significativamente”.

El documento explica que actualmente Los Zetas están divididos en dos facciones rivales: el Cártel del Noreste, que representa una forma rebautizada de la corriente principal de los Zetas, y los Zetas de la Vieja Escuela, que es un grupo disidente. Sus miembros contrabandean la mayoría de sus drogas ilícitas a través de la zona fronteriza entre Del Río y Falcon Lake, Texas, con una base en Nuevo Laredo, México.

“Los miembros de Los Zetas actualmente trafican cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana a través de centros de distribución clave en Laredo, Dallas y Nueva Orleans, y tienen una presencia conocida en Atlanta.”

Otro cártel que persiste, a pesar de que quienes le dieron nombre ya están muertos o detenidos, es la Organización Beltrán Leyva (OBL). En el reporte de la DEA se recuerda que este cártel se independizó del de Sinaloa en 2008. “Aunque todos los hermanos Beltrán Leyva han sido asesinados o arrestados, los restos de su organización continúan operando en varios lugares”.

El documento especifica que la organización mantiene presencia significativa en los estados mexicanos de Guerrero, Morelos, Nayarit y Sinaloa. “Si bien estos grupos escindidos funcionan de manera autónoma, todavía se considera que están bajo el paraguas general de la OBL”. De acuerdo con la Evaluación de la agencia estadunidense, el grupo más prominente de los que integraron la OBL –gracias a su papel en la producción y comercio de heroína– es Guerreros Unidos.

También señala que estos subgrupos dependen de sus alianzas con el CJNG, el Cártel de Juárez y Los Zetas para acceder a los corredores de tráfico de drogas. Trafican principalmente con marihuana, cocaína, heroína y metanfetaminas, y mantienen centros de distribución en Phoenix, Los Ángeles, Chicago y Atlanta.

Es el México narco que López Obrador recibirá en menos de 3 semanas. Por verse cómo administrará la “guerra” impuesta por Estados Unidos.

 

Juicio a “El Chapo» Guzmán: las sorpresivas acusaciones

 

La defensa de Joaquín «El Chapo» Guzmán mostró este martes su estrategia en el colosal juicio por narcotráfico que se celebra en Nueva York, al acusar a dos presidentes de México de recibir sobornos del cartel de Sinaloa y negar que su cliente lidere esa organización, como sostiene la fiscalía.

En su alegato inicial en la corte federal de Brooklyn, que pudo presenciar BBC Mundo, el abogado Jeffrey Lichtman señaló en cambio al mexicano prófugo Ismael «El Mayo» Zambada como el líder del cartel de Sinaloa y le atribuyó un poder oculto mucho mayor que el de Guzmán.

También afirmó que entre quienes han recibido sobornos millonarios de esa organización criminal figuran el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y su antecesor, Felipe Calderón.

El portavoz presidencial mexicano, Eduardo Sánchez, respondió poco después que las afirmaciones de Lichtman son «completamente falsas y difamatorias».

Y sostuvo a través de su cuenta en Twitter que el gobierno de Peña Nieto «persiguió, capturó y extraditó» a Guzmán, que fue enviado a Nueva York en enero de 2017.

Calderón tuiteó por su lado que «son absolutamente falsas y temerarias las afirmaciones» del abogado de Guzmán.

«Ni él, ni el cártel de Sinaloa ni ningún otro realizó pagos a mi persona», agregó.

Guzmán, de 61 años, enfrenta 11 cargos en el que es visto como el mayor juicio por narcotráfico de la historia de EE.UU. y podría recibir cadena perpetua si es hallado culpable.

«Dinero, drogas, asesinatos y una vasta organización global de narcotráfico: eso es de lo que se trata este caso», afirmó el fiscal Adam Fels en su alegato inicial.

 

«No controlaba nada»

 

Lichtman, por su parte, comenzó su intervención advirtiendo al jurado que presentaría «un lado triste de esta historia que el gobierno de México y EE.UU. no quieren que escuchen».

Sostuvo que el sistema estadounidense también puede ser deshonesto y que «el gobierno mexicano ha estado hasta el día de hoy completamente corrupto».

«El actual y anterior presidentes de México recibieron cientos de millones de dólares en sobornos», dijo Lichtman, que en 2005 ganó renombre profesional al evitar la cárcel para John Gotti Junior, un exmiembro de la mafia de Nueva York.

Agregó que más autoridades mexicanas han recibido sobornos de Zambada, actualmente de 70 años y citado por la fiscalía de EE.UU. en la misma acusación contra Guzmán como otro líder del cartel de Sinaloa.

«‘Mayo’ los soborna hoy», dijo Lichtman. «No sólo nunca ha sido arrestado, sino que continúa con esta organización multimillonaria en dólares».

También acusó a «El Mayo» Zambada de ser capaz de lograr que la policía y el Ejército de ese país «mate a quién quiera».

«Lo cierto es que (Guzmán) no controlaba nada; Zambada lo hacía», concluyó.

 

«El premio mayor»

 

Los alegatos anticipan que la estrategia de la defensa será intentar presentar a Guzmán como un engranaje del sistema corrupto del narco, en vez del líder sanguinario que presenta EE.UU.

Lichtman dijo que su defendido creció en una zona pobre de México y se dedicó a plantar marihuana y amapola porque era su «única opción de supervivencia».

Calificó como un «mito» la afirmación de que «El Chapo» es el mayor narco del mundo. «Ni siquiera es el mayor narcotraficante de México», indicó.

Sostuvo que las dos veces que escapó de la cárcel lo hizo para evitar ser asesinado por rivales, y que la primera en 2001 fue responsabilidad de Zambada.

Lichtman sostuvo que el telón de fondo del juicio a Guzmán es la «guerra contra las drogas» y que EE.UU. es el país del mundo que consume más estupefacientes ilegales, en un negocio que «continúa como siempre» aunque Guzmán esté preso.

«El flujo de drogas nunca cayó durante este período», señaló.

El abogado también preguntó por qué el gobierno de EE.UU. está dispuesto a ofrecer reducciones de sentencias y visas para permanecer en el país a quienes testifiquen contra Guzmán, aunque sean ellos mismos criminales.

«Porque la condena de ‘El Chapo’ Guzmán es el premio mayor con el cual los fiscales han soñado», continuó. «Han soñado con esto desde hace años».

 

«Sólo una colusión»

 

Los alegatos iniciales de Lichtman contrastaron como día y noche con los del fiscal Fels, que describió a Guzmán como un capo del narco y asesino despiadado que introdujo toneladas de drogas en EE.UU. entre 1989 y 2014.

«Vamos a probarles a ustedes, damas y caballeros, que él era un líder», afirmó Fels al jurado de 12 miembros instalado este martes, tras cambios de última hora porque dos integrantes pidieron la baja por razones médicas y laborales.

Guzmán siguió la exposición del fiscal en sala, a través de intérpretes sentados a su lado, sobre los que llegó a inclinarse levemente para escucharlos con atención. Vestía traje oscuro, camisa blanca y corbata a tono.

El fiscal aseguró que «El Chapo» inició su carrera vendiendo marihuana en México, pero luego comenzó a exportar drogas a EE.UU. mediante túneles, lo que acortó los tiempos de entrega.

Agregó que Guzmán construyó relaciones con los carteles colombianos, que le enviaban aviones repletos de cocaína a México a cambio de un porcentaje de las ganancias, y luego asumió control del transporte y la distribución en EE.UU.

Fels dijo que Guzmán «forjó una fuerte asociación» con Zambada como «líderes principales» del cartel de Sinaloa, que abrió una guerra con rivales en México para seguir creciendo.

El fiscal anunció que presentarán como evidencia videos, grabaciones de audio y mensajes de texto de «El Chapo» dando órdenes a subordinados, así como testigos que pertenecían a su círculo más próximo y cuya identidad permanece reservada.

Dijo que Guzmán «contrató o controlaba grupos de sicarios» para asesinar a rivales. «El propio Guzmán a veces hacía los disparos», agregó.

En particular, citó el asesinato de uno de sus primos por sospechas de que podría estar cooperando con las autoridades.

Fels anticipó que con las pruebas que los fiscales presentarán en un juicio que puede durar hasta cuatro meses, el jurado tendrá «una y sólo una colusión: que el acusado es culpable».

 

Reviven testimonio de sicario que desenmascaró vínculos de FCH con capos

 

Hace más de una semana que comenzó el juicio en contra de Joaquín El Chapo Guzmán, y con todo el revuelo que ha provocado comienzan a llegar historias de eventos que significaron un tema de interés entre el narco y la política, especialmente después de que el abogado de Joaquín declarara que presidentes en el país han tenido vínculos con capos.

Posiblemente pocas personas recuerden que en 2015 la revista Proceso publicó una de las cartas más sorprendentes, pues el narcotraficante Édgar Valdez Villareal, alias La Barbie, expuso un vínculo que sorprendió a todo el país.

En la carta enviada el capo denunció que su detención fue consecuencia de la persecución política por parte del entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa (FCH), porque él se había negado a formar parte del acuerdo que el señor Calderón deseaba tener con todos los grupos de la delincuencia organizada.

En el texto se podía leer que Felipe Calderón personalmente realizó varias juntas para tener pláticas con grupos de delincuencia organizada, y según relató La Barbie, hubo otras reuniones en las que participaron, por un lado, varios altos cargos mexicanos, incluidos militares, y por el otro, líderes de cárteles mexicanos como La Familia Michoacana, los Zetas, Beltrán Leyva y El Chapo Guzmán.

En el documento Édgar aseguró que Calderón deseaba tener un acuerdo con todos los grupos criminales más peligrosos: Cártel de los Zetas, Cártel del Golfo, Cártel de Juárez, Vicente Zambada García, Mayo, El Chapo y con él mismo.

Además, el narcotraficante denunció las detenciones por parte de la Policía Federal de México, en las cuales ‘no se decomisaba nada, pues todo desaparecía como por arte de magia’.

Asimismo, afirmó que las detenciones del Ejército y la Marina ‘son más honestas, detienen a quien es, y lo ponen a disposición con lo que detienen’.

La Barbie terminó la carta con un mensaje que preocupó y continúa preocupando hasta nuestros días:

“Yo pude haber hecho lo que hice, pero ellos, los funcionarios públicos que menciono, también son parte de la estructura criminal de este país”.

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