Algunos infantes explotados tzotziles sufrieron abuso sexual
Oaxaca, Oaxaca, Viernes 19 de Octubre, 2018 (Fuente: Agencias).- La Fiscalía General de Oaxaca (FGO) confirmó que, contra los implicados en la trata de 56 niños indígenas tzotziles (chiapanecos) que fueron rescatados de una casa en el municipio de Santa María Atzompa, luego de ser hallados en una vivienda hacinados, donde eran explotados laboralmente en las calles, hay una carpeta de investigación más por abuso sexual.
El Fiscal General, Rubén Vasconcelos Méndez, dijo que los tres implicados por los delitos de trata, que se encuentran bajo proceso, luego del rescate de 56 niños indígenas tzotziles que fueron rescatados apenas el fin de semana pasado, fueron consignados por un nuevo delito, el de abuso sexual, luego de las declaraciones de las víctimas y las evidencias halladas en el lugar, donde se rescató a los menores,
Según la carpeta de investigación, los tres implicados habían traído bajo engaños a la ciudad de Oaxaca a algunas de las víctimas, con la promesa de que tendría una mejor vida, sin embargo, fueron obligados a explotarse laboralmente en las calles.
También existen denuncias por maltrato físico, según los testigos, eran torturados y martirizados, cuando no llevaban la cuota de 300 pesos diarios que les exigían por jornada laboral.
Vasconcelos adelantó que los implicados están en el desamparo, pues la mayor parte de ellos, carece de una identidad legal, como lo es su registro y acta de nacimiento, por lo que se ha pedido al estado de Chiapas les expida el registro correspondiente.
En tanto, la titular de la Procuraduría Estatal de Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado (PRODENNAO), Susana Pérez Guerrero, dijo que se ha enviado a su homóloga en el estado de Chiapas, su colaboración para buscar a los familiares de los niños y niñas que eran abusados y explotados en las calles de la capital de Oaxaca, una vez que se ha identificado que muchos de ellos fueron raptados de la comunidad indígena de Chenaló, Chiapas.
Hasta el momento, los menores rescatados reciben cobijo y alimento en un albergue del estado de Oaxaca, donde también son sometidos a minucioso análisis clínicos y psicológicos.
