Corrupción en Comisariado Comunal de Etla

*Intentaron desviar recurso federal destinado a un programa de reforestación, acusan ante la PGR

 

Mario GIRÓN

Oaxaca, Oaxaca, Viernes 21 de Septiembre, 2018.- La delegación estatal de la Procuraduría General de la República (PGR) recibió la denuncia presentada contra Erick Pérez Ruiz y Marco Isaac Navarro López, presidente del Comisariado de Bienes Comunales de San Agustín, Etla y presidente del Concejo de Vigilancia, respectivamente. Los mencionados están acusados de presunto desvío de fondos federales, daños al erario público, evasión de impuestos y demás delitos que se configuren.

El denunciante, Rogelio Eduardo Martínez Carrasco, profesionista, dedicado a proyectos de reforestación y planes de desarrollo de flora y fauna, al servicio de autoridades municipales o comisariados, agregó que, por negarse a participar en un plan de corrupción mediante el desvío de dinero público, no deja de recibir llamadas amenazadoras, así como de muerte, por lo que no encontró otra salida más que la denuncia, el pasado miércoles.

En la querella, Martínez Carrasco narra los hechos, que hoy, le hacen pensar que sus días están contados por la mafia, encabezada por el par de personajes denunciados ante la justicia federal:

“En agosto me contactó Pérez Ruiz, acreditándose como titular del Comisariado de Bienes Comunales de San Agustín, Etla. En el encuentro me aseguró saber a lo que me dedicaba profesionalmente, por lo tanto, deseaba trabajar conmigo para un gran proyecto favorable a la naturaleza”.

“Después del protocolo de salutación y la presentación de pruebas de trabajo de campo, me citó para el día 6 de agosto, de este año, en su domicilio particular, Colón número 1021, en Oaxaca de Juárez. Llegó la fecha del encuentro y me informó que deseaba contratarme para ejecutar un programa forestal con dinero otorgado por la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) coordinadamente con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), varios miles de pesos, una jugosa cantidad de dinero, pero…”

En compañía de su compañero de Vigilancia, Marcos Isaac Navarro López, el denunciado, Pérez Ruiz, sacó el cobre, la deslealtad y ambición desmedida, dio a conocer una serie de condiciones para “trabajar juntos y ganar mucho dinero sin demasiado esfuerzo”:

Al costo de mi trabajo debía aumentarle el 50%: “me explicó que el dinero de más lo necesitaba para el pago de dádivas a funcionarios de las dependencias mencionadas. También para repartirlo entre los que estaban contratándome.

Y en apoyo a mi obediencia y discreción, Pérez Ruiz me pidió recaudar evidencia de trabajo de campo ejecutados en otro lado, no en San Agustín, con lo cual, ellos avalarían un trabajo ejecutado, ya que el deseo era ahorrarse otro dinero para quedárselo, porque no habría problema, que así lo habían pactado con las dependencias federales mencionadas.

Llegaría la sorprendente respuesta del hoy demandante de justicia, Rogelio Eduardo Martínez Carrasco:

“Les comenté que no podía por tratarse de dinero público federal, que si lo hacíamos cometeríamos un delito de alto riesgo”.

Sin embargo, Pérez Ruiz y Navarro López, contraatacaron:

“No temas, no hay problema, todo está planeado, acordado con funcionarios de las dependencias mencionadas, además, los habitantes de San Agustín, Etla, no preguntan, es apática, les vale nada lo que el Comisariado haga o deje de hacer”.

La mecánica del trabajo –explicaron los hoy denunciados– era la siguiente:

“Yo, Martínez Carrasco, recibiría los miles de pesos y una vez que el dinero cayera en mi cuenta bancaria, inmediatamente transferirla a la empresa fachada Servicios y Construcciones PIANNA SA DE CV, con RFC SCP!”!=12BG0, con dirección en Colón 1021 B, en donde vive Pérez Ruiz, con la finalidad de ayudarme a no pagar impuestos, explicaron, y aseguraron que me darían otra factura para contrarrestarlos. Que nada malo sucedería ya que lo habían hecho en otras ocasiones sin complicaciones”.

Martínez Carrasco prefirió no ganar dinero ilícitamente, menos, meterse en problemas jurídicos. Les ofreció un rotundo no, les dio las gracias y se retiró; sin embargo, negarse a participar en un ejemplo de corrupción le ocasionó problemas que le robó la tranquilidad y no lo deja descansar. Ahora teme por la seguridad de su familia y la vida del denunciante, por lo que, armado de valor civil, optó por denunciar los hechos en la PGR.

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