El otro tigre que se está soltando
Oaxaca, Oaxaca, Lunes 28 de Mayo, 2018 (Fuente: Agencias).- La Sierra Norte de Oaxaca es una región con elevados índices de participación social y política, sus habitantes se enorgullecen de ser descendientes del Benemérito de las Américas; Benito Juárez, pero lastimosamente en este proceso electoral, toda esa lucha se está viendo empañada por una imposición en la candidatura a la diputación local de la coalición Juntos Haremos Historia, por parte del grupo que ha vivido del conflicto durante décadas, disfrazándolo de lucha social, me refiero a la pandilla del demonio de Tazmania Flavio Sosa Villavicencio, el controversial pseudo líder de la APPO y responsable de los hechos del 2006, mismo que ahora en pos del poder, coexiste políticamente con quien dice fue su verdugo Jorge Franco Vargas, alias el Chucky, acusado por la Sección XXII de ser el responsable de la represión magisterial y creador de las Caravanas de la Muerte, en esa difícil etapa para el pueblo de Oaxaca, pero eso a Flavio Sosa no le importa y trae de vuelta al Chucky pero además, impuso en la candidatura de la Sierra Norte a su prima, Griselda Sosa como dicen los oaxaqueños ¨a modo¨ porque con sendos antecedentes como la carencia de trabajo social, haber intentado en varias ocasiones en el PRD ser candidata, haber perdido una vez la contienda electoral como candidata de MORENA y ser esposa de un ex diputado por el Partido Acción Nacional, relacionado con la matanza de Cotzocón, Mixe y quien se dice, habló a nombre de la Sección XXII para exigir su candidatura, como una ¨cuota de los maestros y presos políticos del 2006¨ y a pesar del efecto Andrés Manuel, no cuenta con posibilidades de ganar, porque es desconocida y repudiada por la población serrana y hasta por los mismos integrantes de la Sección XXII. Y ante esto, la sacrificada es una mujer de origen Indígena Keila Mesulemet, oriunda de Talea de Castro y quien se ha caracterizado por el trabajo en temas de comunicación comunitaria, entre los que destaca la creación del sistema de telefonía celular comunitaria, que representó un parteaguas en la comunicación indígena en nuestro País. Esta mujer, sin antecedentes políticos, pero con una amplia trayectoria social, fortalezas que quienes promovieron la imposición de Sosa, no consideraron “suficientes” para hacerla merecedora a la candidatura. Esta situación como es de esperarse en un espíritu democrático, derivó en una impugnación de la candidatura, primero en la ciudad de Oaxaca y ahora en la Sala Xalapa, cuyos magistrados el próximo sábado definirán si la candidatura del Distrito IX del estado de Oaxaca, es para la imposición de un “fusil quemado” o para una líder social, esta última, como lo ha pregonado Andrés Manuel, son quienes deben tener prioridad en estas elecciones.
Este difícil panorama, nos obliga a preguntarnos:
¿Saben las bases de la Sección XXII que Griselda Sosa hace negocios a nombre de ellos?
¿Andrés Manuel sabe que esta candidata realmente no cuenta con el apoyo de las bases del magisterio como ella lo pregona?
En este momento en el que se requiere “carro completo” la Coalición de Andrés Manuel, no debe permitirse el más mínimo síntoma de división, que desemboque en posibles votos de castigo hacia otros partidos y coaliciones; se debe mostrar la congruencia con la democracia o de lo contrario, estarán abonando a los detractores de este movimiento y promoviendo el encono al interior de este grupo, no olvidemos que una máxima en la política, que en Oaxaca ya ha dado resultado en otras ocasiones es “divide y vencerás”