Que tiemble, normal

*Los temblores no se originaron en septiembre o febrero pasado, vienen desde hace 4 mil 600 millones de años: Servicio Geológico Nacional

Oaxaca, Oaxaca, Miércoles 28 de Febrero, 2018 (Fuente: Agencias).- El Servicio Geológico Nacional (SGN) inició la elaboración de un atlas de riesgo en las zonas de Oaxaca donde se reportaron terremotos de hasta 7.2 grados para determinar las acciones a seguir para mitigar sus efectos y enfrentar movimientos telúricos de mayor intensidad.

El director general del organismo, Raúl Cruz Ríos, rechazó que haya un comportamiento atípico de la actividad sísmica, advirtiendo que los temblores registrados en los últimos meses han sido derivados del movimiento natural de las placas tectónicas.

“Hay un movimiento constante de las placas tectónicas, particularmente de las placas de Cocos y del Caribe, cuyo movimiento puede ser gradual o lento, e incesante, como ha ocurrido en los últimos meses, de septiembre del año pasado a febrero de este año, y desde hace 4 mil 600 millones de años”.

Dijo que estos movimientos en algunas zonas pueden ser más intensos en algunas regiones, pero lamentablemente no se pueden predecir, por lo que único que puede realizar es preparar a la sociedad a que tengan las acciones necesarias para enfrentarlos.

Y una de estas medidas es que estén preparados, con reglamentos de construcción actualizados y con un mapa de riesgos que permita a la sociedad tener certeza de dónde están las zonas de mayor peligro, para no edificar viviendas o infraestructuras que pueden generar mayores pérdidas humanas.

No descartó, en base al reloj geológico del planeta, que pueda subir la intensidad de los sismos, de tener temblores de 7 grados, podamos llegar a reportar alguno de 8 grados en promedio, aunque es impredecible.

Ante el riego inminente en cualquier momento, ¿la necesidad sería adecuar los reglamentos de construcción?

Efectivamente, hay que modificar esquemas y normas de construcción, no sólo por cambiar, sino en base a la geología, por ello la necesidad de realizar estudios de la tierra, de las zonas sísmicas, para determinar las acciones que se tienen que corregir para evitar riesgos y pérdidas humanas.

Dijo que se tienen que establecer las condiciones geológicas de cada región para valer las medidas de prevención adecuadas, a través de atlas de riesgo y de peligro, además de establecer mapas donde se geo referencien las zonas menos peligrosas y las de más alto riesgo por algún temblor, desde el punto vista geológico.

Cruz Ríos adelantó que, por instrucciones del presidente de la República, el Servicio Geológico Nacional, se realizará una cartografía de la tierra en el estado de Oaxaca, principalmente de las zonas afectadas por los últimos temblores y terremotos, para elaborar un atlas de riesgo que permita determinar qué medidas preventivas se pueden aplicar para evitar pérdidas humanas, además de determinar la consistencia del terreno, qué materiales prevalecen y su consistencia.

Adelantó que entre las acciones se elaborarán atlas de riesgo y de peligroso por zonas y municipios, con el fin de determinar el desarrollo territorial y urbano de la mancha urbana, a fin que exista un crecimiento armónico, en base a los atlas de riesgo que se elaboran en este año.

Adelantó que estas acciones también se llevarán a cabo en los estados de Chiapas, Guerrero, y Morelos.

También el uso de un atlas de riesgo podría ayudar a determinar rutas de evacuación para la población en caso de reportarse un evento sísmico.

Aclaró que los costos por la elaboración de los atlas de riesgo serán adsorbidos por el organismo, y sólo pedirá una cuota de recuperación a las entidades beneficiadas por los gastos generados en la ejecución de los mismos.

Afirmó que, en el caso de Oaxaca, se designará un geológico por cada municipio para tener un atlas de riesgo por cada población inmersa en zonas sísmicas de alto riesgo.

El director del SGN rechazó que los temblores reportados en el país, tengan algún efecto generado por las recientes tormentas magnéticas causadas por la radiación solar. A su vez, descarta las teorías que advierten que los temblores están asociados con los efectos del cambio climático.