Doctrina de S-22, una dictadura

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*La muerte de una estudiante normalista evidenció las viejas prácticas que mantiene la gremial magisterial

Oaxaca, Oaxaca, Sábado 21 de Octubre, 2017 (Fuente: Agencias).- Un grupo de estudiantes de la Normal Rural de Tamazulápam cerraron calles, bloquearon avenidas, secuestraron camiones, además de bloquear la autopista Oaxaca-México, para exigir el esclarecimiento sobre una estudiante que falleció en una de sus escuelas.

La indagatoria estableció que los profesores de la normal no permitieron el acceso de los cuerpos médicos al plantel.

La muerte de una estudiante de nuevo ingreso de la Escuela Normal Rural de Tamazulápam, Oaxaca, evidenció las viejas prácticas que mantiene la Sección 22 del magisterio oaxaqueño, en rechazo a la Reforma Educativa y su negativa a renunciar a las prebendas sindicales.

La joven estudiante que murió por hemorragia cerebral, Lizbeth Nohemí Escalante, falleció en el Hospital «Pilar Villavicencio», localizado en Huajuapan de León, donde fue ingresada a destiempo, ante la falta de una actuación inmediata por parte de los directivos de la escuela normal encabezada por Valeriano Cruz Cervantes.

Compañeras de la estudiante normalista que, por miedo a represalias prefirieron omitir su nombre, aseguraron que la joven manifestó haberse sentido mal, pero no fue atendida a tiempo.

En esta escuela, que funciona como internado por recibir a estudiantes de escasos recursos, supuestamente los directivos no intervinieron de manera oportuna ni contaban con un médico en la institución desde hace cinco meses, luego de que destituyeran a la encargada del área médica por intereses sindicales.

Aunque dicha escuela rural debe contar con un médico, esta carecía de uno porque la Sección 22 mantiene su negativa de admitir a los asignados por las autoridades del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), además de mantener la práctica de asignar las plazas a quienes estén activos en el movimiento y alcancen los puntajes con su participación en actividades del mismo sindicato como marchas y plantones.

De acuerdo con la versión de una de las entrevistadas, Lizbeth fue traslada a un consultorio médico particular de la comunidad para recibir atención, donde sugirieron enviarla a un hospital por la gravedad del caso, ya que llegó al consultorio en un estado de inconsciencia.

En cuanto al pago de los servicios médicos, se informó que fue la hermana de la estudiante quien pagó la atención, al referir que las alumnas al salir del internado deben cubrir cualquier gasto que generen.

El director y personal administrativo cercano a este, según las entrevistadas, ha buscado ahora la forma de demostrar que sí se actuó a tiempo, cuando ni siquiera pagó los gastos por la atención de la normalista.

Las denunciantes afirmaron que el director Valeriano Cruz Cervantes ha suspendido el servicio médico de la Normal por insistir en que el espacio tiene que otorgarse a quien cumpla con los intereses sindicales, y no aquellos que tengan el perfil que marca la Reforma educativa.

De estos hechos, la Sección 22 rechazó no haber actuado a tiempo, al afirmar que la estudiante ya había ingresado a la escuela con una enfermedad que adquirió desde la infancia.

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