Pide Arzobispo trabajar a favor de la familia

*Si descuidamos a la familia, nos descuidamos a nosotros mismos, aseguró el Arzobispo José Luis Chávez Botello

 

Claudia GONZÁLEZ

Oaxaca, Oaxaca, Lunes 13 de Marzo, 2017.- Al hacer un llamado para que los oaxaqueños se concentren en evitar que se siga deteriorando la familia, por medio del alcoholismo, la violencia intrafamiliar y la corrupción, el Arzobispo de la Arquidiócesis de Antequera Oaxaca, Monseñor José Luis Chávez Botello, pidió trabajar a favor de ella, la familia.

Frente a ese exhorto, dijo que la sociedad, a través de autoridades e instancias, deben atender la educación, seguridad, y políticas sociales, dando, desde luego, prioridad a la familia.

Por eso enfatizó: “Cuando se descuida a la familia, seguro se tienen otros intereses”.

El prelado, durante el acostumbrado encuentro con los reporteros de la fuente en la Catedral Metropolitana de la capital oaxaqueña, luego de la misa de medio día, expresó que, si por alguna razón se ataca a la familia, los intereses van por otro lado.

Por eso invitó a los fieles a combatir el alcoholismo, la violencia intrafamiliar y la corrupción, los males que han ido deteriorando a la familia.

De ahí que agregara que “el alcoholismo daña la salud física, la capacidad mental, la voluntad y en consecuencia las relaciones humanas”.

Definió que no obstante de haber carencias, en la familia se aprende a convivir, valorar la vida y la salud, la verdad y la mutua ayuda, por ello luchar por la familia es el mejor camino para la superación y realización de las personas, para promover los derechos humanos, y el mejor patrimonio de pueblos y comunidades.

De igual modo, indicó que se debe pensar en la educación, la seguridad, los servicios sociales y las políticas públicas, a partir de la familia, institución considerada el cimiento de toda sociedad y que ha cambiado en función de los tiempos que vivimos.

Por eso remarcó que, si descuidamos a la familia, nos descuidamos a nosotros mismos.

Chávez Botello sostuvo los hogares que viven la violencia intrafamiliar pueden convertirse en semilleros de personas acomplejadas, inadaptadas o violentas; un cáncer maligno y una amenaza para la sociedad.

Dejó claro que “la corrupción no llega sola, sus propagadores son hombres y mujeres concretos, sin valores y sin escrúpulos. Estos males no se erradican solo hablando y quejándonos, sino que exigen trabajo con acciones eficaces, constancia y paciencia”.

Finalmente, el Arzobispo dijo que este es el camino penitencial que se debe asumir durante la Cuaresma, fortalecido con oración, un cambio de actitudes, además de seguir los preceptos que Dios enseña.

Aseguró que todos los sectores tienen una responsabilidad para lograr mejores condiciones, para que se superen las condiciones que se tienen.

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