Asume Trump presidencia de EU entre protestas sociales

*Comenzó su mandato con un llamado a limitar la reforma de salud aprobada por el gobierno de Barack Obama

Washington, Estados Unidos, Sábado 21 de Enero, 2017 (Fuente: Agencias).- Poco después de tomar posesión este viernes poco antes del medio día como el presidente número 45 de Estados Unidos, Donald Trump se dirigió al Capitolio para una ceremonia en la que firmó varias órdenes ejecutivas.

Según el nuevo encargado de prensa para la Casa Blanca, Sean Spicer, los documentos que firmó incluyen un permiso para que James Mattis, general retirado, pueda asumir el cargo de secretario de Defensa si es confirmado. Usualmente es necesario que el encargado de la cartera haya estado fuera de las Fuerzas Armadas por siete años y Mattis se retiró hacer tres. Trump también firmó otras órdenes avalando nominaciones para diversos cargos, como embajadores, que deben ser confirmados por el senado.

Otro de los documentos es la proclamación de un Día Nacional de Patriotismo, según Spicer.

Durante la firma, el presidente Trump estuvo acompañado de su familia, el vicepresidente Mike Pence y varios legisladores de ambos partidos políticos.

En su discurso inaugural, mientras comenzaba a llover, Trump presentó una visión oscura de su país como una nación dividida y desubicada, explotada y olvidada por élites de Washington y aminorada en los ojos del mundo. Prometió que su llegada a la Casa Blanca por fin cambiaría las cosas.

“Esta masacre estadounidense termina aquí mismo y ahora mismo”, declaró en su discurso, de 16 minutos de duración.

“El momento para los discursos vacíos ha terminado. No permitas que nadie te diga que eso no se puede hacer”.

Aseguró que durante su mandato Estados Unidos siempre estará primero.

 

Las críticas y las protestas empezaron temprano

 

Del Medio Oeste estadounidense a la capital, en el este, los manifestantes llegaron para manifestarse en una celebración que no podían detener pero estaban desesperados por interrumpir: la toma de posesión de Donald Trump.

Portaban diversos carteles: “Rechaza y resiste”, “Solo es el títere naranja de Putin”, “Enfurécete contra la muerte de nuestros derechos”.

La principal consigna era “somos manifestantes pacíficos”, pero, conforme se acercaba el mediodía, habían sido reventadas varias ventanas en el centro de Washington y en el aire se olía el gas pimienta lanzado por la policía.

En diferentes puntos de acceso a la ceremonia de inauguración, los manifestantes se unieron de brazos para intentar bloquear el paso.

“Este es nuestro derecho, plantarnos aquí”, dijo Mica Reel, de 21 años.

La resistencia ya había empezado cuando Trump prestó juramento al mediodía. Algunos se reunieron desde la madrugada para protestar contra las políticas migratorias propuestas por el ahora presidente durante la campaña, todos portando gorras negras con la leyenda: “No es mi presidente”.

“Es importante que dejemos claro que vamos a pelear contra su agenda desde el primer día”, dijo Ramah Kudaimi, de 30 años y parte de la junta de directores del Centro para la Paz de Washington, que ayudó a organizar la protesta.

Este sábado también está planeada una marcha de mujeres masiva en Washington, con réplicas alrededor del país e incluso en diversas ciudades del mundo.

 

El presidente presta juramento sobre la Biblia de Lincoln

 

Donald Trump prestó juramento de su cargo con dos biblias: una propia y una usada por Abraham Lincoln en 1861. Solo otro presidente estadounidense ha usado esa biblia para la ceremonia de juramento: Barack Obama, el predecesor de Trump.

Thomas Barrack Jr., presidente del comité inaugural de Trump, dijo en una declaración a principios de esta semana que el presidente electo “está muy orgulloso de poner su mano en las biblias que tienen un significado tan especial, tanto para su familia como para nuestro país”.

Lincoln juró sobre esa biblia en su primera toma de posesión en 1861, cuando Estados Unidos estaba en el clímax de la Guerra Civil. No volvió a ser utilizada hasta la elección de Barack Obama, quien la usó en sus dos juramentaciones, tanto en 2009 como en 2013.

Los funcionarios de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos dijeron que el libro estaba listo para el gran día, aunque eran cautelosos por el pronóstico del tiempo que sugería la posibilidad de lluvia.

“Siempre tenemos en nuestra mente que eso podría pasar”, dijo Elmer Eusman, quien es el jefe de conservación. “Estamos preparados para cualquier eventualidad”.

 

Un nuevo presidente para un país dividido

 

Al tomar posesión como el presidente número 45 de Estados Unidos, Donald Trump dará inicio a una nueva era, más impredecible, en la que ha prometido romper con el orden establecido y restaurar la grandeza estadounidense.

Desde el Capitolio, mientras mira lo que parecen ser cientos de miles de admiradores y espectadores, Trump planea usar su discurso inaugural para prometer que dedicará los próximos cuatro años a reconstruir la economía estadounidense, reafirmar el control de las fronteras y recuperar el respeto del mundo.

Trump no planea desperdiciar nada de tiempo después de pronunciar el juramento, de 35 palabras, que será administrado por el líder de la suprema corte, John Roberts Jr.

Prevé dedicarse a deshacer las políticas de su predecesor, Barack Obama, apenas horas después de tomar posesión. El nuevo presidente podría empezar a firmar órdenes ejecutivas que congelen regulaciones implementadas durante las últimas semanas del mandato de Obama y reviertan políticas en materia de salud, migración y otras áreas.

Aunque Trump demostró su estilo combativo durante la transición, sus asesores dijeron que hará un llamado por unidad en la ceremonia.

“En su discurso inaugural, escucharán a un Donald Trump inspirador, aspiracional y visionario que nos pedirá tomar acciones audaces bastante rápido”, dijo a CBS News Kellyanne Conway, su próxima asesora en la Casa Blanca. “Eso es lo que hacen los empresarios”.

El hijo de Trump Donald Trump Jr. dijo que el nuevo presidente todavía estaba procesando la gravedad de su nuevo cargo, aunque no parezca ser el caso cuando está en público. “El proceso lo ha vuelto más humilde”, dijo a MSNBC. “Y, sabes, lo demuestre o no, es otra cosa”.

 

Incidentes durante la asunción de Trump

El número de detenidos por los enfrentamientos entre los manifestantes y la Policía en Washington, durante la toma de posesión del presidente Donald Trump, se ha elevado a 217 mientras que los agentes con heridas leves son 6, confirmó Peter Newsham, jefe de policía interino de la ciudad.

La actualización de la cifra por parte de Newsham, quien previamente había informado de 95, se produjo en una rueda de prensa en la sede de la Policía Metropolitana, mientras que centenares de protestantes continuaban concentrados, aunque de manera pacífica, en diversas partes de la ciudad.

Newsham señaló que se han presentado cargos contra todos los detenidos por «disturbios», y remarcó que representaban «un porcentaje muy pequeño» de todos los manifestantes.

Las heridas de los agentes son de levedad, agregó el jefe de policía, y como consecuencia de las piedras y objetos contundentes lanzados por los protestantes.

Los manifestantes quebraron los vidrios de varios automóviles, entre ellos uno de policía, y quemaron papeleras, mientras que las fuerzas de seguridad respondieron con gases lacrimógenos para tratar de dispersar a los protestantes.

El equipo antimotines usó aerosol de pimienta y eventualmente acordonó a los manifestantes que gritaban «Manos arriba, no disparen» al tiempo que un helicóptero sobrevolaba el lugar.

Los incidentes se produjeron aproximadamente una hora antes de que jurara Trump en el Capitolio y crecieron varias horas después, cuando la multitud de manifestantes creció a más de un millar.

Antes de la ceremonia, la coalición DisruptJ20, que tomó su nombre de la fecha de la investidura, había prometido que intentaría bloquear las celebraciones arriesgándose al arresto si fuera necesario.

La simpatizante de Trump, Brett Ecker, dijo que la acción de los manifestantes no iba a arruinarle el día.

«Sólo están aquí para causar problemas», dijo la maestra de escuela pública de 36 años. «Me molesta un poco que la gente elija hacer esto, pero una vez más es una de las cosas que me encanta de este país».

En un puesto de control los manifestantes llevaban monos de color naranja con capuchas negras sobre la cara para representar a los prisioneros de la cárcel estadounidense en la Bahía de Guantánamo. Eleanor Goldfield, que ayudó a organizar la protesta de Disrupt J20, dijo que los manifestantes querían mostrar a Trump y a sus «equivocados, mal informados o simplemente peligrosos» partidarios que no se quedarán en silencio.

Black Lives Matter y grupos feministas también hicieron oír su voz.

La mayoría de los partidarios de Trump que caminaban a la inauguración ignoraron a los manifestantes fuera de la estación de tren Union Station, pero no a Doug Rahm, quien mantuvo un acalorado intercambio de insultos con ellos.

«Consíganse un trabajo», dijo Rahm, un miembro de un grupo que simpatiza con Trump de Filadelfia. «Dejen de llorar copos de nieve, Trump ganó».

Fuera del Museo Internacional del Espionaje manifestantes con sombreros rusos ridiculizaron las alabanzas de Trump al presidente Vladimir Putin y marcharon con carteles en los que se leía en inglés «Títere de Putin» y «Empleado del mes del Kremlin».

Más manifestaciones están previstas para lo que resta del día. DisruptJ20 convocó a una marcha desde Columbus Circle, afuera de la Union Station, al mismo tiempo en que Trump jure como presidente.

La ruta de la manifestación, que los organizadores llamaron «Festival de la Resistencia», se extiende por 1,5 milla hasta McPherson Square, un parque a tres cuadras de la Casa Blanca, donde habrá un acto con el cineasta y activista liberal Michael Moore.

«Vamos a hacer una fiesta en la calle para nuestro lado», dijo el organizador David Thurston a los reporteros la semana pasada y anticipó que habría bateristas, músicos y un grupo de bailarines.

A lo largo de la ruta del desfile la coalición de grupos antibélicos ANSWER planificó demostraciones en dos lugares.

Manifestantes y partidarios de Trump se enfrentaron el jueves por la noche fuera de un evento de apoyo al nuevo mandatario en Washington. La policía usó aerosol químico en un esfuerzo por controlar a la multitud rebelde. Cientos de personas se reunieron frente al Club de la Prensa Nacional en el centro de Washington donde se celebraba el «DeploraBall», un juego basado en un comentario de campaña de Hillary Clinton que una vez se refirió a muchos de los partidarios de Trump como una «canasta de deplorables».

Las demostraciones no terminarán cuando Trump ocupe su lugar en la Casa Blanca. Una masiva marcha de mujeres está prevista para el sábado en Washington. Christopher Geldart, director de Seguridad Nacional del Distrito de Columbia, dijo que 1.800 autobuses se han registrado para estacionar en la ciudad el sábado, lo que podría significar que casi 100.000 personas vendrán a la ciudad por ese medio.

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