En el olvido ocho policías víctimas de Nochixtlán

Foto: areopago.mx
Foto: areopago.mx

Oaxaca, Oaxaca, Jueves 27 de Octubre, 2016 (Fuente: Agencias).- Los ocho elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO), que el 19 de junio de 2016 resultaron con graves lesiones que les dejarán secuelas de por vida, durante el enfrentamiento con integrantes de diversas organizaciones sociales en Asunción Nochixtlán, hasta el momento no han recibido ninguna atención, ni apoyos de parte de los organismos defensores de Derechos Humanos.

Los denunciantes, cuyas identidades no pueden ser reveladas por su propia seguridad, señalaron que ni siquiera han sido considerados como víctimas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), mucho menos por la Defensoría de los Derechos Humanos de los Pueblos de Oaxaca (DDHPO).

Destacaron que la atención médica y psicológica que han recibido hasta el momento, es la que brinda de manera normal el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), porque no cuentan con los recursos necesarios para buscar la atención médica especializada.

Uno de los elementos de la Policía Auxiliar, que fue lesionado por un cohetón que le estalló en la cara y le provocó pérdida del ojo izquierdo, no podrá continuar en activo en la corporación, de acuerdo a los requisitos que marcan los protocolos de ingreso, permanencia, capacitación y ascensos en la SSPO.

Contrariamente a los apoyos económicos y atención médica especializada que reciben los activistas de las organizaciones sociales que el 19 de junio resultaron lesionados durante el fallido desalojo de la carretera federal 190; los policías estatales lesionados ni siquiera están considerados como víctimas por la CNDH ni por la Defensoría estatal.

Para los organismos defensores de derechos humanos, las ocho víctimas no existen como tales, los apoyos del gobierno federal están vetados para ellos, que aún en éstas condiciones son tachados de represores, torturadores y asesinos.

Por todas éstas desventajas, su recuperación es bastante lenta, aunque al menos tres de ellos quedarán con secuelas de por vida, por lo que su existencia no volverá a ser la misma, dicen en tono de resignación.

Una de las víctimas, integrante de la Policía Femenil que fue retenida por los activistas, fue amarrada de las manos y casi desnudada, torturada y obligada a sentarse sobre unas llantas apiladas, la rociaron de gasolina y transmitieron la imagen en vivo a sus hijos, mientras que les decían que la quemarían viva.

Estas imágenes, dice la mujer policía, mantienen en grave crisis nerviosa a sus menores hijas, que están recibiendo atención médica psicológica y a pesar de ello, hasta la fecha no ha recibido ninguna visita de los organismos de Derechos Humanos, ni algún apoyo del Gobierno Federal.

El único apoyo que reciben diariamente los policías que continúan en rehabilitación, es la visita y ayuda solidaria de sus compañeros que los animan a echarle ganas a la vida, aunque la indignación, el coraje y la frustración de no poder hacer algo más por ellos, se convierte en silenciosas lágrimas.