Mujeres transparentes, orgullo de Quialana

Mujeres transparentes, orgullo de Quialana

*Recibieron el Tercer lugar del Premio Nacional de Contraloría Social 2015 (PNCS 2015)

*Este premio –aseguran– es un reconocimiento al esfuerzo diario de vigilar y dar seguimiento a los avances de obras de infraestructura realizadas con recursos del Ramo 33, Fondo III, estatal y federal, así como programas sociales BIENESTAR

*En asamblea, la comunidad eligió a tres mujeres para supervisar las acciones que se desarrollan, desde los cimientos hasta el avance físico de las obras, lo que refleja la confianza que han depositado en ellas

Oaxaca, Oaxaca, Martes 08 de Diciembre, 2015 (Fuente: Comunicado).- Elvira Maribel Hernández Sánchez, originaria de San Bartolomé Quialana, del Distrito de Tlacolula, nunca imaginó alcanzar junto con sus compañeras Concepción Sánchez Sánchez y María Concepción Sánchez Hernández, el Tercer lugar del Premio Nacional de Contraloría Social 2015 (PNCS 2015),  gracias a una labor conjunta que han realizado con gusto desde hace dos años con el objetivo de supervisar las obras de infraestructura que benefician directamente a su pueblo.

Hernández Sánchez, quien orgullosa porta un pañuelo rojo en la cabeza y un vestido verde característico de San Bartolomé Quialana, mencionó con orgullo que recibir este galardón, entregado recientemente en el estado de Sinaloa, donde se llevó a cabo la ceremonia de premiación, fue una de las experiencias más gratificantes de su vida, ya que además del reconocimiento nacional como auditora,  por primera vez se transportó en avión y visitó otra entidad.

Entrevistada en uno de los edificios de Ciudad Administrativa “Benemérito de las Américas”, la mujer de 29 años reconoció que este premio es un reconocimiento al esfuerzo diario de vigilar y dar seguimiento a los avances de trabajos de infraestructura a ocho obras públicas realizadas con recursos del Ramo 33 Fondo III, estatal y federal, así como programas sociales BIENESTAR.

Además, es resultado de meses de asesoría y acompañamiento por parte de la Secretaría de la Contraloría y Transparencia Gubernamental, dependencia encargada de capacitar a las tres mujeres que conforman el Comité de Contraloría Social (CCS) de la localidad zapoteca de San Bartolomé Quialana.

Elvira explica que ellas se han especializado “en un tema que no conocíamos, como la calidad de la arena para las construcciones, el tiempo en que se realizan las obras, entre otros elementos”. Ganar este reconocimiento y el premio de 20 mil pesos fue algo emocionante porque sin pensarlo nosotras hicimos ese trabajo de supervisión, para poder tener otras experiencias y aportar a la comunidad, nunca sospechamos que podíamos ganar”, expresó.

Para ella esta experiencia es un ejemplo también para su hija de diez años de edad, ya que se demuestra que se pueden generar beneficios para la comunidad con el trabajo propio, y que estas acciones van más allá de las labores cotidianas en el campo, en el hogar o en la escuela. Somos muy afortunadas –comentó– por contribuir con  nuestro granito de arena a que en nuestra comunidad las cosas se hagan con transparencia y honestidad.

A su vez, Concepción Sánchez Sánchez, una de las integrantes del proyecto premiado, denominado “Acciones del Comité de Contraloría Social del Municipio de San Bartolomé Quialana”, expresó que a sus 30 años de edad se siente bendecida por  participar en la construcción de obras públicas que contribuyen al desarrollo del lugar donde nació.

Recordó que desde el año 2014 con sus compañeras han revisado los proyectos y la construcción de una olla de agua, nombrada como “dam lan”, un tanque regulador y la línea de conducción de agua potable y el comedor en la escuela primaria “Miguel Hidalgo y Costilla”.

Así como la ampliación del sistema de alcantarillado sanitario, la edificación del mercado municipal, la unidad deportiva, la Casa de la Cultura y la pavimentación con concreto hidráulico de la calle Ignacio Aldama.

Su satisfacción más grande es vigilar en nombre de su pueblo la correcta aplicación de más de 17 millones de pesos destinados para ocho obras de infraestructura social.

Con una sonrisa que ilumina su rostro reconoció que la comunidad las ha elegido en dos ocasiones para supervisar estas construcciones, desde los cimientos hasta el avance físico, lo que habla de la confianza que sus habitantes han depositado en ellas.

Recordó que desde que les propusieron estas labores de supervisión, estuvo consciente de que es un servicio social que ofrecerían sin ninguna retribución económica más que la satisfacción de saber que los recursos aplicados – de los dos niveles de Gobierno – llegarían a buen término.

Este apoyo a la comunidad –dijo- no ha sido fácil, “ya que desde que amanece inician mis actividades en el campo sembrando flores, después realizó los quehaceres de la casa, hago tortillas, tejate, y además cumplo con mi responsabilidad de supervisora de obras”.

María Concepción Sánchez Hernández, de 33 años de edad, es otra de las galardonadas con el Premio Nacional de Contraloría Social 2015. En entrevista comentó que ella  trabaja en un taller de costura realizando trajes típicos de San Bartolomé Quialana, prendas que en su visita a las oficinas gubernamentales portan orgullosamente las tres mujeres.

Sánchez Hernández es además integrante del Consejo Consultivo de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, como representante de los Pueblos Indígenas de Valles Centrales. De ahí su doble compromiso, ya que en las obras que le toca supervisar se invierten recursos públicos para beneficio de las presentes y futuras generaciones.

Hemos tenido muchos retos en esta labor – recordó- como por ejemplo informar a nuestras vecinas y vecinos de lo que se está haciendo. Asimismo –dijo- trabajamos coordinadamente con los regidores del Ayuntamiento, quienes nos dan facilidades para revisar que desde lo que está estipulado en los contratos, la obra se realice adecuadamente.

En este servicio –precisó- hemos tenido el respaldo de nuestras familias, nos han dicho que se sienten orgullosas de que nuestras actividades beneficien a la comunidad. Y se pregunta finalmente: “Nosotras vamos a seguir trabajando para las mujeres y los hombres de San Bartolomé Quialana, por amor a nuestra comunidad, porque si no lo hacemos nosotras, ¿Quién?”