PABIC mata a uno y deja grave a otro
*En cuestión de segundos las vidas de dos hermanos se tornan de terror
*El que sobrevivió al disparo con una escopeta tiene afectado en hígado y el pulmón derecho
*En octubre pasado el elemento policiaco, señalado de haber disparado, había enviudado porque su esposa cayó de la terraza de la segunda planta
Oaxaca, Oaxaca, Domingo 06 de Diciembre, 2015 (Fuente: noticiasnet.mx).- Cuando Ricardo Castillo Cruz observó a su hermano Javier tendido frente a sus hijos, con una grave herida en el abdomen, en lo único en que pensó fue en detener al sujeto que le había disparado con una escopeta.
Sin pensarlo, ingresó a la vivienda marcada con el número 114 de la calle de Niño Artillero, del barrio El Rosario, de la agencia de San Juan Chapultepec, donde murió de un disparo en el abdomen realizado por la misma persona que había herido a su hermano.
El responsable, el elemento de la Policía Auxiliar, Cornelio Benítez Cruz, logró escapar y hasta el momento continúa prófugo.
LA VISITA TERMINÓ EN TRAGEDIA
Hace unos 20 días Javier Castillo Cruz decidió separarse de su concubina Verónica Méndez, con quien vivía en el domicilio con número 114, por ser propiedad de la madre de su pareja.
Desde esa fecha, visitaba de manera regular a sus hijos. Así lo hizo el viernes pasado, aproximadamente a las 21:40 horas.
Llegó a la vivienda junto con uno de sus empleados, quien lo esperaba en un vehículo mientras él platicaba con sus hijos.
José Ramírez, empleado de Javier, dijo que vio a su patrón platicando con sus hijos y decidió reclinar el asiento del vehículo mientras regresaba.
De pronto, escuchó un disparo, al mismo tiempo que los niños gritaban, por lo que bajó del vehículo y encontró a Javier tendido en el piso, sangrando de manera alarmante.
El mismo Javier le pidió que lo subiera al vehículo para llevarlo a un hospital que se ubica cerca de ese lugar. Javier logró decirle a su empleado que el responsable era su concuño Cornelio Benítez Cruz.
APARECE SU HERMANO
Frente al domicilio en mención vive Ricardo, hermano de Javier, quien al escuchar el disparo y los gritos de los niños, salió a la calle para ver qué ocurría.
Javier le dijo que el responsable era Cornelio, quien había subido a la segunda planta de la vivienda, donde tiene su habitación.
Sin pensarlo, Ricardo ingresó a la vivienda para tratar de detener a Cornelio. En las escaleras se encontró con Verónica, quien trató de detenerlo para que no se encontrara con su otro cuñado, ya que éste portaba una escopeta.
La mujer salió para ver qué había pasado con sus hijos, que lloraban.
En la calle se enteró que su concubino Javier había sido herido y trasladado a un hospital.
Y al regresar para ver su cuñado Ricardo, lo encontró derribado en la terraza de la segunda planta. Mientras que a Cornelio Benítez ya no lo encontró por ningún lado.
Mientras todo esto ocurría en la vivienda, los vecinos ya habían llamado a la policía municipal, que llegó a la vivienda junto con paramédicos voluntarios de Brigada Lobo.
CONFIRMAN LA MUERTE DE RICARDO
Los paramédicos confirmaron la muerte de Ricardo al haber recibido un disparo de proyectil de escopeta en el abdomen, a muy corta distancia.
Policías y familiares de Ricardo y Javier iniciaron la búsqueda de Cornelio, quien logró fugarse, al parecer, por la parte posterior del domicilio.
El agente del Ministerio Público de la Fiscalía Especial para la atención de delitos de Alto Impacto (FEADAI) junto con peritos se presentó al lugar para iniciar con las diligencias de ley.
Médicos reportaron como muy grave a Javier Castillo Cruz, ya que el impacto también lo recibió en el abdomen y afectó hígado y pulmón derecho.
En cuestión de segundos, la vida cambió para los hermanos Javier y Ricardo Castillo Cruz.
El primero está muy malherido y el segundo murió por tratar de detener a su agresor.
VIOLENCIA MORTAL
Los especialistas señalan que la violencia intrafamiliar debe tratarse a tiempo, ya que un caso puede desencadenar otros más graves, hasta la muerte de uno de los involucrados.
Verónica y Javier decidieron separarse para tratar de resolver sus problemas.
De pronto, apareció Cornelio Benítez Cruz, quien apenas en octubre enviudó, luego de que su esposa cayó de la terraza de la segunda planta y murió.
La noche del viernes, la misma terraza fue escenario de otro crimen: ahora doloso.
