Vinieron, comieron y se intoxicaron durante la Guelaguetza

*Hasta miedo les dio dar de “brincos” a los tiliches en el entarimado del auditorio Guelaguetza

Armando CHÁVEZ / ARMANDO NOTICIAS- AGENCIA

Oaxaca, Oaxaca, Lunes 15 de Agosto, 2022.- Y los famosos “Tiliches” no se soltaron para bailar al ritmo de su música de viento, sino se soltaron del estómago y bien enronchados del cuerpo, parecían “chicharrón botanero”: así, los integrantes de la delegación de Putla de Guerrero cumplieron con el compromiso del “Lunes del Cerro”, en la Guelaguetza de este 2022.

No fue para menos, ya que después que habrían comido alimentos elaborados en el establecimiento Grupo Gastronómico “Tomás Inn”, de la calle Cosijopí, en pleno Centro Histórico de la capital de Oaxaca, según se habría comprobado por autoridades del sector salud estatal, tras la supervisión en el establecimiento.

El miedo de los participantes se volvió terror, ya que temieron que al “zapatear” sobre el entarimado, alguno de ellos aflojara de más el cuerpo y ocurriera lo que le ocurre a cualquier persona cuando se ha intoxicado y anda con “chole” de la mano, suelto del estomago, pues.

De los 40 que habrían dicho que resultarían intoxicados con síntomas de dolor abdominal y el cuerpo enrochado como lija del número 0, sólo 12 tuvieron que ingresar a dos centros de salud ubicados cerca, muy cerca de la Rotonda de la Azucena, donde se realizaba la fiesta de la Guelaguetza.

Para proteger a los responsables de la situación que atravesaron los integrantes de la delegación de Putla de Guerrero, al estilo de “pinki y cerebro”, idearon un plan siniestro, echarle la culpa a otro y eligieron a la empresa “Mayordomo”.

Intervendría para quedar “bien” la banda de los “frijoles”, identificados así, ya que son buenos para el “pedo”.

Dieron, entonces, rienda suelta a su maldad y mezquindad, según denuncian, utilizando las redes sociales, moviendo y moviendo textos para involucrar a una empresa ajena a los hechos, sin saber que, oficialmente, ya se tenía identificado el lugar donde inició todo.

El plan siniestro del grupo “frijol” se fue cayendo, al entrarles el síndrome de la “chimoltrufia”, como decían una cosa decían otra; más aún, cuando varios del grupo “frijol” empezaron a platicar, comentar, como señora chismosa: “Así te lo digo, pero no digas que te lo dije yo”.

Se corrió el telón del “teatro” que se había montado para echarle la culpa a una negociación ajena a la intoxicación masiva.

Pero lo más contundente fue lo obtenido por personal de los Servicios de Salud estatal.

Pero el caso ocurrido en la empresa “Tomás Inn” abrió otra serie de acusaciones presuntamente del personal; por ejemplo: En esta última ola de COVID, no permitieron a enfermos descansar, los obligaron a trabajar, a quien se ausentó lo despidieron sin más ni más, el mayor número de infectados fue en el área de cocina.

Ha trascendido también que las personas que faltaron a trabajar por verse afectadas del COVID fueron despedidas; y si no me creen, al tiempo.

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