Truenan contra censo de Bienestar para damnificados

*Dejan fuera a la mitad de los afectados

*Al menos tres presidentes municipal exigen un segundo padrón

*Ineficaz el trabajo de los Servidores de la Nación, señalan

San Pedro Pochutla, Oaxaca, Domingo 26 de Junio, 2022 (Fuente: Raúl Laguna).- El desconocimiento de la región y sus comunidades mostrado por Servidores de la Nación al realizar los censos de daños, aunado a la falta de coordinación con autoridades locales para generar datos apegados a la realidad, han arrojado graves resultados: alrededor de la mitad de damnificados por el huracán “Agatha” no fueron censados, lo que deriva que miles de familias carecen de apoyos para reconstrucción de su patrimonio, aseguraron las autoridades municipales pero, sobre todo, es el clamor de los afectados.

Varios cientos de familias que no fueron censadas por diversas circunstancias; quienes encuestaron a las familias no recorrieron las comunidades, según los damnificados no se encontraban en casa al momento de empadronarse debido a que estaban en refugios, en otras viviendas o trabajaban para el sustento.

Por ello, insistieron que la mitad de familias que fueron afectadas por “Ágatha” no recibieron apoyos y ello desató inconformidad contra el personal de Bienestar que realizaba los pagos y posteriormente se manifestó en los palacios municipales de los diversos ayuntamientos.

Servidores de la Nación “no se pusieron las pilas, no se dejaron ayudar”, expresó Saymi Pineda Velasco, alcaldesa de San Pedro Pochutla.

Autoridades demandaron que el gobierno federal convoque a un segundo censo para que los afectados puedan reconstruir sus viviendas.

La edil de San Pedro Pochutla, Saymi Pineda Velasco, informó que, sobre la inconformidad, “hubo cansancio de nuestros compañeros de la nación, pero era importante apoyarse de las autoridades locales”.

“En la zona alta de San Pedro Pochutla existen comunidades arriba de los mil 400 metros sobre el nivel del mar, ahí la gente no tuvo la posibilidad de ser censada”, explicó.

En Candelaria Loxicha, censo incompleto

Gabriel Hernández García, presidente municipal de Candelaria Loxicha, realizó un balance sobre el censo realizado por los Servidores de la Nación de la Secretaría de Bienestar después que la gente de su municipio continúa pidiendo un segundo padrón para que puedan ser tomados en cuenta.

“Muchas familias realmente necesitadas no fueron censadas, los Servidores no llegaron a las comunidades, precisamente porque estaban incomunicadas y quedaron fuera”, comentó Hernández García.

“Mucha gente perdió siembras, cultivos que consisten en cafetales y además de cacao, guanábana, plátano, muchos perdieron también sus animales”, aseguró.

El edil de Candelaria Loxicha demandó al gobierno federal y a la Secretaría del Bienestar que “nos den la posibilidad de censar a nuestros paisanos, hay mucha gente que quedó resentida, nos quieren culpar a nosotros”.

Gabriel Hernández explica que las autoridades locales carecen de la información del personal de Bienestar por falta de coordinación de la dependencia con el ayuntamiento.

Aseguró que “somos respetuosos del mecanismo, de los criterios que Bienestar, que los Servidores de la Nación, sin embargo, solicito al gobierno federal, en nombre de Candelaria Loxicha, un segundo censo”.

Censadores desconocen las comunidades

El munícipe de Candelaria Loxicha declaró que los Servidores de la Nación “son jóvenes que no conocen nuestros pueblos, nuestras comunidades, se han brincado siempre del filtro del ayuntamiento”, ello provocó que no se enlistara a todos los damnificados, “descuidaron a nuestras comunidades, a nuestros paisanos”, reforzó.

Rubel Salinas excluye a autoridades

Por otra parte, sobre la coordinación entre el ayuntamiento que preside Gabriel Hernández García con el encargado de Bienestar en la región, Rubel Salinas, el edil comentó que, “desafortunadamente, todo se nos comunica a última hora, lo vivimos desde las vacunas, nunca se nos informaba con anticipación, todo era en el momento”.

Explicó que siempre se ha excluido a las autoridades municipales, se brincan directamente a comunidades, cuando nos damos cuenta ya están en una comunidad, no nos avisan, se brincan la instancia municipal”.

“A Rubel (Salinas) se lo hemos pedido de manera personal en asambleas el tema de la coordinación, que avancemos juntos en ese sentido, para que esto funcione”, argumentó.

Viviendas, plantíos y locales afectados

De acuerdo a información recabada tras el paso del huracán, varias familias resultaron afectadas, algunas perdieron totalmente sus viviendas, otras únicamente sufrieron algunos daños; productores perdieron cultivos de café, cacao, plátano, papaya, maderables, entre otros y no fueron censadas.

Familias que viven en comunidades que quedaron incomunicadas, en otros casos sus domicilios se encuentran ubicados después de caminar por veredas, por lo que no fueron tomadas en cuenta por los Servidores de la Nación, quienes “sólo censaron en calles céntricas”.

Perdieron todo

Por otro lado, la señora Luisa Díaz García de Cafetitlán, manifestó que “los Servidores de la Nación no nos tomaron en cuenta en el censo Bienestar, cuando en realidad nosotros sí perdimos todo, ahora sí nos fue muy mal, gracias a Dios que no perdimos la vida, pero perdimos nuestras viviendas, nuestros terrenos se derrumbaron, había sembradíos de cacao, café, mandarina, limón y unos animalitos que se perdieron también”, comentó.

En el caso de la señora Isabel, quien dijo que en su negocio perdió muchas cosas, “tengo un comedor y tienda de abarrotes, se me mojó todo, colchón, se quebraron trastes porque cayó la madera”.

Patricia y su familia casi pierden la vida

Existe el caso de la familia de Patricia García Luna, habitante de un barrio de San Pedro Cafetitlán, una comunidad enclavada en la Sierra Sur, sobre mil 400 metros de altura sobre el nivel del mar.

Ella se encontraba en compañía de sus padres, Jorge García García e Isabel Luna García, así como de uno de sus sobrinos dentro de su vivienda al paso de “Ágatha”.

Un árbol cayó sobre la casa construida de madera y láminas, lo que impidió a la familia que pudiera salir para buscar otro refugio, “el árbol, casi nos aplasta”, comentó don Jorge, un señor de la tercera edad que cuenta con una discapacidad auditiva.

Patricia, desconsolada por la pérdida de la vivencia y con lágrimas en los ojos, dijo: “nuestra casita se cayó y todos estuvimos mojaditos, toda la gente sufriendo con un temor de que volviera a pasar, fue algo terrible”.

La familia de Patricia fue rescatada por sus vecinos que viven en ranchos vecinos.

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