El hierro del que está hecha doña Lucía no se oxida
*No vive de la lástima, inspira respeto y admiración
*Doña Lucía, a sus 80 años de edad, sabe que no puede correr de los inspectores y policías municipales si la descubren vendiendo semillas y dulces en el zócalo
Armando CHÁVEZ / ARMANDO NOTICIAS / AGENCIA
Oaxaca, Oaxaca, Jueves 28 de Abril, 2022.- No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
haz que, en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón..
¡Pero nunca te detengas!
Lo escribió la Madre de Teresa de Calcuta en su poema “No te detengas”.
A ellas, las mujeres de cabellos canos y piel surcarda por los años ya idos.
Así, Doña Lucía, a sus más de 80 años de vida, con los surcos que se asoman en su piel, sus cabellos canos, sostiene con la diestra su bastón para apoyarse y seguir su lento andar; en su brazo derecho sostiene su diminuta canasta con dulces y semillas que vende; mientras, con su reboso tejido con hilos negros cubre su mercancía y no ser descubierta y correteada por inspectores y policías municipales que “cuidan” el zócalo de la capital de Oaxaca.
Doña Lucía sabe que no puede correr de los inspectores y policías municipales si la descubren vendiendo semillas y dulces que protege con su reboso.
En su pausado caminar avanza y aprieta la empuñadura de su antiguo bastón, mientras ora pidiendo a Dios no encontrarse a inspectores y policías municipales.
Sabe que si la descubren le quitarán su mercancía, pero está firme en su pensamiento y convicción que no podrán quitarle la dignidad y fortaleza que la tienen en pie para seguir trabajando y llevar el sustento a su casa para seguir viva.
Y es que no quiere lástima, quiere respeto, demuestra que el “hierro del que está hecha, nunca se va a oxidar”.
En el poema de la Madre Teresa de Calcuta, halló la fuerza.
…»Siempre ten presente que la piel se arruga, el cabello se vuelve blanco, los días se convierten en años.
Lo importante no cambia, tu fuerza y convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier telaraña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una partida.
Detrás de cada logro, hay un desafío.
Mientras estés viva, siéntete viva.
Si extrañas lo que hacías, vuelve hacerlo”.
