El machismo mata

Oaxaca, Oaxaca, Lunes 08 de Noviembre, 2021.- En las Sierra Sur de Oaxaca, en México, existe una rancia cultura machista que dicta que las mujeres deben casarse antes de los 18 años y servir fielmente al marido, incluso aunque no conozcan al novio, son todavía unas niñas, allá se originó esta historia:

«Le pegué un cinturonazo en una ocasión y luego se fue de chismosa con tu hermana, entonces fue mi padrino a platicar con ella para que no estuviera en casa de su hermana, luego yo fui por ella porque por eso se casó conmigo, para que me atienda a mí y no a su familia.

Otra vez tantito le toqué la nariz y ya le salió sangre, eso sí, luego hizo su show y dijo que se iba a ir de la casa, pero ella no vivía conmigo a la fuerza, sino, por qué no se iba, por qué no me dejaba si ahora anda de chismosa diciendo que yo le pegaba y no le daba dinero.

Además, no tiene por qué andar diciendo que yo no le daba dinero si ella me robaba para mandarle a sus papás y no me ayudaba bastante, ni con el quehacer de la casa podía y luego era puro quejarse porque decía que los niños daban mucha guerra y no le alcanzaba el tiempo para nada.

Después de trece años que viví con ella en el Norte decidí venir a estar con mi mamá y ahora sale con que quiere que vivamos aparte, pero lo que creo es que no puede ver a mi familia y yo tengo que estar con mi mamá porque, aunque ya está grande se sigue preocupando por mí.

Si no quiere vivir conmigo pues que se vaya sola, aquí con mi mamá me hago cargo de los tres niños porque cómo le voy a dar los niños y aparte darle dinero para que los mantenga si no quiere estar conmigo. Ella ya sabe que yo solo como quiera, porque quiere ha vivido conmigo.

Además, yo ya arreglé con tu papá, tú porque quieres andas pepenando chismes, si ya todo el mundo sabe que ella es una chismosa. Pero hazle como quieras, ya le saqué a ella la razón del por qué andas tan lejos, pero ya te dije, cuando quieras aquí te esperamos».

Una cultura machista que fomenta y permite la violencia contra las mujeres, permite y fomenta todo tipo de violencia. En una cultura que normaliza la violencia es casi imposible que la víctima encuentre la salida de esa espiral violenta que alcanza a sus hijos y a su familia materna.

Tal vez la violencia sexual sea una de la menos visibles porque el abusador se ampara en la intimidad, esa intimidad que la mujer abusada tampoco sabe abordar por resultarle vergonzoso, esa vergüenza se mezcla con la violencia psicológica y emocional que se normalizan.

El maltratador no permite la independencia económica porque tener el control del dinero es fundamental en el dominio sobre la víctima de violencia. Así, en estados como Oaxaca donde la Fiscalía y los tribunales son parte de esa violencia e impunidad machista, imposible la justicia.

Esa cultura machista nace en las altas esferas del poder, las esposas de los gobernantes pierden el segundo apellido para ligar el primero del esposo con un «de», luego se entiende que son propiedad del marido. Por eso a Murat casi 10 feminicidios al mes le parecen algo normal, y no lo es.

¡El machismo mata!

Desde un lugar del exilio,

Juan Sosa Maldonado

Defensor de Derechos Humanos

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