Santo Domingo Ixcatlán, condenado a desaparecer

Huajuapan de León, Oaxaca, Viernes 23 de Abril, 2021 (Fuente: IGAVEC).- Habitantes de Santo Domingo Ixcatlán (del distrito de Tlaxiaco, región Mixteca de Oaxaca) realizaron una denuncia pública, en donde dieron a conocer que la supuesta ambición de poder y gobierno por parte de una familia no originaria de la comunidad, ha impulsado el divisionismo y la venta de tierras por sumas millonarias de dinero a empresas mineras extranjeras.

Refirieron que el 3 de diciembre de 1938, diversos comuneros solicitaron al Departamento Agrario el reconocimiento y titulación de su territorio ancestral, posteriormente el 14 de julio de 1987 se reconoce y titula a favor de la comunidad más de mil 619 hectáreas, con un padrón de 805 comuneros quienes demostraron ser descendientes de los legítimos poseedores ancestrales de esas tierras.

“Sin embargo todavía existía una disputa por más de mil 365 hectáreas con la comunidad de Chalcatongo de Hidalgo, que fue resuelta a favor de Santo Domingo de Ixcatlán el 3 de agosto de 1998 y confirmado en forma definitiva por el Tribunal Superior Agrario el 9 de febrero de 2001”, relataron.

Por lo anterior, dijeron que La comunidad de Chalcatongo interpuso diversos juicios de amparo que en su oportunidad fue resuelto, negando el amparo y protección de la justicia federal, con lo cual se procedió al archivo del asunto en el Tribunal Superior Agrario, y a la devolución de los autos de origen al Tribunal Unitario Agrario del Distrito 46.

Explicaron que, en el 2003, la Secretaría de la Reforma Agraria puso en marcha el Programa de Atención a Conflictos en el Medio Rural, por medio del cual se implementó la estrategia “Focos Rojos”, cuyo objetivo consistía en el pago de una compensación a la parte que había vencido en el juicio agrario por límites de tierras; siendo en este caso Santo Domingo Ixcatlán, para ser entregados a la contraparte que había perdido, que sería Chalcatongo de Hidalgo.

“Fue entonces cuando Fredy Eucario Morales Arias, un personaje no nacido en Ixcatlán junto con el Gobierno del Estado de ese entonces en el 2006, decidieron enfrentar a las comunidades de Santo Domingo Ixcatlán y Chalcatongo de Hidalgo, con la finalidad de que existieran enfrentamientos, violencia y muertos ya que esto aumentaba el costo de las tierras para la indemnización”, apuntaron.

Aseveraron que posteriormente la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) a través del Programa de Atención a Conflictos en el Medio Rural (COSOMER) incluyó, a Santo Domingo Ixcatlán en el marco de atención, sin consultar a la asamblea general de comuneros de forma previa.

Abundaron que la omisión de explicarles a los comuneros que debían ceder sus tierras a cambio de una indemnización era solamente que los funcionarios del gobierno junto con la familia Morales Arias se quedaran con el dinero, razón por la cual difunden que la venta de las tierras es la única forma de ejecutar la sentencia agraria.

“El dinero ofertado por el programa solo podía ser entregado al comisariado de bienes comunales, por ello resultó prioritario, para la familia Morales Arias, tener el control de la Representación comunal. Motivo por el cual presuntamente asesinaron a quienes no estuvieron de acuerdo con la venta del territorio”, señalaron.

Indicaron que, sumado a lo anterior, los integrantes de la familia han realizado diversas asambleas en donde únicamente participan ellos para autonombrar al comisariado de los bienes comunales, mismos actos que han sido anulados por el Tribunal Agrario, sin embargo, se pretende desaparecer a 987 comuneros, inscribiendo ante el Registro Agrario Nacional una lista de solamente 350 comuneros, coartando el derecho sucesorio de los hijos.

Finalmente, sentenciaron con presentar denuncias penales en contra de la representación agraria que encabeza la familia Morales Arias, por los diversos delitos cometidos; compareciendo ante una asamblea general de ciudadanos en donde serán juzgados conforme a sus usos y costumbres por la venta de tierras a empresas extranjeras.

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