La educación en tiempos de pandemia

Juan Carlos MÉNDEZ RAMÍREZ

Oaxaca, Oaxaca, Jueves 15 de Abril, 2021.- El año 2020 ha tenido un impacto de manera significativa en todos los aspectos económico, social, político, educativo etc. debido a la pandemia del Coronavirus, en esta ocasión centrare mi opinión en el ámbito educativo, ya que la escuela y el hogar, ahora se convierten en el mismo lugar ya que reciben de manera virtual sus clases tras las necesarias medidas de prevención contra esta pandemia, alumnos, padres de familia y profesores estamos en el proceso de adaptación-actualización a esta nueva normalidad  me doy cuenta por mi experiencia laboral  de las nuevas problemáticas que van surgiendo en este proceso y a las cuales nos enfrentamos día a día.

En este sentido ésta opinión va encaminada a dar a conocer las problemáticas que van surgiendo con esta nueva normalidad y la estrategia implementada por el gobierno federal “Aprende en casa” ya que tenemos el tema de la educación que, como ya sabemos en Oaxaca hay una abismal diferencia, primero el contexto sociocultural que existe entre sus municipios, lengua, ubicación geográfica y el alto índice de pobreza que existe en nuestro estado, como se ve existe una clara desventaja en el acceso a la educación de calidad para ciertos sectores, ahora con el confinamiento en el hogar, las cosas se complican aún más en este rubro. Así mismo, esto puede ser un problema no solo para los más vulnerables si para todos, los jóvenes no se están conectado a sus clases virtuales y las complicaciones que esto trae son diversas, por ejemplo, la dificultad que tenemos los profesores para evaluar. Además de que para los estudiantes la cuarentena se concibe como un periodo vacacional más, lo que representa un reto tanto para los padres de familia (que además tienen que trabajar), como para los profesores.

En la actualidad, el sentir de millones de niñas, niños, jóvenes, madres, padres, maestros, directivos y demás implicados en el ámbito educativo se ha vuelto totalmente adverso, tomando diferentes posturas ante la nueva manera de impartir educación, situación que empezó a generar incertidumbre, dudas e inquietudes. Las más redundadas eran ¿Cómo se trabajaría con las alumnas y alumnos en esta, nueva modalidad?; ¿Cómo se comunicarían las maestras y maestros con ellos?; entre los factores que condicionan el acceso a una educación de calidad en línea, opción a la que se apostó como primera instancia para llevar educación a los alumnos, de manera general son: la clase social, la raza, la etnia, el género, la ubicación geográfica y el tipo de institución al que pertenecen, y si agregamos los factores de manera particular y eh detectado en la institución en la que laboro son: la falta de un equipo digital para conectarse a sus clases, la falta de internet, la economía de casa, el desconocimiento del uso de las herramientas digitales, la falta de acompañamiento de padres de familia para con sus hijos. La alternativa de querer llevar la educación a través de plataformas y programas educativos sólo fue resultado de atestiguar las grandes brechas de desigualdad social que existen en el país, pues no todos han tenido las condiciones para poder trabajar de esa manera, y los que las tienen, se las han visto duras, pues no sólo es el hecho de contar con los medios y recursos, sino insisto también saber utilizarlos. H e aquí otro de los retos a los que se han enfrentado principalmente maestros y alumnos, el uso, manejo y acceso a las TIC (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones).

A todo esto, hay una serie de preguntas que valdría la pena pudieran contestarse ahora y después de esta pandemia ¿Realmente se le ha podido hacer frente a toda esta serie de retos que enfrenta la educación en México en tiempos de COVID-19? ¿Han sido viables las acciones emprendidas por el gobierno federal? ¿Ha valido la pena trabajar desde los hogares, o ha sido una pérdida de tiempo? ¿Los maestros y alumnos estaban preparados para trabajar a distancia? ¿Hubiese sido mejor terminar el ciclo escolar y dar prioridad a la situación emocional y económica de las familias? ¿Realmente ha habido preocupación por el bienestar y los aprendizajes de los alumnos, o ha sido una necedad administrativa y burocrática por cumplir con el currículo formal y “salvar el ciclo escolar”?

Esta pandemia se ha convertido en un hecho histórico no sólo para México, sino para el mundo, la cual ha dejado estragos y aprendizajes, que de no ser tomados en cuenta con la seriedad que merecen, este país continuará en la misma situación. Muchos se preguntan si se regresará a la normalidad, y la respuesta evidente debería ser que no, pues no se puede continuar con esas problemáticas que abundan en varias partes del país, principalmente en las zonas marginadas, las cuales han sido las más afectadas tanto en la parte económica como en lo emocional; es por ello, que se tendrá que velar por las familias mexicanas, mostrar solidaridad y muestras de humanidad, sin caer en regalar una calificación. El Sistema Educativo Mexicano debe visualizar en nuevo futuro tomando en consideración los retos que se han estado viviendo, los cuales al término de esta pandemia pasaran a ser los nuevos desafíos, tales como el abastecimiento de equipos multimedia en todas las escuelas del país; la adquisición de servicios como internet y telefonía; la capacitación y actualización de maestros y alumnos en el uso de plataformas educativas, y replantear lo qué hay que enseñar en la escuela, pues a pesar de que se habla que vivimos en la era digital, muchas personas no están del todo implicados en este mundo de la tecnología.

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