El fracaso de la Fiscalía General de Oaxaca
*Con un índice del 99.4%, Oaxaca ocupa el segundo lugar a nivel nacional en impunidad ante el delito de homicidio; sólo es superado por Morelos, que registra 99.6%
Oaxaca, Oaxaca, Miércoles 11 de Noviembre, 2020 (Fuente: Zona Roja).- Con un 99.4 por ciento, Oaxaca ocupa el segundo lugar a nivel nacional en impunidad ante el delito de homicidio; sólo es superado por el estado de Morelos, que registra 99.6%.
De acuerdo con el estudio “Impunidad en homicidio doloso y feminicidio: Reporte 2020”, la impunidad en los homicidios en México ha crecido y se ha colocado en su nivel más alto en los últimos 15 años, al situarse en 89.6 por ciento.
Lo anterior representa que en el país sólo se sanciona uno de cada 10 asesinatos que se cometen, por nula o deficiente labor de las fiscalías o procuradurías de justicia.
En el tercer lugar con mayor impunidad se ubica Guerrero, con 98.8%; le siguen Chiapas, con 98.4%; Tabasco, 97.2%; Quintana Roo con 96.8%; Puebla, 96.6%, y Veracruz 95.7%.
De acuerdo con información publicada por el diario “Reforma”, en 2007, el nivel de impunidad en homicidios dolosos se ubicó en 54.7 por ciento, es decir, que casi la mitad de los asesinatos era castigada.
Conforme se dio la escalada de violencia y los asesinatos en el país se multiplicaron, la capacidad de las autoridades para investigarlos y sancionarlos quedó rebasada.
A nivel internacional, México está ubicado entre los países que más homicidios por cada 100 mil habitantes registra y también figura en los que tiene una mayor impunidad.
La impunidad promedio a nivel internacional es de alrededor del 35 por ciento, las más bajas impunidades del mundo están por debajo de 25 por ciento.
Por primera vez este estudio, que se presenta cada año desde hace cuatro, contempla la impunidad en los feminicidios, la cual se ubicó en 51.4 por ciento, es decir, que las autoridades resuelven uno de cada dos asesinatos cometidos en razón de género.
Sin embargo, se debe tomar con cautela este indicador, pues es probable que exista un subrregistro, esto es, que las fiscalías clasifiquen como feminicidio un menor número de casos de los que realmente están ocurriendo y por eso su tasa de efectividad sea mayor.
