Uniformados, depredadores de la sociedad

*Una vez más se presenta un abuso por parte de elementos y jefes policiacos

*Esta vez sucedió en la población de San Pedro y San Pablo Teposcolula

*Los ciudadanos ya están hartos de los abusos de poder y abusos policiacos

Claudia GONZÁLEZ

Oaxaca, Oaxaca, Domingo 21 de Junio, 2020.- Es verdaderamente increíble que, algunos, quienes están encargados de darle seguridad a los ciudadanos, sólo estén para darles inseguridad y, peor aún, generarles miedo, asecho, hostigamiento y abuso de poder.

Mientras no haya una capacitación integral y a conciencia con los elementos de las corporaciones policiacas, llámese Policía Municipal, Policía Estatal o Policía Federal, además del Ejército Mexicano o la Guardia Nacional, el asecho a las personas seguirá, los depredadores sociales persistirán y los ciudadanos estarán a merced de este ya viejo hampa uniformado y oficial.

Los ejemplos los podemos enumerar por años y hasta por meses, ya que por desgracia la mayoría sólo está para aprovecharse de los demás. Pocos son los que se salvan y los que están para servir y proteger a la ciudadanía.

En el caso de Oaxaca, sólo basta recordar los uno y mil comunicados, desplegados y denuncias sociales, públicas, que hacen los policías estatales, a través de las redes sociales, para denunciar el olvido, la omisión en la que siempre han vivido como corporación, como elementos, ya sea en el caso de las herramientas de trabajo e indefensión con la que trabajan, sobre todo cuando se enfrentan contra la delincuencia, padeciendo faltantes, desde uniformes, hasta armas adecuadas; acoso laboral (con mujeres), la falta de apoyos económicos y bonos, hasta las condiciones infrahumanas en las que viven y laboran en las comandancias regionales. Por eso, cada que dan a conocer alguna denuncia o circulan en las redes sociales algún comunicado, siempre amagan con realizar un paro de labores si no son escuchados o atendidos.

Es por eso que, desprotegidos y olvidados, la mayoría de los uniformados buscan aprovecharse de los ciudadanos, ya no por lujo, sino por necesidad y subsistencia. De ahí que opten actuar por el camino fácil y de los malos, apoyando a delincuentes o adoptando ellos mismos ese comportamiento y actuar.

Es por eso que se desprenden casos como los de Alexander, en Acatlán de Pérez Figueroa, distrito de Tuxtepec, en la región Cuenca; o el caso de los hermanos Diego Eruviel y Juan Jaciel en San Pablo Huitzo, distrito de Etla, región Valles Centrales de Oaxaca, y por desgracia pueden seguirse presentando más casos.

El más reciente y difundido a través de las redes sociales se presentó en el municipio y distrito de San Pedro y San Pablo Teposcolula, en la región Mixteca del estado, caso de abuso de poder por parte de un mando policiaco que denunció un ciudadano, del que se omiten sus generales por razones obvias.

El abuso e infierno narrado señala: “Quisiera que me ayudaran a reportar una situación que sufrí la semana pasada; por cuestiones de trabajo viajamos a la ciudad de Putla en una camioneta prestada, por no querer viajar en suburban por cuestiones de la pandemia; nunca nos imaginamos que sería uno de los viajes más caros que haríamos”.

El denunciante expone que, “al pasar por Teposcolula nos alcanzó una patrulla con número 009 de la Policía Municipal, pidiendo nos detuviéramos; al preguntar el motivo, le dijo a mi pareja que había excedido el límite de velocidad permitido, aparte de no portar el cubrebocas; tratamos de explicarle al oficial, pero mientras más argumentos le dábamos, empezó a revisar la camioneta, comunicándose, según él, con un comandante de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), porque la camioneta traía el número alterado; después según le llamó a la Policía Federal para que nos remitieran a la ciudad de Huajuapan y mandaran una grúa”.

Agrega en su exposición de detalles que, “al ver nuestro temor por ser una camioneta prestada y el temor que nos la quitaran y nos metieran a la cárcel, nos pidió la cantidad de 10 mil pesos, cantidad que no teníamos; por eso, en voz de él, para apoyarnos, porque ese dinero era para los dos a los que ya les había avisado, nos acompañó al cajero Santander que está ubicado al interior del mercado y, por el miedo, le dimos 5 mil pesos; ante esto, nos permitió retirarnos”.

La víctima señala que después se comunicaron con el dueño de la camioneta para comentarle de lo sucedido, quien aseguró que la camioneta estaba en regla, “y al día de hoy lo sabemos con certeza, pues fue revisada por las autoridades de nuestro estado”.

Ante este abuso policial y de autoridad, “nos dimos a la tarea de investigar un poco y poner en aviso a todos los paisanos que pasan por ese lugar: el señor responde al nombre de Adali Aquino García, director de Seguridad Pública en San Pedro y San Pablo Teposcolula, para que tengan cuidado, pues viste como federal de caminos para hacer sus fechorías: No es posible que el mismo presidente municipal esté enterado de cómo opera el director”.

La denuncia hecha en las redes sociales expone que “también supimos que es yerno de la síndico municipal, hermano de la regidora de salud, sobrino de la regidora de educación, cuñado del regidor de hacienda. Por esa razón se siente intocable este señor, para que quienes pasen por ahí tengan cuidado y denuncien las extorsiones, y a quienes hayan sido víctimas de esta persona, también alcen la voz”.

La denuncia pública y social concluye: “No es posible que las autoridades locales no se den cuenta que la ropa que usa no la compra con un salario de policía municipal, también se atrevió a decirnos que si teníamos unas botas del 6 1/2 o 7 se las lleváramos porque el presidente no le da uniformes”.

“¿Cuánto descaro?”, finalizó el denunciante.

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