Los militares se tuvieron que regresar, derrotados, y sin Ovidio

*“¡Ya paren todo!, ya me entregué, no quiero que haya desmadre”, advirtió Ovidio Guzmán al ser detenido

*Al hijo de “El Chapo” se le “invitó” a “persuadir a sus hermanos para cesar la actitud hostil que ya se estaba generando y poniendo en riesgo a la población” el pasado 17 de octubre

Oaxaca, Oaxaca, Jueves 31 de Octubre, 2019 (Fuente: Agencias).- Un soldado agita la mano y sus compañeros se acercan a la puerta de la vivienda, de donde sale una mujer junto a un joven con gorra y camisa azul.

Se escucha una orden: «¡Sal, Ovidio!», pero el joven vuelve al interior de la casa y trata de cerrar la puerta. La mujer pide calma mientras los soldados exigen que se muestren las manos.

En menos de un minuto, Ovidio Guzmán López, «El Ratón», entrega su pistola a un compañero y sale de la casa. Levanta las manos y se quita la gorra mientras los soldados lo toman de los brazos.

Así fue el intento de arresto a uno de los hijos de Joaquín Guzmán Loera, «El Chapo», el pasado jueves 17 de octubre en Culiacán, Sinaloa, según las imágenes de lo ocurrido publicadas por las autoridades este miércoles 30 de octubre.

En los videos se pueden ver los momentos de tensión desde el punto de vista de los militares, que portan cámaras en sus cascos y capturan lo ocurrido en imágenes en constante movimiento.

La operación desató una violenta reacción del Cártel de Sinaloa. Cientos de sicarios bloquearon las calles de la ciudad, tomaron como rehenes a una veintena de soldados y atacaron edificios donde viven familias de militares.

El nivel de respuesta del grupo obligó al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador a liberar a Guzmán López.

De este modo, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, reveló durante la mañanera de este miércoles el “minuto a minuto” y varios videos sobre los hechos ocurridos en Culiacán, Sinaloa el jueves 17 de octubre; una de estas grabaciones muestra el momento exacto de la captura de Ovidio Guzmán López.

En conferencia de prensa, encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) detalló que, previo a su captura, Ovidio tuvo comunicación, vía telefónica, con uno de sus hermanos.

En las imágenes se escucha cómo el hijo de Joaquín, el Chapo, Guzmán habla por teléfono luego de que “se le invita a persuadir a sus hermanos para cesar la actitud hostil que ya se estaba generando y poniendo en riesgo a la población”, según el titular de la Sedena.

“Ya paren todo, ya me entregué. Ya no quiero que haya desmadres”, dice Ovidio Guzmán mientras es rodeado por integrantes de las Fuerzas Federales que llevaron a cabo el operativo.

Sandoval González inició su exposición señalando que desde el 2 de abril de 2018 existía la orden de detención provisional contra Ovidio Guzmán López, la cual fue girada por la Corte Federal de Columbia por los delitos de asociación delictuosa para distribuir drogas.

El secretario de la Defensa Nacional indicó que Guzmán López es uno de los principales delincuentes que mueve drogas a Estados Unidos, en específico, metanfetamina y fentanilo.

Respecto al día del operativo, el 17 de octubre, se informó que a las 12 horas del Pacífico (13 horas del Centro) se iniciaron las acciones para llevar a cabo el mismo y cuando a las 14 horas se confirmó que Ovidio Guzmán estaba en el domicilio, se movilizaron al lugar, para que a las 14:30 horas comenzara la operación dentro del inmueble. No obstante, 20 minutos después, se suscitaron las agresiones contra las Fuerzas Armadas.

“A las 14:50 horas, las fuerzas federales reportan que se encuentran bajo agresión con proyectiles de arma de fuego, armamento calibre 50”.

El titular de la SEDENA también dio a conocer que fue a las 15:15 horas cuando Ovidio Guzmán López salió al estacionamiento del inmueble y se le tomaron algunas de las fotos que se filtraron a las redes sociales.

“A las 15:17 horas se le invita a persuadir a sus hermanos para cesar la actitud hostil que ya se estaba generando y poniendo en riesgo a la población. En comunicación con su hermano, este le dice que no va a cesar, e inclusive lanza amenazas en contra del personal militar y sus familiares”, indicó Luis Cresencio Sandoval.

Fue hasta las 15:45 horas del Pacífico que el gabinete de seguridad le informó al presidente Andrés Manuel López Obrador la situación, y a las 18:49 horas se ordenó la cancelación de la operación y el retiro de las tropas del lugar. A las 19:30 horas dieron el primer informe.

El saldo de esta acción fueron 8 fallecidos: 1 civil, 1 agente de la Guardia Nacional, 1 interno del penal, 5 agresores; 19 heridos: 1 oficial de la Guardia Nacional, 8 agentes de la Guardia Nacional, 7 soldados, 1 policía estatal y 2 policías municipales.

“El éxito de la operación se fundó en un rápida evacuación del presunto delincuente hacia el aeropuerto a través de una ruta terrestre, pero la rápida reacción de los delincuentes, las agresiones hacia el personal militar y sus familias, la intención del grupo criminal de causar daños en la población, el riesgo de pérdida de vidas al generalizarse las agresiones, la falta de orden de cateo, se tradujo en la decisión de retirar las fuerzas sin el presunto delincuente y sin culminar el proceso de detención”, expuso el titular de la SEDENA.

Detalló que las acciones violentas de la delincuencia organizada se enfocaron a las fuerzas militares que acudían al área del objetivo, al personal militar en servicios aislados y en periodos de descansos, a la familia del personal militar, en la emisión de mensajes amagando con atacar directamente a la población y en amenazas de agresiones en Sonora, Chihuahua y Durango.

“La actuación de delincuencia organizada se caracterizó por la convocatoria de grupos delincuenciales de Sinaloa ofreciendo recursos a quien se uniera a atacar a las fuerzas federales, empleo de técnicas militares, y armamento automático y antiaéreo”, añadió.

Asimismo, reveló que a un comandante de la fuerza de intervención se le intentó sobornar por 3 millones de dólares, pero al no aceptar, fue amenazado de muerte, tanto él como su familia.

«Acción precipitada»

Desde el pasado 2 de abril en la corte federal de Columbia, Estados Unidos, existe una orden de captura contra Guzmán López, según informó el secretario de la Defensa Luis Crescencio Sandoval González.

El 13 de septiembre el gobierno de ese país solicitó a México que detuviera al hijo de «El Chapo». La operación empezó a planearse desde entonces y hasta el 4 de octubre.

Semanas después, cuando un juez emite una orden de captura para extraditar a «El Ratón», la Guardia Nacional envía un equipo a Culiacán, apoyado por elementos del Ejército.

El plan era detener el 17 de octubre a Ovidio Guzmán en su casa del fraccionamiento Tres Ríos.

Originalmente la estrategia incluía el respaldo de cuatro grupos de militares para vigilar las calles aledañas a la vivienda, pero ese jueves sólo uno pudo llegar al sitio.

El resto fue atacado en el camino a la residencia por sicarios del Cartel de Sinaloa, según las autoridades. Los soldados que rodearon la casa de Guzmán López quedaron virtualmente solos.

Parte del problema, reconoció el secretario de la Defensa, fue que se retrasó la entrega de una orden para entrar a la vivienda, por lo que los militares tuvieron que esperar en la cochera y en la calle.

Es una de las fallas que se cometieron, pues la demora intensificó las agresiones del Cartel, reconoció el gobierno.

«Esos violentos acontecimientos fueron propiciados por una acción precipitada, cabe reconocerlo con toda honestidad», dijo el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo.

Intercambiar rehenes

En pocas horas, de forma que parecía coordinada, cientos de jóvenes armados bloquearon calles y avenidas de Culiacán. Un helicóptero militar recibió varios disparos.

Otros jóvenes liberaron a 50 presos que se encontraban en la prisión de Aguaruto, algunos de ellos miembros del Cartel.

Los sicarios también secuestraron a soldados en una caseta de peaje en la carretera al balneario de Mazatlán, y un grupo más disparó contra la unidad habitacional donde viven familias de militares, siempre según la versión oficial.

De acuerdo con el secretario de la Defensa, los sicarios arrojaron granadas que no alcanzaron a explotar, y se metieron a cuatro departamentos para tratar de secuestrar a sus ocupantes.

El Gabinete de Seguridad del gobierno federal, que se encontraba reunido en Ciudad de México, recibió informes de que el Cartel planeaba otros ataques en ciudades de Durango, Sonora y Chihuahua.

Otro informe indicaba el plan de los narcos de intercambiar a los soldados retenidos por Guzmán López, además de su intención de, en algún momento de ese jueves, disparar contra civiles, señalaron las autoridades.

Así, «a las 19:49 se ordena la cancelación de la operación, el retiro de las tropas del lugar donde se encontraban», dijo el secretario Sandoval González.

Ovidio Guzmán López fue liberado. La violencia se redujo paulatinamente.

«Paren todo, ya me entregué»

Antes de tomar esta decisión, los soldados que pretendían arrestar a «El Ratón» le pidieron que hablara con su familia para que ordenara un cese al fuego.

El momento se registró en un video. Las imágenes muestran a Guzmán López mientras habla por un teléfono móvil.

«Ya paren todo oiga, ya paren todo, ya me entregué», dice. «Ya paren todo, ya tranquilos, ya ni modo».

Pero la llamada no funcionó. «En la comunicación con su hermano éste le establece que no va a cesar», dice el secretario de la Defensa.

«Inclusive lanza amenazas en contra del personal militar y sus familias en esa comunicación».

Guzmán López y sus acompañantes, dos hombres y una mujer, permanecieron en la cochera de su casa durante varias horas, hasta que se ordenó suspender el operativo.  

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